Baldosas por la memoria: militancias del Sur provincial

10-05-2025 | El EPM colocó en su explanada nuevas baldosas, esta vez en homenaje a militantes revolucionarios de San Rafael y General Alvear. Fue la décimo séptima instalación.

La planificación de la jornada se realizó de manera conjunta entre la Comsión de puesta en valor del EPM, que tiene a cargo el proyecto de Baldosas por la memoria, y militantes de derechos humanos del Sur provincial: José Guillermo Berón, Roberto Simón Ozorio, Héctor Aldo Fagetti, José Nicanor Ortenberg, Sabino Rosales, Carlos Jakowczyk y José Valeriano Quiroga.

Además de las siete personas militantes y/u oriundas del Sur, se colocó la baldosa de la pareja de uno de ellos, que era del Gran Mendoza y etsaba embarazada. Familiares de ella, María Inés Correa Llano, viajaron desde Buenos Aires especialmente para estar presentes. Correa Llano fue guía scout y, en memoria de esa participación, estuvieron en el acto integrantes de Scouts de Argentina.

Para la colocación, llegaron desde Alvear y San Rafael familiares de las personas homenajeadas, sus compañeros y compañeras de militancias setentistas, integrantes de organismos de derechos humanos, estudiantes, docentes, militantes de la Juvntud Peronista (JP) y el titular de la Dirección de comunidad, familia y derechos humanos de la Municipalidad de San Rafael.

Los perfiles

Aldo Fagetti

Aldo nació el 14 de mayo de 1950 en Bowen, General Alvear. De ascendencia italiana, fue el menor de cuatro hijos. La familia se dedicaba a tareas rurales Aldo creció rodeado de la inmigración europea, ideas críticas y anarquistas. Le gustaba leer y jugar al fútbol. En 1966 se fue a Córdoba a estudiar Ingeniería. Vivii en una pensión del barrio Jardín, en la capital, junto a diez estudiantes de otras provincias.

Durante la dictadura de Onganía, participó en asambleas obrero-estudiantiles y reuniones políticas, se sumó al peronismo como herramienta para la justicia social y cambios profundos de la mano de la clase obrera.

En 1968 el padre de Aldo enfermó. Él regresó a Mendoza y, luego de que falleció, continuó sus estudios en Córdoba. Conoció al abogado laboralista Héctor Rosendo Chaves, también de General Alvear, y fundaron la Juventud Peronista (JP) local. En su casa de Rosendo conoció a Marta Sosa. Se casaron: él, con ropa prestada que le quedaba chica; ella, con un poncho. En 1971 se fueron a San Rafael, estudiaba, militaba y con Marta hacían tareas de alfabetización. Aldo era reflexivo, cariñoso y moderador. Ahondaba más allá de las palabras, buscando el trasfondo político. Para él todo tenía que repartirse por partes iguales, poco o mucho, todo el mundo tenía que comer. En 1973 conocieron a la abogada laboralista Susana Sanz, con quien formaron la JP de San Rafael y llegó a la gobernación Alberto Martínez Baca, ala camporista del peronismo. Aldo trabajaba en la Dirección de Rentas y abrieron, con Marta, un pequeño negocio de venta de empanadas. El 17 de octubre de 1974 nació Javier, único hijo de la pareja.

En 1975, el Batallón de Inteligencia 601 puso un agente civil de apellido Montesinos en el mismo escritorio que Aldo. El 25 de febrero de 1976, salió a la siesta del trabajo con destino a su negocio, cuando un operativo con unos ochenta militares y desproporcionada violencia lo detuvo e incomunicó en dependencias del Ejército Argentino. El 9 de marzo, Marta fue a ver a Aldo y llevó a Javier. Los carceleros llevaron solo al niño a la celda donde estaba su padre. Aldo le improvisó un juguete con un palo, un clavo y una chapita. El 10 de marzo de 1976, Aldo fue ejecutado. Su cuerpo jamás apareció.

Aldo tenía 25 años.

Roberto Ozorio

Roberto nació el 9 de mayo de 1950 en San Rafael. Allí creció y conoció a su pareja, Josefina Margarita González, con quien luego se casó.

Fue detenido junto a su esposa, el 25 de marzo de 1976, a la 1 de la madrugada. Una patota de militares y policías al mando de Luis Faustino Suárez entró a la casa del suegro de Roberto, ubicada en Bolívar y Beltrán, y se lo llevaron junto con Josefina. Roberto era militante del peronismo de izquierda y trabajaba como responsable de la farmacia del líder Alberto Martínez Baca, dirigente del Partido Auténtico que fue gobernador camporista en 1973.

Josefina fue presa política. Roberto fue visto con vida por última vez en el centro clandestino de detención que funcionó en el cuerpo de Infantería de la policía. De allí lo trasladaron a la sede del Poder Judicial provincial, centro clandestino conocido como La Departamental. Le fraguaron una disposición de liberación, pero fue desaparecido.

Roberto tenía 25 años.

José Valeriano Quiroga

José nació el 19 de marzo de 1953 en Bowen, localidad del departamento de General Alvear, Mendoza. Le decían “Negro”. Trabajó en Bodegas Furlotti. Su pareja de vida y militancia en el Peronismo de Base (PB) era Graciela Perla Jatib Villar Martínez, socióloga. Desde 1974 sufrían la persecución de los aparatos de inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y de la fuerza naval. Cuando secuestraron y desaparecieron a la pareja, ella estaba embarazada de dos o tres meses. Ocurrió el 28 de junio de 1976, en Av. Belgrano al 800, frente a Hospital Fiorito, de Avellaneda. Se supo que estuvieron en el centro clandestino de detención El Vesubio. Dieron cuenta de esto María Elida Serra Villar y Ariel Adhemar Rodríguez Celin, sobrevivientes del CCD. También pasaron por la comisaría de Monte Grande. José tenía 23 años.

José Nicanor Ortenberg

José nació el 12 de octubre de 1949 en la Ciudad de Mendoza. Le decían «Gordo». Era maestro mayor de obra y militante de la Juventud Peronista.

Su madre, Estefanía Acuña, contó que el 5 de abril de 1976, su hijo fue a colaborar en la construcción de un colegio en El Sosneado, San Rafael. Viajó desde Mendoza en una camioneta Ford.

En la madrugada del 6 de abril de 1976, policías armados lo secuestraron de la sede de la Dirección de Construcciones del gobierno provincial, donde se estaba quedando, ubicada en la calle Olascoaga. Estefanía fue a San Rafael al día siguiente y vio la camioneta de su hijo conducida por un hombre que aseguró que la usaba para llevarle comida a José que estaba en La Departamental. Allí un sargento le dijo que saldría pronto.

Efectivamente, José estuvo detenido en el centro clandestino de detención llamado La Departamental, que funcionó en el edificio del Poder Judicial de Mendoza en San Rafael. Allí compartió cautiverio con Isidro Calívar, Alfredo Porras, Francisco Tripiana, Hugo Adelmo Riera y Esther Dauverné, entre otras personas.

El último registro que hay de él, es que la policía fraguó su liberación: se registró que esa noche a las 00:20 había recuperado la libertad desde La Departamental y fue exhibido por militares a su hermano. Además, un policía dijo que se había ido con una mujer después de ser liberado. Esta fue una simulación para ocultar su asesinato y sustraer su cuerpo, porque continúa desaparecido.

José tenía 26 años.

José Berón

José nació el 8 de junio de 1956 en la Ciudad de San Juan. De familia muy numerosa, creció y vivió en San Rafael. Estaba casado y tenía un hijo, también llamado José. Trabajaba en fincas —particularmente manejando el tractor— y también en una fábrica de pastas.

El terrorismo de Estado fue implacable con la familia Berón: en febrero de 1976, detuvieron ilegalmente a sus tres hermanos: Luis Abelardo, Juan Carlos y Jorge Valentín, este último de 17 años. “Los cuatro militábamos en la Juventud Peronista. El más chico iba de vez en cuando. La militancia consistía en concientizar a la juventud, se hacía teatro en los barrios representando lo mal que hace el capitalismo”, recuerda Juan Carlos.

