Séptima colocación de Baldosas por la Memoria

26-07-2022 |Diez nuevas baldosas ya se sumaron en la explanada del Espacio para la Memoria con nombres de víctimas del terrorismo de Estado caídas en julio.

El proyecto Baldosas por la Memoria busca crear un mar de memoria en la explanada del ex-D2. En esta ocasión, se colocaron diez baldosas con nombres de diez víctimas de la represión caídas en julio.

La colocación de estas baldosas es parte de un proyecto mayor que tiene como objetivo que los nombres de las personas desaparecidas y asesinadas por la dictadura habiten la vereda del actual Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2. Ya se colocaron decenas de cerámicos y la última vez fue en mayo del 2022. En esta ocasión, se rindió homenaje a Sara Palacio, Marcelo Verd, Marcelo Leónidas Espeche, Jorge Lubin Amodey, Roberto Felipe Rodríguez, Laura Terrera, Alfredo Manrique, Manuela Rosa Zárate, Francisco Luis Goya, Lourdes Martínez Aranda.

Sara Palacio

Sara nació en Godoy Cruz, Mendoza, el 15 de diciembre de 1939. Tenía ascendencia chilena. Cursó su educación primaria en el colegio Compañía de María y la secundaria, en el Colegio Universitario Central de la UNCuyo (CUC). Completó la carrera de Obstetricia en la Universidad Nacional de Córdoba, ciudad a la que se fue a estudiar junto con su hermana Silvia. Allí conoció a su compañero de vida y militancia, Marcelo Verd. En 1961 se casaron en San Juan. Tuvieron dos hijas: Mariana, nacida en Córdoba, y Patricia, en Tucumán. 

Formó parte de las organizaciones de izquierda de los años 60 inspiradas por el Che Guevara y su última inserción fue en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Junto con su esposo estuvo un tiempo en Cuba formándose; a su regreso se instalaron en La Plata con sus hijas hasta fines de los 60, cuando decidieron mudarse a San Juan.

Mariana Verd Palacio cuenta: “Mi vieja tocaba el piano y le encantaba bailar. Hablaba poco, dicen sus amigos. Le encantaba leer. Era hermosa”. Y agrega una anécdota que signó su mirada del mundo: “Una vez golpearon la puerta dos nenas pidiendo comida y me pidió a mí que trajera arroz y una lata de duraznos. Cuando se fueron, me miró y me dijo: ‘Nunca, nunca, cuando alguien te pida comida, se la niegues’”.

Durante la dictadura comandada por Alejandro Agustín Lanusse, Sara fue secuestrada junto a su compañero tras un violento operativo en su casa de la calle Arenales, en Villa del Carril, San Juan, el 2 de julio de 1971. Su desaparición, la de su esposo y el secuestro del matrimonio Juan Pablo Mestre-Mirta Misetich fueron los primeros ensayos de la desaparición forzada de personas practicada en forma sistémica por la última dictadura, cinco años después.

Sara tenía 31 años.

Marcelo Verd

Nació el 29 de abril de 1936 en la ciudad de San Juan. Cursó la primaria en la Escuela Sarmiento y completó la secundaria en el colegio comercial de su ciudad. Se trasladó a Córdoba para iniciar la carrera de Arquitectura, pero finalmente pasó a Odontología y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba en 1964. En esa ciudad, entre las filas de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) conoció a su esposa y compañera de vida, Sara Palacio; se casaron en 1961 y tuvieron dos hijas: Mariana y Patricia.

Según los relatos recogidos por su hija mayor, Marcelo había sido un niño muy travieso y jugando perdió un ojo, situación sobre la que solía hacer humoradas. “Era muy alegre”, aseguró Mariana, y se reconoció muy apegada a él. Era muy alto y delgado; practicaba varios deportes —rugby, boxeo, natación— e integró el seleccionado provincial de waterpolo. En reuniones sociales solía cantar folclore acompañándose con la guitarra. 