José Guillermo, también conocido como “Pepe”, fue detenido junto a Daniel Navarro, el 28 de agosto de 1976, en una fiesta de cumpleaños, en una casa que estaba en las calles Comodoro Py y Paula Albarracín. Lo llevaron a la Comisaría 8 de la policía. El 30 de agosto lo trasladaron al centro clandestino de detención que funcionaba en la sede de Infantería de la policía. Luego, al centro clandestino La Departamental, en la sede del Poder Judicial. Su padre le llevó comida hasta que el 8 de octubre le informaron que José Guillermo había sido trasladado en un camión al comando. Junto a su hija, Matilde, el hombre se dirigió al comando militar ubicado en las calles Castelli y Urquiza, donde les dijeron que en dos horas sería puesto en libertad, pero no tuvieron más noticias de él.

José tenía 20 años.

Carlos Jakowczcyk

Carlos nació el 15 de febrero de 1944 en la ciudad de La Plata. Descendiente de inmigrantes de Bielorrusia, la familia se radicó en 1949 en Bowen, departamento de General Alvear, donde pasó su infancia. Tuvo una crianza bajo principios cristianos y cursó la primaria en la escuela Pedro Pascual Segura. Muy joven regresó a Buenos Aires y se casó con Marta Basualdo, con quien tuvo dos hijos.

En 1974 o 1975 decidió radicarse en Mendoza donde desempeñaba su oficio de plomero y electricista. Trabajó para la empresa Dalvian y otras constructoras. Por esa época debió internarse en el Hospital Central para ser sometido a una operación de la válvula mitral, circunstancia en la que conoció a María Inés Correa Llano, instrumentista en ese policlínico. De allí se gestó una relación amorosa entre ambos. “Se los veía muy acaramelados, siempre”, recordó una de sus sobrinas. Formaron pareja y se albergaron en la vivienda de los caseros de una de propiedad de la abuela de María Inés, en La Puntilla, Luján de Cuyo.

La pareja participaba de tareas sociales  con el cura jesuita tercermundista José María “Macuca” Llorens, en el barrio San Martín, de la Ciudad de Mendoza. Ella hacía manualidades en tejido y bordado; él se dedicaba a actividades deportivas. Además, eran militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Carlos era un hombre campechano, jovial y ocurrente; muy bien parecido y seductor. Era un gran imitador de Johnny Tedesco. También disfrutaba del deporte y las competencias: según su hermana Ana, era “campeón de carrera de embolsados”.

El 16 de septiembre de 1976, cuando María Inés cursaba el séptimo mes de embarazo, la pareja fue secuestrada de su vivienda en La Puntilla, en el marco del Operativo Antijesuita. Según vecinos, los llevaron envueltos en sábanas y, desde ese momento, no se supo nada más de Carlos, de María Inés ni del niño o niña.

Carlos tenía 32 años.

María Inés Correa Llano

María Inés nació el 23 de septiembre de 1947 en la Ciudad de Mendoza. Perteneciente a una familia tradicional de conocidos abogados, asistió al colegio Sagrado Corazón. Participaba también de un grupo de girls scouts.

Su amiga Elisa Villalba relata en el libro Hacerse cargo que se conocieron de pequeñas: “Ella venía con su familia a veranear a La Puntilla y nos juntábamos siempre a jugar,  aprendí a andar en su bicicleta; que era la única que había en la zona. Era una persona sumamente inquieta, movediza, como buena petisa”.

María Inés era bajita, de boca pequeña, ojos redondos, chiquitos y vivaces. Al promediar la secundaria empezó a preocuparse por la realidad social y eso resintió la relación con su familia, era como una “oveja descarriada”.

María Inés estudió para instrumentista quirúrgica en la Universidad Nacional de Cuyo, trabajaba en el Hospital Central y era docente en la Facultad de Ciencias Médicas. Oscar Rojas recuerda: “Inesita era de familia patricia. Un encanto de mujer y profesionalmente impecable. Me ayudó en cirugías del Hospital Central, en el Servicio de Cardiocirugía del cuarto piso y en Cirugía Experimental de la Facultad”.

María Inés participaba del grupo de activistas vinculados al cura tercermundista y jesuita José María “Macuca” Llorens, en el barrio San Martín, de la Ciudad de Mendoza. Además, militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Compartió ambos espacios con su compañero, Carlos Jakowczyk, quien enseñaba deporte. Se conocieron cuando él estuvo internado en el Hospital Central y ella trabajaba allí. Se casaron y vivieron en la vieja casona familiar de La Puntilla, en Luján de Cuyo, en un construcción asignada a caseros.

El 16 de setiembre de 1976, en horas de la madrugada, secuestraron de su casa a María Inés, embarazada de siete u ocho meses, y a su esposo. Testigos afirman que los sacaron envueltos en sábanas. No se supo más de María Inés, de Carlos ni del bebé en camino.

María Inés tenía 28 años.

Sabino Rosales

Sabino nació el 5 de diciembre de 1949, en Junín, en el Este de Mendoza. Era uno de los cinco hermanos de una humilde familia de obrera rural que se instaló allá por los años 50 en la localidad de Bowen, General Alvear. Habían trabajado en Rivadavia como contratistas de viña y soñaban con que este traslado al sur les diera la posibilidad de adquirir su propia tierra. Pero la muerte prematura de María —su madre—, las complicaciones económicas derivadas de ser pequeños productores, la mala paga que recibían por las cosechas y las inclemencias del tiempo empujaron a los hermanos a trabajar como empleados fuera del campo.

Sabino estudió en la Escuela Nacional de Comercio de Bowen. Luego vivió en el Gran Mendoza, donde trabajó en el banco provincial. Trabajó desde temprana edad y siempre fue muy buen estudiante. Su hermano Fermín comenta que “Sabino era el que tenía más aptitudes para estudiar, por eso nosotros trabajábamos; él llegó a hacer dos años en uno y, además, tuvo una beca”.

Fue estudiante de ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional —cursó hasta quinto año—, militante estudiantil y de Montoneros.

Le decían “Lito” y también “Pantera Rosa”. Sus familiares señalan que organizaba e instruía grupos y tenía una gran actividad militante. Asimismo, aún recuerdan cuando lo acompañaban a las asambleas de la facultad, los cánticos y el compromiso que asumían por ese entonces las y los estudiantes.

Durante la dictadura militar, en dos oportunidades logró evitar que lo secuestraran. Vivió con su compañero Ricardo Alberto González, en un departamento ubicado en la calle Francisco Álvarez, en el barrio Bancario de Dorrego, Guaymallén. Fue asesinado el 17 de enero de 1977, cuando intentaba escapar de un operativo. Corrió y lo acribillaron por la espalda, en la puerta de su casa. Fue enterrado clandestinamente en el cuadro 33 del Cementerio de Mendoza. En mayo 2011 sus restos, identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, fueron devueltos a su familia.

Sabino tenía 27 años.

¡Hasta la Victoria Siempre, compañero Daniel Tagarelli!

Desde el EPM ex-D2 despedimos al compañero expreso político, Daniel Tagarelli. Abrazamos a sus hijes, familia y sus compañeros y compañeras. Falleció el viernes 18 de abril de 2025, vivía en su departamento natal, San Carlos.

Daniel comenzó su militancia en la escuela secundaria. En la década de1970, estudiaba derecho en la universidad pública de Mendoza. Participaba del movimiento estudiantil, en la agrupación Tupac (Tendencia Universitaria Popular Antiimperialista Combativa), rama estudiantil del partido político Vanguardia Comunista.

Cuando tenía 19 años, en la madrugada del 22 de noviembre de 1975, fue secuestrado por las fuerzas represivas junto a su hermano, Víctor. Los llevaron primero a la vieja Unidad I de la policía, en calle Mitre de Ciudad. Luego, al centro clandestino de detención, torturas y exterminio (CCD) que funcionaba en el Departamento de Informaciones (D2), dependiente de la misma fuerza provincial. De allí, lo trasladaron a la Compañía de Comunicaciones de Montaña 8, activo CCD del Ejército Argentino. Su periplo en calidad de preso político siguió por el penal Unidad 9 de La Plata. En 1978 pudo recuperar la libertad.

Daniel fue parte del movimiento de derechos humanos de Mendoza, como parte de la agrupación “Ex presos políticos para la Victoria”. Prestó declaración y testimonio numerosas veces y aportó, así, a la reconstrucción de la memoria del terrorismo de Estado y las resistencias. Fue activo promotor de la ley 8395, reparatoria provincial para ex presas y ex presos políticos.

Tuvo experiencias de gestión como Director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Luján de Cuyo. Fue el último Subsecretario de derechos humanos del Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos de Mendoza: ocupó ese cargo entre marzo y diciembre de 2015, luego el área fue desjerarquizada a Dirección. Él estaba a cargo de la Subsecretaría cuando, tras largos años de lucha de los organismos de derechos humanos y gestiones institucionales, comenzó la actividad de nuestro EPM ex-D2, a partir de la entrega parcial de recintos en el edificio conocido como Palacio Policial, que pertenecieron al CCD D2, y que actualmente gestionamos colectivamente.

¡Hasta la victoria siempre, Daniel!

Decimosexta colocación de Baldosas por la Memoria

17-12-24 | El EPM realizó el último acto de colocación de baldosas del 2024, junto a las familias Pérez-Güinchul-Fonseca. Este proyecto, que comenzamos en 2020 con la pieza fundacional «30 mil ¡presentes!», cerró este año con 103 nombres de compañeros y compañeras detenidas desparecidas, presentes en la explanada del edificio.


Emiliano Pérez y su sobrino, Jorge Albino Pérez, fueron secuestrados de su casa. Días más tarde, la pareja de Jorge, Gloria Fonseca, fue secuestrada en la terminal de ómnibus de Mendoza.
Fueron víctimas del Operativo Abril de 1977, persecución, desaparición y asesinato de militantes peronistas.
Mafalda Pereyra, madre de Jorge, fue una activa luchadora de Madres de Plaza de Mayo. Albino padre, la hermana de Jorge, Rosa; y la esposa de Emiliano, Isabel Güinchul, fueron referentes fundamentales en la militancia por la memoria, la verdad y la justicia, en el organismo Familiares de personas detenidas desaparecidas por razones políticas en Mendoza.
¡Emiliano, Jorge y Gloria, presentes, ahora y siempre!

Los perfiles

Emiliano nació el 24 de julio de 1942 en General Alvear, sureste de Mendoza. Tenía un hermano y dos hermanas: Albino, Ofelia e Irma.
Estaba casado y vivía con su compañera, Isabel Güinchul, y sus dos hijas: Susana, de 12 años, y Alejandra, de 9. Emiliano trabajaba para una empresa constructora y no tenía militancia partidaria, aunque sí le interesaba la política y ejercía la solidaridad
Sus hijas recuerdan a Emiliano como una persona trabajadora, apacible y solidaria, que “siempre estaba de buen humor”. Dicen que leía de todo, desde novelas hasta libros de física, bricolage e historietas. Le gustaba dibujar y hacer, con “su letra preciosa”, las carátulas de los cuadernos escolares de las chicas. Su casa estaba siempre llena de gente. Isabel y Emiliano dieron refugio a su sobrino, Jorge Albino Pérez y su esposa, Gloria Fonseca, quienes venían huyendo de la represión desde Córdoba.
El 6 de abril de 1977, una patota de personas armadas, vestidas de civil y con pelucas, movilizadas en varios vehículos, atacaron la casa de Emiliano, la destrozaron, levantaron hasta los pisos, robaron sus pertenencias, destruyeron los libros, rompieron los colchones y se llevaron las fotografías. Secuestraron a Emiliano y a Jorge Albino.
Emiliano tenía 43 años.

Jorge Albino Pérez

Jorge nació el 21 de septiembre de 1950 en San José, localidad del departamento de Guaymallén, en Mendoza. Creció en General Alvear, departamento del sureste de la provincia, junto a su madre, Mafalda Pereyra, su padre, Albino (quien estuvo dos veces detenido por razones políticas, en 1976 y en 1979); sus hermanas, Graciela, Verónica y Rosa; y su hermano, Gustavo. Una familia de intensa participación en el movimiento de derechos humanos.
Le decían de apodo “Diente”. Hizo la secundaria en la Escuela de Comercio de General Alvear, institución a la que asistieron 6 personas que resultaron víctimas de desaparición forzada.
Jorge comenzó en 1969 la licenciatura en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba. En ese marco, conoció a su pareja, Gloria Fonseca, con quien vivió y militó -en esa ciudad- entre 1970 y 1975. Participaban en la organización Montoneros y en la Juventud Peronista (JP).
Huyendo de la represión, se trasladaron a Mendoza y deambularon por varias casas. La última fue la de Emiliano Pérez e Isabel Güinchul, tío y tía de Jorge. Continuaron su militancia en su localidad de residencia, Las Heras.
El 6 de abril de 1977, como parte de un operativo de las fuerzas conjuntas contra militantes de Montoneros, patotas de represores allanaron la casa de Isabel y Emiliano, se llevaron secuestrados a Jorge Albino y a Emiliano.
El 9 de abril, cuando Gloria volvía de Córdoba por razones de trabajo, fue secuestrada en la terminal.
Jorge tenía 26 años.

Fuentes:
https://lesahumanidadmendoza.com/2021/03/jorge-albino-perez-pereira/
https://apm.gov.ar/presentes/detalle/4739

Gloria Fonseca

Gloria nació el 27 de enero de 1933 en la ciudad de Córdoba.
Trabajaba en la Administración Pública, en la caja de jubilaciones del Instituto Provincial de Atención Médica (IPAM). Era delegada gremial en el Sindicato de Empleados Públicos de la Provincia de Córdoba (SEP).
Le decían “Nelly”, era Asistente Social, recibida en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), luego en los barrios con la Juventud Peronista (JP) y se incorporó a Montoneros. Participó del “Cordobazo”.
Estaba en pareja con el mendocino Jorge Albino Pérez; vivieron y militaron juntos en Córdoba entre 1970 y 1975. Como consecuencia de la persecución política, se vinieron a vivir a Mendoza, estuvieron en varias casas, también huyendo de la represión. En un momento, Jorge y Gloria pidieron amparo a Isabel Güinchul y Emiliano Pérez, tía y tío de Jorge que vivían en Las Heras. En esa localidad siguieron su militancia política. El 06 de abril de 1977 Jorge fue secuestrado junto a su tío Emiliano.
Gloria fue secuestrada el 9 de abril de 1977 en la Terminal de Ómnibus de Mendoza, cuando regresaba desde Córdoba, a donde había viajado por razones laborales.
Gloria tenía 34 años

15.ª Baldosas por la memoria: en defensa de la universidad pública

20-11-2024 | En la jornada se colocaron nombres vinculados a la defensa y prestigio de la universidad pública argentina. Mauricio Amílcar López, Daniel Olivencia y Raquel Moretti ya forman parte del mar de memoria del EPM.

Noviembre fue el mes elegido para sumar baldosas en memoria de víctimas del terrorismo de Estado perseguidas por el régimen por su participación colectiva en ámbitos de la educación superior. La decimoquinta colocación se realizó el 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional, en el marco de las acciones vinculadas al 22 de noviembre, fecha en que se celebra la gratuidad universitaria, establecida por decreto en 1949.

Participaron, especialmente, referentes estudiantiles, gremiales e institucionales de las universidades nacionales de San Luis y de Cuyo. La Agrupación Nietes, integrante del EPM, y la Asamblea Interfacultades tomaron la palabra en representación de las juventudes; el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), la Fundación Ecuménica de Cuyo (FEC), compañeros y compañeras de militancias y estudios de López, Olivencia y Moretti, se sumaron a familiares que participaron de la colocación.

Perfiles

Mauricio Amílcar López

Foto: @mari_127_

Mauricio nació en Bahía Blanca, el 18 de abril de 1919. Creció junto a sus hermanos y hermanas, en una familia vinculada a la Iglesia Evangélica de los Hermanos. Su padre trabajaba en Correos y Telégrafos. Cuando era joven, la familia se trasladó a Mendoza y Mauricio estudió filosofía en la Universidad Nacional de Cuyo, donde, más tarde, también fue profesor. Escribió varios libros y realizó un doctorado en Filosofía en la Universidad de París. Fue un gran académico e intelectual de reconocimiento mundial.

Mauricio fue profesor de Lógica y filosofía, de Psicología y Pedagogía, y dictó cursos y conferencias como integrante del Consejo Mundial de Iglesias. Colaboró en la organización de la Conferencia Mundial de Iglesia y Sociedad bajo la consigna de “el compromiso cristiano en la revolución técnica y social de nuestro tiempo”.