Al igual que su compañera, Sara, se inició en la política en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria Argentina (MIRA), después optó por acompañar los proyectos guevaristas en la región. Perteneció al Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) y luego integró el Ejército de Liberación Nacional (ELN), disuelto con posterioridad, con la muerte del Che. Finalmente perteneció a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Recibió formación en Cuba y a su regreso al país se radicó en La Plata hasta que en 1970 decidió instalarse en San Juan con su familia. Desde ese momento ejerció su profesión en Jáchal. El 2 de julio de 1971 sufrió un operativo en su domicilio que tuvo como víctimas a él y a su compañera.

Marcelo fue secuestrado en su ciudad natal por un grupo de tareas proveniente de Mendoza, con autos de chapa de esta provincia. Todos los indicios convergen en que fue trasladado a esta ciudad para quedar a disposición de la inteligencia militar, comandada por el Cnel. Carlos Bulacio, cuyo centro de operaciones estaba en la esquina de Emilio Civit y Martínez de Rozas de Ciudad. Aquí desapareció.

Marcelo Verd tenía 35 años.

Marcelo Leónidas Espeche

Había nacido en Godoy Cruz el 20 de septiembre de 1953. Era hijo de Mario Espeche y Sara Carubin Marienhoff, escritora mendocina. Fue alumno del colegio «Juan Agustín Maza» de la Ciudad de Mendoza y egresó en 1972 con el título de bachiller. Al año siguiente se inscribió en Medicina y cursó un año. También optó por la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba e inició tercer año con un desempeño académico destacado. En 1976 fue destinado al Hospital Militar de Mendoza para cumplir con el servicio militar obligatorio.

Marcelo era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). Su madre, Sara, puso en palabras lo sucedido con su hijo y refiriéndose a sus inquietudes sociales afirmó: “Los fines de semana cometía el crimen de compartir, en las villas, la vida y el trabajo de sus habitantes. Ayudaba a levantar paredes y en las tardes enseñaba a leer y escribir”. En sentidas palabras contó el impacto que sufrió su familia, integrada por siete personas entre adultos y adolescentes.

El 6 de julio de 1976 fue secuestrado en la Avda. Boulogne Sur Mer, en el trayecto que unía su domicilio con el Hospital Militar. Fue trasladado al Centro Clandestino de Detención La Perla y retirado de allí para ser asesinado en un enfrentamiento fraguado el 13 de julio de 1976 camino a La Calera, Córdoba.

Tenía 22 años.

Jorge Lubin Amodey

Nació en Libertador Gral. San Martín, San Luis, el 2 de abril de 1948. Tenía ascendencia italiana y doble nacionalidad. No se cuentan con mayores datos, solo se sabe que era soltero y tenía por seudónimo “Rafael”.

Era militante peronista y formó parte de Montoneros. Durante el gobierno de Elías Adre, a pesar de no pertenecer a las fuerzas de seguridad, se incorporó a la Jefatura de la Policía de su departamento natal. Allí le fue asignado el grado de comisario en virtud de la Ley Orgánica Provincial dictada en 1973, que facultaba la designación de civiles para aquella función. Su dependencia era directa del Ejecutivo

En 1974, cuando se produjo el proceso de derechización del peronismo en el gobierno a nivel nacional, Jorge Lubin y su compañero Aníbal Torres fueron destituidos de sus cargos y detenidos, pero consiguieron recuperar la libertad y pasaron a la clandestinidad. Ambos se trasladaron a Mendoza para radicarse en Rivadavia y seguir su militancia.

No se ha podido determinar en qué fecha y lugar fue secuestrado y desaparecido. Dada su cercanía con Aníbal Torres, se presume que cayó en junio o julio de 1976. Su padre, Oscar, manifestó ante la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de San Luis, que una expresa política aseguró haberlo visto en el D2 de Mendoza.

Tenía 28 años.

Roberto Felipe Rodríguez

Nació en la localidad de San Andrés de Giles, Provincia de Buenos Aires, el 25 de agosto de 1955. Su madre, Guillerma Sosa, era oriunda de Misiones. Tuvo un primer matrimonio del que nacieron tres hijas y en el segundo matrimonio llegaron Roberto y dos niños más. Cuando era adolescente se fue a vivir a San Antonio de Areco y se empleó en la panadería “San Martin”, mientras completaba la escuela secundaria. Con el título de bachiller se trasladó a la capital de la provincia para estudiar veterinaria en la Universidad Nacional de Las Plata.