En 1972, Mauricio López fue fundador —como pastor de la Iglesia de los Hermanos Libres— de la Fundación Ecuménica de Cuyo (FEC) y del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), junto a la pastora Alieda Verhoeven, el obispo metodista Federico Pagura, el exsacerdote católico Rolando Concatti, el referente cultural Oscar Bracelis, entre otras personas. La FEC trabajó fuertemente en la solidaridad con las personas que llegaron a Mendoza huyendo de la dictadura en Chile.

En 1973 fue nombrado rector de la recién creada Universidad Nacional de San Luis, cargo que ocupó hasta el golpe militar de 1976. Nora, una joven estudiante del profesor Mauricio López, lo recuerda como “una persona muy agradable, con sus ojos azules, profundos; su hablar pausado y reflexivo, su enorme capacidad para explicar y, más importante todavía, para escuchar la palabra de sus estudiantes ‘como si ellos y ellas le revelaran el mundo’. Se destacaba su profunda humanidad”.

“Pudo haberse ido”, piensan, pero él no pudo imaginar que existiese tamaña brutalidad. Mauricio López fue secuestrado el 1 de enero de 1977 de su casa de Mendoza. Estuvo detenido en el centro clandestino de detención de Las Lajas. Permanece desaparecido.

Mauricio tenía 57 años.

Daniel Horacio Olivencia

Foto: @mari_127_

Daniel nació el 7 de octubre de 1950 en Mendoza. Cursó la escuela secundaria en el Liceo Militar General Espejo. Comenzó la carrera de Psicología en la Universidad Aconcagua, luego siguió sus estudios en la Facultad de Antropología Escolar, donde fue presidente del centro de estudiantes y se recibió de psicólogo en diciembre de 1974. Fue la última cohorte que egresó allí.

El 1 de abril de 1977, esa facultad fue cerrada por la dictadura. Hasta hoy, solo quedó la opción privada para estudiar la carrera de Psicología. Daniel también tenía conocimientos avanzados en electrónica y era un deportista destacado en esquí y andinismo.

Estaba en pareja con Ana Montenegro, se conocieron mientras estudiaban psicología. Tuvieron una hija, Victoria. “Él era una persona muy especial, no solo físicamente, sino que también era inteligente y carismático. Se preocupaba por el otro y sabía que en su lucha se jugaba su propia vida”. Daniel realizaba trabajo social entre los sectores populares en Mendoza.

“Como hija —dice Victoria— me gustaría que se recuerde la preocupación que tenía de transformar una realidad injusta que se mantiene hasta estos días, y por no ser indiferente. Me emociona pensar que es muy fuerte el parecido con mi padre”.

Daniel militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en la organización Montoneros. Compartió activismo y vivienda con María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, pareja que fue desaparecida y cuya hija es la nieta de identidad restituida número 127, Miriam.

En 1975, el Comando Anticomunista Mendoza (CAM) puso una bomba en su casa. Daniel declaró, a diarios de la época, que sabía que el atentado fue por su compromiso con defender las conquistas estudiantiles. Luego, Daniel fue secuestrado y, gracias a sus compañeras y compañeros, pudo ser liberado. En el mismo año, le colocaron una segunda bomba. Se refugiaron con Ana en San Juan, continuaron la militancia, puso un taller de reparación de televisores y, en septiembre, nació Victoria.

Daniel fue secuestrado el 23 de octubre de 1976. Trató de resistir su captura, fue perseguido por la policía y herido de bala en la esquina de República del Líbano casi España, en Rawson. Lo llevaron a la Central de la Policía, luego no se supo más nada de él. Daniel tenía 26 años.

Raquel María Moretti Navarro

Foto: @mari_127_

Kelly, como le decían, nació el 27 de junio de 1949. Era la mayor de tres hijos del matrimonio de Emma y Horacio. Estudió en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, se recibió de maestra y también daba clases de inglés.

Un poco después de terminar la secundaria, Kelly ingresó a la Escuela Superior de Periodismo, que luego cambió su nombre a Escuela de Comunicación Colectiva. Cursó toda la carrera y participó activamente del centro de estudiantes. Era seria e inteligente en las asambleas. Raquel tenía una relación con Edesio Villegas, también desaparecido.

Militó en Montoneros, en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y fue delegada sindical por el Ministerio de Economía, trabajo que tuvo que abandonar los primeros meses de 1976. Su sobrina, Carolina, recuerda que Kelly era una persona muy alegre, de muy buen carácter. «Teníamos una familia enorme, había muchos chicos y ella se encargaba de entretenernos para que no destruyéramos la casa de los abuelos”, cuenta.

Hasta que pasó a la clandestinidad, vivió con sus padres en la Ciudad de Mendoza. Su casa estuvo siempre abierta a juntadas, mateadas, reuniones entre estudiantes, compañeros y compañeras de militancia, y “eso se cortó cuando se produjo el golpe”. Huyendo de la persecución y la represión, Raquel se fue a San Juan, pero siempre procuró mantenerse comunicada con su familia. Su padre le ofreció irse del país, pero “ella en ningún momento quiso separarse de sus compañeros, de la organización”, contó su hermano.

Desde la clandestinidad, Raquel le escribió una carta a su tía Alicia Moretti, donde relataba que les había ofrecido a los militares entregarse para explicar el objetivo de la lucha. “Kelly escribió esa carta en lápiz, sobre un papel casi transparente”. Alicia la leyó, y fue la primera vez que Carolina escuchó la frase ‘justicia social’”.

Volvió a Mendoza y se alojó en la casa de su amigo Aldo Casadidío, en la calle Leopoldo Lugones de Ciudad. Allí sufrieron el secuestro y la desaparición el 7 de diciembre de 1976.

Raquel tenía 27 años.

14.ª colocación de Baldosas por la Memoria

04-10-2024 | Junto a familiares, amistades, amores y gente cercana, colocamos cinco nombres más en nuestro mar de memoria. Esta vez, se hicieron presentes Paulo Laffite, Alfredo Escamez, Liliana Galarza, Miguel Poinsteau y Héctor Galeano. Además, colocamos una placa cerámica para recordar a nuestra compañera Sofía D’Andrea, militante histórica y pilar fundador de nuestro EPM.

¡30000 presentes ahora y siempre!

En el marco de la celebración por los 9 años de vida del Espacio para la memoria y los derechos humanos ex-D2, hicimos la décimocuarta colocación del proyecto Baldosas por la Memoria. La primera fue en el año 2020, el 12 de septiembre, día en que cumplimos 6 años.

Perfiles

Cada baldosa colocada, la acompañamos por la lectura de un perfil vital de la persona que homenajeamos. Estas biografías las trabajamos en el marco del proyecto Trayectorias de vida, que articula con el Colectivo Juicios Mendoza, el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) y los registros históricos de las biografías que realizó Susana Muñoz. También otras fuentes de información dedicadas a la memoria de los y las desaparecidas y asesinadas en relación a la dictatura cívico militar.

Miguel Alfredo Poinsteau Newman

Miguel nació el 22 de enero de 1943 en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre era francés y su madre estadounidense. Estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Cuyo y vivía en la Ciudad de Mendoza. Tenía muchos afectos y amistades que lo recuerdan como una persona entrañable, notoria y querida. También lo destacan como bondadoso, carismático, solidario y ético. Su amigo y compañero de estudios Alberto Gago, recuerda: “Un día íbamos caminando por la calle San Martin y había un muchacho que estaba tratando muy mal a una chica, se paró y se metió. Se metía en todas, no se bancaba la injusticia, no se bancaba el machismo”.

Miguel era fotógrafo, trabajó como tintorero y también en la agencia de publicidad Cesar Aldagón Propaganda. Hizo paracaidismo. Era Mago y fue vicepresidente de una asociación mendocina vinculada a esta actividad.

El 4 de noviembre de 1976, irrumpieron violentamente en su casa de calle Vucetich 3444 de la sexta sección de Ciudad. Personas de las fuerzas de seguridad y militares, probablemente de la Octava Brigada de Infantería de Montaña, robaron elementos y lo secuestraron. Fue llevado directamente al Departamento de informaciones 2 de la policía, aquí, al centro clandestino de detención “D2”. Colette Newman, su madre, lo buscó incansablemente, presentó habeas corpus a la Justicia, que nada hizo y que la cargó con los gastos de gestión. Miguel permanece desaparecido.

Miguel tenía 33 años.

Paulo Alberto Lafitte Agüero

Paulo nació el 9 de octubre de 1955 en la zona de Olivos, en Vicente López, provincia de Buenos Aires.
El 5 de febrero de 1976 comenzó el servicio militar como conscripto en la Escuela de Esquiadores de Alta Montaña 8, en la zona mendocina de Puente del Inca, Las Heras.

En el libro «El Escuadrón Perdido» de José Luis D’Andrea Mohr, se recuperan cartas entre Paulo y su madre, en las que él narra las violencias que sufría en la Compañía, su miedo por haber sido acusado de ser marxista y el temor ante el posible castigo: «allí decidieron que debían castigarme, todavía no sé en qué consiste el castigo pero sé que no será blando», relató.
La última carta recibida fue el 11 de noviembre de 1976, allí Paulo anunció su baja e inminente vuelta a Buenos Aires, algo que jamás ocurrió.

El 24 de noviembre, las hermanas de Paulo fueron detenidas en Buenos Aires para amedrentar a la familia, las liberaron a la semana. Su madre viajó a Mendoza, habló con el mayor Fernando Barrault. Este jefe le dijo que Paulo había sido derivado al Hospital Militar acusado de consumos problemáticos junto a otros soldados. También le dijo que «dada su edad” lo más probable es “que ande por allí con una mujer”.
En el Hospital Militar le dijeron que Paulo había sido internado por solicitud del médico de la Compañía de Esquiadores porque consideraba que el joven padecía de «personalidad psicopática», diagnóstico que fue reafirmado por una Junta Médica militar del 17 de noviembre de 1976.
Ya en Buenos Aires, cuando la señora decidió hacer nuevas averiguaciones o denuncias, le aconsejaron «desistir» para no poner en peligro la vida de sus dos hijas. Paulo jamás apareció.
Paulo tenía 21 años.

Héctor Armando Galeano Silva

Héctor nació en San José, Guaymallén, Mendoza. No sabemos qué día.

Le decían “El Doctor». Fue presidente de la Cooperadora de la Escuela Nº 6 “Nuestra Señora de la Merced” de Villa Constructora en la localidad de San Justo, La Matanza, en la provincia de Buenos Aires. Allí vivía.
Héctor trabajaba en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), en la seccional de Floresta. Desarrollaba tareas de empalmador desde el 14 de marzo de 1967.

Era militante peronista y delegado gremial en la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (FOETRA).

Héctor era de San Lorenzo y participaba del Partido Peronista Auténtico.
Se casó con Dominga Celia Vélez, tuvieron 3 hijas y un hijo: Ana, Stella, Guillermo y Lily.

El 17 de noviembre de 1976 Héctor fue secuestrado en su casa de la calle Peribebuy, en La Matanza.
Junto con él, secuestraron a otros cuatro compañeros de militancia. Fueron llevados primero a la Brigada de San Justo, luego pasaron por un cuartel militar en Ciudadela y de allí fueron trasladados a un Centro Clandestino de Detención en Avellaneda, conocido como el Infierno o Infiernillo, donde fueron desaparecidos.
Héctor tenía 41 años.

Liliana Amalia Galarza

Liliana nació el 23 de junio de 1952 en Godoy Cruz, provincia de Mendoza. Allí creció junto a su madre, Blanca Mercedes Martínez; su padre, Martín Galarza; su hermana mayor, María Rosa; sus hermanos menores Osvaldo, Carlos y Héctor; y la hermana más chica, Patricia. Cursó la primaria en el colegio Compañía de María de Godoy Cruz y la secundaria en María Auxiliadora.

Le decían “Petisa” y en grupos militantes la conocían como “Diana” ó “Jimena”. Estudió ingeniería Química en Mendoza, en la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional Mendoza (UTN). Luego, ya viviendo en La Plata, estudió arquitectura en la Universidad Nacional de esa Ciudad. Trabajó desde 1971 en la oficina local de Gas del Estado. Fue cesanteada el 4 de marzo de 1977 por “abandono de servicio”. Su legajo fue reparado en el año 2012.

Era militante peronista, integrante de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Estaba en pareja con Ricardo “Pancho” Molina.

El 18 de noviembre de 1976 fue secuestrada en la vía pública, en la ciudad de La Plata. Estaba embarazada de 4 meses, la mantuvieron recluida en el centro clandestino de detención Brigada de Investigaciones de La Plata, donde dio a luz a su hija Mercedes el 3 de abril de 1977.

En julio de 1977, desde el centro de detención permitieron que Liliana contactase a la familia. En Octubre, Mercedes fue entregada a la familia de Liliana. El 18 de diciembre de ese año se tuvo la última información de Liliana, fue desaparecida. El papá de Liliana dio testimonio en el Juicio a la Juntas de 1985. La familia fue querellante en los juicios a Miguel Etchecolatz, al cura Von Wernich y en el proceso por el denominado Circuito Camps.

Liliana tenía 25 años.

Francisco Alfredo Escamez Ruarte

Alfredo nació el 25 de mayo de 1953 en el departamento de Las Heras, en Mendoza. En esa localidad creció y allí conoció a Gisela Tenembaum.
Alfredo estudiaba ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), en Mendoza, a unos metros de aquí. Trabajó como chofer de taxi y fue activista gremial en ese sector. Para 1975 trabajaba como viajante.
Cuando Gisela tenía 16 años y Alfredo tenía 18, en 1971, comenzaron su relación de pareja. Formaron parte de la Juventud Peronista (JP), tuvieron militancia universitaria y se unieron a la organización Montoneros. En momentos de aumento de la persecución, debieron pasar a la clandestinidad.
Gladys Escamez, hermana de Alfredo, recuerda a la pareja “con ideales” realizando trabajo solidario en los barrios vulnerables de Mendoza. Heidi Tenembaum, hermana de Gisela, relató que anunciaron que se casarían en marzo de 1976, sin embargo, en febrero de ese año, sufría una fuerte persecución y debieron dejar la provincia, se radicaro en San Juan.
Alfredo consiguió trabajo en una mueblería de San Juan, pero el 27 de octubre de ese año cayó en manos de la represión, en un operativo de ataque a una cita: Alfredo decidió reemplazar a Gisela y asistir él al encuentro con un contacto que se presentaba riesgoso. Alfredo fue al lugar, en Desamparados, lo secuestraron y desaparecieron. Según información de dos diferentes fuentes, Alfredo fue trasladado a Mendoza y pasó por el Departamento de informaciones 2 de la policía (D2). No se supo más de él.
Meses después, Gisela volvió a Mendoza, afectada, y fue víctima del operativo de abril de 1977 contra la JP.
Alfredo tenía 23 años.

Baldosas por la Memoria: décimotercera colocación, en la semana del #24M

18|03|2024 En el marco de las actividades en el mes y semana de la memoria, el EPM colocó una nueva baldosa en la explanada. Se hizo presente la compañera Gisela Tenembaum.

Estuvieron presentes miembros de la familia Tenembaum y también de familiares de Alfredo Escamez, detenido desaparecido en octubre de 1976 y cuya baldosa se colocará más adelante para que su hermana pueda estar presente. Heidi, la hermana de Gisela, colocó la baldosa.

Gisela Lidia Tenenbaum Markstein

Gisela nació el 4 de febrero de 1955 en la Ciudad de Mendoza. Creció en un hogar con fuerte compromiso social: con su madre, la recordada Madre de Plaza de Mayo, Helga Markstein; su papá Guillermo, y sus hermanas Heidi y Mónica.  El matrimonio militó en el partido comunista hasta el 76.

Gisela hizo la primaria en la escuela Ricardo Rojas, en la cuarta sección de Ciudad; y la secundaria en la escuela de bachillerato técnico químico industrial n°12 de Las Heras, actualmente colegio Capitán Vazquez. Luego comenzó la carrera INGENIERIA ELECTROMECANICA, en la UTN. Militaba en la organización Montoneros.

Estaba en pareja con Alfredo Escámez, estudiante también de la Universidad Tecnológica Nacional. Detenido desaparecido en octubre de 1976.