Según el relato de su hermana Amelia, Roberto era esencialmente un emprendedor, laborioso e inquieto. De chico, en el verano salía a vender helados por el vecindario. Al repasar su corta vida, recordó que en La Plata conoció a su novia “Chiquita” con quien compartía gran parte de su tiempo. Agregó que lo vio por última vez cuando la familia lo acompañó hasta Mercedes para tomar el tren que lo llevaría a Mendoza, con la finalidad de presentarse a cumplir con el servicio militar en el Regimiento de Puente del Inca. Nunca más supieron de él.

Según trascendió, Roberto solo había participado en el centro de estudiantes y compartía vivienda con un joven policía que también fue víctima de desaparición forzada. Su último destino como soldado se registró en el Liceo Militar General Espejo y para julio del 76 su rastro desapareció.

Roberto tenía 20 años.

Laura Noemí Terrera

Laura, apodada “Lali”, nació en Las Heras, el 1.o de junio de 1956. Se recibió de maestra en la Escuela Normal de Mendoza y ejerció la docencia en la Escuela Anchoris de Luján de Cuyo. En su vecindario conoció a Alfredo Manrique, sanjuanino estudiante de Ciencias Económicas con quien se casó en junio de 1975. Tuvieron una niña nacida el 8 de noviembre del siguiente año, a quien llamaron Rebeca Celina.

Laura militaba en la Juventud Peronista, vinculada a Montoneros. Junto a su compañero, “Fredy”, realizaban tareas sociales en barrios pobres del Gran Mendoza. Cuando arreciaba la represión, debieron dejar la vivienda que habían acondicionado cuidadosamente entre los dos. Su hermano Raúl le ofreció dinero para que se fueran del país, pero ella lo rechazó.

El 24 de julio de 1977, junto con su esposo e hija tomaron un ómnibus de línea a San Juan con el propósito de visitar a la familia de Alfredo. Debían volver el 26 para presentarse a trabajar. Según sus familiares, se embarcaron de regreso el día 25 pero el matrimonio y la bebé de ocho meses desaparecieron. La niña fue apropiada. No hubo testigos de los secuestros, pero todos los indicios hacen presumir que se trató de un operativo desplegado en la terminal de ómnibus de Mendoza.

Gracias a la investigación realizada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Abuelas de Plaza de Mayo, la hija del matrimonio Terrera-Manrique recuperó su identidad en 2007: es la nieta 87.

Laura desapareció cuando tenía 21 años.

Alfredo Mario Manrique

“Fredy” había nacido en Rawson, San Juan, el 2 de enero de 1953. Al terminar el secundario se trasladó a Mendoza para estudiar Ciencias Económicas. En esta ciudad se instaló en casa de una tía, enfrente de la vivienda de la familia Terrera. Alfredo trabó amistad con Laura, se enamoraron, decidieron casarse en el invierno de 1975 y en noviembre del año siguiente nació su hija, Rebeca Celina. Vivían en Benegas, en una casita cedida por su suegro, que Fredy había acondicionado personalmente. Él era muy ingenioso y tenaz, diestro para los oficios. Hizo muebles, pintó y decoró su hogar con sus propias manos, según recuerda su familia. Lali y Fredy eran muy compañeros.

Fredy estaba en el último tramo de la carrera para ser contador; además trabajaba en el departamento contable de la Universidad Nacional de Cuyo. Era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), vinculada a Montoneros, y destinaba tiempo a tareas sociales en barrios carenciados.

Fredy, Lali y la bebé tomaron un ómnibus de línea a San Juan el 24 de julio, en las vísperas del feriado por el Patrón Santiago, con el propósito de visitar a la familia de Alfredo. Se sabe que se embarcaron de regreso el 25 pero desaparecieron y la niña fue apropiada. No hubo testigos, pero todos los indicios hacen presumir que fueron víctimas de sendos secuestros al llegar a la terminal de ómnibus de Mendoza.