Guillermo repetía que su hija era «voluntariosa, muy empeñosa. En el colegio donde cursaba,  en la Esc. Química se  acostumbraba, en el último año, entregar tres medallas de oro: una para el mejor alumno del último año, uno para el mejor promedio de todos los años y otra para el mejor promedio en ciencias exactas, Ella se llevó las tres medallas de oro. Y durante varios años elegida mejor compañera, hacia natación y obtuvo el título de Campeona Argentina en estilo Pecho  durante muchos años sin que nadie logre su marca.

Helga decía: “nosotros, en la juventud, estábamos en el Partido Comunista, Guillermo tenía sus ideas políticas y las transmitía a Gisela y sus hermanas. Gisela jamás se unió al Partido, pero su forma de ser y pensar era  hacer algo por un mundo mejor”

La última vez que su familia la vio personalmente fue el 3 de abril de 1977. Posteriormente hablaron por teléfono ‒incluso el 8 de abril‒, Gisela los puso en conocimiento de que su compañera, Ana María Moral, había caído herida o quizás muerta a manos de la represión militar. También les contó que ella y Juan José Galamba, al oír disparos próximos, habían logrado escapar. Hasta el momento del asesinato de Ana Moral, Gisela tuvo contacto con sus padres. Pero luego de eso ya fue desaparecida.

Gisela tenía 22 años.

11.° Baldosas por la Memoria: una recuperación de la historia familiar y una reposición.

21-11-2023 | Ismael Zapata es un mendocino que formó familia y vivió en Almirante Brown, Buenos Aires, donde fue referente social y poítico y es ampliamente reivindicado. En la familia mendocina, su memoria fue escasamente recuperada hasta que una sobrina nieta recuperó su historia. Hoy, su baldosa y su pancarta, tienen quien las eleve en Mendoza.

Además, se repuso la baldosa de Isabel Membrive, sanrafaelina secuestrada en Mendoza, el 25 de mayo de 1978, en el marco del operativo especial dispuesto con motivo del Mundial de Fútbol. La baldosa fue colocada al lado de la de su compañero, Juan Carlos Charparín.

Horacio Ismael Zapata

Horacio nació el 19 de mayo de 1919 en la Ciudad de Mendoza. Creció en Villa Nueva, Guaymallén. Hijo de Mercedes Zapata, tuvo 7 hermanas mujeres y 3 hermanos varones, la más chica falleció este año. En la década del ’50 se fue a vivir a Buenos Aires, a la localidad de Almirante Brown. Se casó en 1960 con Dominga Sarmiento, tucumana que también había ido Buenos Aires a buscar una vida mejor. Padre de 5 hijos: Rosita, Jorge, Mercedes, Olga y Francisco.

Allí hacía diversos trabajos por cuenta propia, era albañil y también botellero, vivía del día a día, en San José, un barrio muy humilde de las afueras de Almirante Brown. En su Mendoza natal era simpatizante del radicalismo pero en la marea del conurbano bonaerense abrazó el peronismo. Horacio era militante del MR-17, Movimiento Revolucionario 17 de Octubre, y delegado municipal en su barrio. Cuando se formó la Comisión para la Salita del barrio, el histórico dirigente Luis Cepeda y Horacio fueron elegidos por sus vecinos como Presidente y Vice.

 En la tarde del 19 de agosto de 1976 fue secuestrado por las fuerzas represivas, a pocas cuadras de su casa, en la casa del compañero Juan Castro. Lo metieron en un baúl salvajemente golpeado, de allí lo llevaron hasta su casa ubicada en Mitre 6083, en el Barrio San José. Allanaron la casa, simularon fusilar a su esposa y su hija más chica, que estaba completamente sitiada por militares y policías. A su hija Mercedes se la llevaron en el operativo. Allanaron también la casa de Rosita, su hija mayor, que vivía muy cerquita, la golpearon, amenazaron y robaron todo lo que encontraron. Horas más tarde, liberaron a Mercedes que volvió caminando sola desde una calle lejana. Él permanece desaparecido.

Horacio tenía 57 años.

El Operativo Mayo de 1976 en las 10.° Baldosas por la memoria del EPM

06-07-2023 | Se colocaron 11 baldosas en la explanada del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 con los nombres de militantes de la Juventud Guevarista y el Partido Revolucionario de los Trabajadores, víctimas de asesinatos y desapariciones en el operativo de mayo de 1976.

El miércoles 5 de julio se realizó el noveno acto de instalación de baldosas blancas con los nombres, fechas de caída y edades de compañeros y compañeras asesinadas y desaparecidas por el terrorismo de Estado de y en Mendoza. Hasta el momento, se han colocado 84 baldosas. La primera de ellas fue inaugural, en septiembre de 2020, con la inscripción “30000 presentes”.

El Operativo de mayo de 1976 fue la persecución, ejecución, secuestro y desaparición de 22 militantes de la Juventud Guevarista (JG), el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). De esas 22 personas, algunas fueron sobrevivientes y han dado testimonio para la reconstrucción del grupo y las caídas. En este acto de colocación de Baldosas por la memoria, recordamos a once: Alberto Bernal, Juan Bernal, Raquel Herrera, Edmundo Beliveau, Virginia Adela Suárez, Héctor Pablo Granic, Hugo Talquenca, Julio Talquenca, Blanca Santamaría, Silvia Campos y Mario Luis Santini.

Las otras víctimas del operativo fueron sobrevivientes: Víctor Sabatini, Nélida Allegrini, Valentín Sabatini, Liliana Tognetti, Graciela Leda, Silvia Schvartzman, Eugenio Paris, Carlos Roca, Raúl Acquaviva, Vivian Acquaviva, Antonio Siro Vignoni, Nicolás Zárate y Jaime Pedraza. Daniel Moyano fue desaparecido, la baldosa con su nombre se colocó con anterioridad.

Las trayectorias de vida

Virginia Adela Suárez Moreno

Virginia Adela Suarez

Nació el 7 de agosto de 1953 en la Ciudad de Mendoza. Era docente y estudiante. Le decían Vivi. Era docente titular en la escuela Serú, de Luzuriaga, Maipú.

Su madre, Haydée Moreno de Suárez, la buscó por décadas de la mano de organismos de derechos humanos. Comenta en el libro Hacerse Cargo: “Puede parecer presuntuoso, pero Vivi era inteligente ciento por ciento. Por eso fue abanderada en el Politécnico Díaz Gastaldi y en el Magisterio. Se recibió de maestra, ejerció y estudió periodismo hasta segundo año. Pero en unas vacaciones le confesó al hermano que quería seguir Ciencias Económicas”.

“Le gustaba ayudar sin mirar cómo vestía la persona, sobre todo a la juventud. Trabajó también con el padre Llorens, ayudaban a la gente a leer y escribir. También era guía y, junto a su hermano Carlos, que era Scout de Murialdo, ayudaron a la gente en el aluvión en el 70. Trabajaban hasta altas horas de la noche, venían, descansaban algo y volvían a juntar alimentos”.

“Tenía grupos de amistades porque trabajaba con los chicos de Carrodilla y del Magisterio. Tenía sus ideas políticas para mejorar la situación de Argentina, veían mucho el problema de los desocupados, de los pobres. Trabajó con el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Era muy elegante, le gustaba vestir bien (…) era alta y todo le sentaba”.

h

Su amiga Alicia Rodríguez cuenta que “una vez, allá por el 74, en la casa de la Bertuca, donde todos íbamos a tomar mate con tortitas”, la Vivi le ofreció su amistad. “Yo sentía una gran admiración por ella y que me eligiera para ser su amiga me emocionó. Uno de mis recuerdos más vívidos es durante la toma de la Escuela de Comunicación Colectiva, en la noche. La Vivi, envuelta en un poncho, riéndose de las canciones de Billy Lee Hunt. Tengo también la sensación de verla tranquilizándome cuando yo estaba aterrada por lo que pasaba, por la represión, las torturas y el encarcelamiento. Siempre con esa sonrisa franca y abierta, y esa mirada profunda e inteligente”.

El 13 de mayo, por la madrugada, ingresó una patota de represores por los techos de la casa de la familia, en calle Barraquero de Godoy Cruz. Rompieron el portón, vendaron a Carlos y a su madre, y se llevaron a Virginia. La sacaron de su habitación en camisón. “Gritaba. No pedía que la soltaran, lo ordenaba”, contó su hermano.

Vivi tenía 22 años.

Edmundo Samuel Believeau Sirerol

Edmundo Beliveau

Nació el 9 de agosto de 1956 en la Ciudad de Mendoza. Estudió en la escuela ENET de Maipú, donde conoció a Pablo Granic.

Edmundo huía de la represión previa al golpe del 24 de marzo de 1976 y se hacía llamar Pedro Quinteros. Según su hermano, participaba del “Movimiento de Trabajadores” —posiblemente Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)—. Reconoció los nombres de los hermanos Julio y Hugo Talquenca y de Carlos Roca como amigos del joven.

El 14 de mayo de 1976 a las 2.30 de la madrugada, Edmundo se encontraba alojado en la casa de los Granic cuando fue arrasada por un operativo del Ejército. Los dos jóvenes fueron secuestrados en el marco del operativo que se realizó esas semanas contra militantes de la Juventud Guevarista y el PRT.

La familia se enteró al día siguiente por un joven que avisó que las fuerzas de seguridad lo habían secuestrado. Luego de la desaparición, su padre hizo averiguaciones en la Comisaría Séptima y en el Comando del Ejército, sin tener más noticias de su hijo.

Edmundo tenía 19 años.

Pablo Héctor Granic

Pablo nació el 1 de abril de 1956 en Guaymallén, creció en el seno de una familia numerosa que integraban padre, madre y seis hermanos y hermanas, quienes compartían una vivienda en el barrio Batalla del Pilar de Godoy Cruz.

Según cuenta su hermana Mirta, cuando Pablo terminó el secundario, con el título de Técnico Industrial, se dispuso a la búsqueda de trabajo. Compartían inquietudes de su oficio y formación con Hugo Talquenca. También tuvieron proximidad política cuando ambos se enrolaron en la Juventud Guevarista.

Pablo era “sociable, de carácter tranquilo y muy familiero; le gustaba tomar mate y escuchar música rodeado de amigos”. 

El 14 de mayo de 1976, a las 2.30 de la madrugada, la casa de la familia Granic fue arrasada por un operativo del Ejército. Junto a Pablo estaba alojado un compañero que, según las actuaciones policiales, portaba el documento de Pedro Rafael Quinteros, pero se trataba de Edmundo Beliveau. Ambos fueron secuestrados y no se supo nada más de ellos.

Pablo tenía 20 años.

Hugo Alfredo Talquenca Sabatini

Hugo Talquenca

Nació el 6 de mayo de 1955 en Maipú. Vivía en una modesta vivienda de Gutiérrez con su madre, su padre, su hermana —Patricia— y su hermano mayor —Julio Félix—. Don Hugo Talquenca, el padre, se dedicaba a la albañilería acompañado por Julio y, eventualmente, por Hugo.

Hugo Alfredo cursó desde 1973 la especialidad de Maestro mayor de obras en la ENET Nº 5 de Mendoza. Luego siguió en la escuela Pablo Nogués. Trabajó en la bodega Furlotti. Según su propia familia, Hugo tenía militancia política. Patricia precisó que “tenía ideas socialistas (…) pretendía la igualdad entre todos”.

El joven tenía una relación fluida con los hermanos Alberto y José Bustamante, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que vivían en la zona. También se relacionaba con Héctor Pablo Granic y Virginia Adela Suárez. Compartían la militancia en la Juventud Guevarista, vinculada al PRT.

Según testimonios de vecinos y vecinas, y compañeros y compañeras de estudios que declararon en el segundo juicio por delitos de lesa humanidad, los Talquenca eran muchachos sencillos, de trabajo, muy sociables, que compartían las actividades vecinales y eran aficionados a jugar al fútbol.

En el marco del operativo de mayo de 1976 contra militantes de la Juventud Guevarista, el día 14, Hugo fue secuestrado junto a su hermano, Julio. Una patota del Ejército, en un gran despliegue de hombres armados, se los llevó de su domicilio de la calle Julio A. Roca, de Gutiérrez, en horas de la noche, sin que se les permitiera siquiera vestirse.

Hugo tenía 21 años.

Julio Félix Talquenca Sabatini

Félix Talquenca

Nació el 9 de julio de 1952 en Mendoza. Cursó la primaria en la escuela Juan Eugenio Serú y la secundaria en la ENET Emilio Civit. Era maestro mayor de obras en la construcción y obrero en una Compañía Química. Cuando lo secuestraron estaba a punto de casarse.

Vivía en la modesta casa familiar, en Gutiérrez, con su madre, su padre, su hermana Patricia y su hermano menor, Hugo. Se dedicaba a la albañilería junto a su padre, don Hugo Talquenca, y, eventualmente, su hermano.

Según su propio padre, “Julio no era político”, pero transitaba espacios y amistades junto a su hermano, Hugo, vinculado a la militancia guevarista.

El 14 de mayo de 1976, en el marco del operativo contra la Juventud Guevarista y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), fue secuestrado de su hogar, junto a su hermano. Una patota de agentes del Ejército, numerosa y fuertemente armada, se los llevó en horas de la noche.

Julio tenía 23 años.

Blanca Graciela Santamaría Calderón

Blanca Graciela Santamaría

Nació el 23 de mayo de 1952 en la Ciudad de Mendoza. Hizo los estudios secundarios en el Colegio Universitario Central (CUC) y cursaba el 5.º año de la carrera de Artes Plásticas en la UNCuyo. Participaba en el PRT-ERP, donde la conocían como “Marcela”. Reemplazó a Fátima Llorens como responsable de una célula del partido cuando esta fue detenida”.

Cuenta Mariú Carrera: “Nos veíamos con frecuencia, siempre con trabajos a determinar, alrededor de la Asociación de Actores de Mendoza. Blanca Graciela era nuestra responsable política al momento de su secuestro. Es una compañera muy querida, comprometida, rigurosa para cumplimentar con el estudio, la proyección y la reflexión. La recordamos con calma y respeto. Era artista plástica”.

Blanca fue secuestrada el 15 de mayo a las 2 de la mañana, en su casa del barrio Unimev. Estaba convaleciente de bronquitis, se la llevaron enferma. Más de veinte hombres armados —algunos de civil y otros con uniforme militar—, con peluca, radiotransmisores y distintos accesorios ingresaron violentamente a la vivienda. Algunos treparon por las paredes de casas vecinas. Amordazaron al padre y encerraron a la madre y a los hermanos en el baño.

Héctor Toledo, un vecino, declaró que arribaron varios vehículos y en uno subieron a Blanca. Se la llevaron en camisón y desde entonces está desaparecida. Su hermana, Florencia, había sido secuestrada antes y estaba en la cárcel de Devoto. Allí su madre le contó todo. Cuando fue el operativo, en la casa había un compañero de Blanca —Osvaldo Zuin—, quien logró escapar. Su novio, Claudio Sarrode, había caído  antes.

Blanca tenía 23 años.

María Silvia Campos Catania

Silvia Campos

Silvia nació el 26 de febrero de 1953 en la Ciudad de Mendoza. Estudiaba medicina en la Universidad Nacional de Cuyo y militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

La noche de su desaparición, el 15 de mayo de 1976, Silvia Campos estaba con Frida Angélica Capatto, su compañera y amiga. Alrededor de quince personas armadas ingresaron a su casa de calle Pedernera, en San José, Guaymallén. La patota tenía pantalones azules y borceguíes, arribaron en distintos autos. Uno de ellos tenía un pasamontaña grueso. Redujeron a su papá y a su mamá, mientras que a Capatto la encapucharon con la funda de una almohada.

Antonia Adriana Campos, hermana de Silvia, también fue secuestrada por el terrorismo de Estado y desaparecida, junto a su esposo Antonio Alcaraz. Cayeron en el marco del Operativo Escoba contra militantes del PCML junto a su hijo, Martín, quien estuvo retenido en el D2 y fue devuelto a los abuelos.

Silvia tenía 23 años.

Mario Luis Santini Jofré

Mario Santini

Nació el 22 de marzo de 1956 en Guaymallén. Cursó la primaria en la escuela Mariano Moreno y estaba en cuarto año de electromecánica de la secundaria en el colegio Pablo Nogués.

Era empleado en la municipalidad de Las Heras, donde trabajó hasta el 24 de marzo de 1976, el día del golpe de Estado, momento a partir del cual su contrato no fue renovado. Mario militaba en la Juventud Guevarista, vinculada al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Era amigo y compañero de estudios de varias otras víctimas del operativo contra militantes de esos espacios que desataron las fuerzas de seguridad en mayo de 1976.

El 16 de mayo de 1976, Mario estaba en su casa, de la calle Balcarce de Las Heras, junto a su madre, Julia Jofré. A las 3 de la madrugada se desplegó un operativo. La patota de represores entró a la casa, fueron a su pieza y lo tiraron al suelo, le ataron las manos y los pies, le taparon los ojos y lo amordazaron con algodón y tela adhesiva. A Julia le vendaron los ojos y la maniataron. Cuando ella ya sintió silencio, logró liberarse y empezó a llamar a su hijo, pero él ya no estaba. Le contó un vecino que a Mario lo sacaron en ropa interior, sin zapatos, con los ojos vendados y con las manos atadas atrás. Los represores también robaron objetos.

Mario Luis tenía 20 años.

Juan Vicente Bernal

Juan Bernal

Nació el 25 de junio de 1953. Su padre era español y su madre sanjuanina, tenía 5 hermanos y 6 hermanas, eran 12 en total. Estudió en el Colegio San Buenaventura, él y su hermano Alberto, siempre invitaban a sus compañeros de escuela a su casa, quienes se sumaban a la cotidianeidad de su numerosa familia. Era empleado municipal. 

Cuenta Alejandra, su hermana:  “al Juan le gustaba y era muy bueno en carpintería.

Cuando le tocó el servicio militar, casi todos los compañeros de su clase tenían estudios. Él esperó su turno y, cuando le preguntaron a qué se dedicaba, dijo que era carpintero… Fue su mejor respuesta porque podía estar arreglando techos y dormían la siesta con los otros compañeros que estaban con él”.

Juan conoció a Raquel Herrera y se casaron el martes 13 de mayo. Ese día fue la prensa a cubrir el casamiento, nadie se casaba un martes 13. Esperaban un hijo o hija, ella estaba embarazada de 3 meses. Vivían en la Finca Sanzone ubicada en ruta Panamericana de Godoy Cruz. Militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

h

El 28 de mayo de 1976, alrededor de las tres de la madrugada, un operativo de las fuerzas represivas atacó la finca donde vivían. Actuó una gran cantidad de personal de la Brigada de Infantería de Montaña VIII y policías de la Seccional Séptima de Godoy Cruz, fuertemente armados y en varios vehículos. La patota tiró una granada dentro de la casa, así asesinaron a Juan y Raquel. La casa fue destruida y saqueada. Al otro día, Alberto fue secuestrado cuando llegaba allí, no se supo más de él.

Los cuerpos de Juan Vicente y Raquel fueron llevados a la morgue provincial y de allí al Cuadro 33 del Cementerio de la Ciudad de Mendoza. Sus cuerpos fueron recuperados por las familias después del retorno de la democracia. 

Juan tenía 22 años.

Felipa Raquel Herrera

Raquel Herrera

Raquel nació el 27 de mayo de 1947.

Era actriz. Integró el grupo de teatro La Pulga junto a Mariú Carrera, Rubén Bravo, Osvaldo Zuin. Realizaban tareas en el Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS). El grupo era responsable de la reciente conformación de la Asociación de Actores de Mendoza, de la cual Rubén Bravo fue el primer secretario general.

Conoció a Juan Bernal, se casaron y vivían en la Finca Sanzone ubicada en ruta Panamericana de Godoy Cruz. Compartían militancia vinculada al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). 

El 28 de mayo de 1976, alrededor de las tres de la madrugada, un operativo de las fuerzas represivas atacó la finca donde vivían. Actuó una gran cantidad de personal de la Brigada de Infantería de Montaña VIII y policías de la Seccional Séptima de Godoy, fuertemente armados y en varios vehículos. La patota tiró una granada dentro de la casa, así asesinaron a Juan y Raquel. Ella estaba embarazada de 3 meses. La casa fue destruida y saqueada. Al otro día, Alberto fue secuestrado cuando llegaba allí, no se supo más de él.

Los cuerpos de Juan Vicente y Raquel fueron llevados a la morgue provincial, y de allí al Cuadro 33 del Cementerio de la Ciudad de Mendoza. Sus cuerpos fueron recuperados por las familias después del retorno de la democracia. Cuenta Mariú Carrera, compañera de militancia y arte de Raquel: “A Raquelita la habían enterrado clandestinamente en el Cuadro 33, pero su familia logró identificarla durante la época de la dictadura, por lo que inició el pedido para que le restituyeran el cuerpo y pudieran sepultarla bien. Hasta que lo consiguieron, pasaron casi 10 años”.

Raquel tenía 26 años.

Alberto Bernal

Alberto Bernal

Nació el 18 de octubre de 1954. Su padre era español y su madre sanjuanina, tenía 5 hermanos y 6 hermanas, eran 12 en total. Se llevaba un año y cuatro meses con su hermano Juan, mucha gente pensaba que eran mellizos, además siempre estaban juntos. Incluso se fue a vivir con él y su pareja: Raquel Herrera. Se quedaba en su casa de lunes a viernes porque trabajaba en una fábrica de conservas cerca de ese domicilio.  Alberto, Juan y Raquel compartían la militancia política en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Alberto era un excelente dibujante y artesano. 

Cuenta su hermana: “El Alberto era tan apacible, tranquilo, siempre consensuaba. Era especialista en hacernos mapas dibujados. Y después empezó a trabajar cosas en cuero… amaba todo lo artesanal. Estuvo trabajando como administrativo en el centro de Salud con mi hermana Cira. Le fue fácil hacerse querer. Con su primer sueldo nos compró regalitos”. 

El 28 de mayo de 1976, alrededor de las tres de la madrugada, un operativo de las fuerzas represivas atacó la finca donde vivían. La casa fue destruida y saqueada. Al otro día, Alberto fue secuestrado cuando llegaba allí, no se supo más de él.

Alberto tenía 21 años.

Hasta la victoria siempre, compañera Sofía D’Andrea

07-03-2023 | Desde el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 despedimos a nuestra compañera Sofía D’Andrea, pilar de este Espacio.

Militante política desde los 60, ex presa política, exiliada, integrante del movimiento de derechos humanos y feminista. Desde su juventud embanderó las luchas populares contra las injusticias y la represión. Periodista y maestra, se dedicó a la enseñanza en centros de gestión social. Impulsó la creación del Colectivo Juicios Mendoza, un grupo que siguió día a día las audiencias de los juicios por delitos de lesa humanidad en la provincia.

Formó parte de la Red PAR y en los últimos años fue fundadora de la organización Mujeres Sobrevivientes de las Dictaduras por la Memoria. Desde la Asociación de Ex Presas y Presos Políticos de Mendoza integró desde sus inicios nuestro EPM ex–D2, como parte del Consejo Directivo y de la Comisión de Comunicación. Actualmente estaba abocada al proyecto Trayectorias de vida, que busca reconstruir las biografías de las personas desaparecidas y/o asesinadas de y en Mendoza.

No tenemos palabras para describir este momento, pero sí para reconocer sus aportes y el lugar fundamental que ocupaba en nuestros colectivos y en nuestra vida.

Compañera Sofia D’Andrea PRESENTE. ¡Ahora y siempre!

Despedimos al compañero Eloy Camus

14-04-22 | Desde el EPM ex-D2 de Mendoza despedimos al compañero Eloy Camus, militante por los derechos humanos de San Juan, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), quien falleció el pasado 12 de abril. Dio su testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad de San Juan y Mendoza, en varias ocasiones. Realizó libros y trabajos audiovisuales para develar el mecanismo de la represión dictatorial en Cuyo.

Sufrió un violento operativo el mismo día del golpe cívico militar, al que sobrevivió. Era historiador, militante peronista y fue dirigente sindical. Era nieto del exgobernador Camus, derrocado el 24 de marzo de 1976 por el militar Carlos Tragant, uno de los jefes del Liceo Militar General Espejo de Mendoza. También su hermana, Margarita, fue presa política.  

¡Hasta la victoria siempre, compañero Eloy Camus!