Gracias a la investigación realizada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Abuelas de Plaza de Mayo, la hija del matrimonio Terrera-Manrique recuperó su identidad en 2007: es la nieta 87.

Alfredo tenía 23 años.

Manuela Rosa Zárate

Nació en Mendoza el 13 de marzo de 1938. Pertenecía a una familia que había migrado de la localidad de Juárez Celman con una niña pequeña. Ya radicada en San Martín, nacieron Manuela y dos hijas más. En su ciudad natal cursó la Escuela Normal “Gral. José de San Martín” y se recibió de maestra, pero se desempeñaba en la Compañía de Teléfonos, donde alcanzó la jerarquía de supervisora. Desplegó una notable labor sindical: llegó a ser secretaria general del FOETRA (sindicato de trabajadoras y trabajadores de telecomunicaciones) y formó parte del secretariado de la CGT.

Pertenecía a una familia peronista castigada por la represión. Ella y sus tres hermanas fueron secuestradas en distintos procedimientos. El 12 de abril de 1977, en Córdoba, había desaparecido su hermana María Angélica, y sus otras dos hermanas, Vicenta y Nilda, fueron ilegalmente detenidas y sometidas a torturas y cárcel.

Manuela adhirió a Montoneros y militó esencialmente en el sindicalismo. Todo indica que fue secuestrada en el mes de julio de 1977 en Mendoza, pero no se pudo precisar el lugar y fecha de su desaparición.

Tenía 39 años.

Francisco Luis Goya

Era oriundo de Resistencia, Chaco, y nació el 6 de mayo de 1949 en el seno de una familia numerosa. Hijo de Avelino Goya y María Pilar Cachaza, provenientes de España, cursó la secundaria en su ciudad natal y luego trabajó junto a su padre como comerciante y viajante. Se casó en primeras nupcias con “Nené” y tuvieron dos hijos: Juan Manuel y Emilio. En el exilio formó una nueva pareja con la mexicana María Lourdes Martínez Aranda y tuvo su tercer hijo.

De procedencia católica con orientación tercermundista, fue militante, inicialmente, del Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT) y luego pasó a Montoneros. En julio de 1975 lo detuvieron a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y meses después le concedieron la opción para salir del país con destino Perú; de allí pasó a México. Desde ese destino, junto a su compañera Lourdes se trasladaron hacia España.

Según el relato de sus compañeros, “Chelo” o “el Loco se mostró como un gran cocinero yafecto a compartir juegos con niños y niñas. Disfrutaba del folclore: le gustaba cantar y tocar la guitarra. Su deporte predilecto era la natación.

En el marco de la Contraofensiva organizada por Montoneros, intentó ingresar al país por la frontera argentino-chilena junto con su compañera y su pequeño hijo de un año, pero fueron víctimas de detención en Las Cuevas, el 7 de julio de 1980. Lo trasladaron junto con su esposa a la Planta Transmisora de Radio Nacional Mendoza, en la zona de El Sauce, y de ahí desaparecieron. El niño fue apropiado y en 2008 recuperó su identidad: se trata de Carlos Goya Martínez Aranda.

Chelo tenía 31 años.

María Lourdes Martínez Aranda

“Lupita” o “Lulú” nació en México DF el 3 de enero de 1952. Provenía de una familia numerosa integrada por ocho hermanas y hermanos. Estudió ingeniería química en la Universidad Nacional de México (UNAM), pero tenía variados conocimientos atesorados por su pasión por la lectura. Era ambidiestra y hablaba cuatro lenguas. Sentía gran simpatía por el club de fútbol de la Universidad Nacional de México conocido popularmente como “Los pumas”.

Al igual que su compañero, perteneció a la fracción de la iglesia católica comprometida con la labor social en los sectores más desfavorecidos y luego canalizó su actividad política en el Partido Comunista de México. Conoció a su compañero, Francisco Luis Goya, en los espacios de solidaridad con el exilio generados por las organizaciones mexicanas; con él formó pareja y se incorporó a Montoneros. Ambos se trasladaron a España y en 1979 tuvieron un hijo que Lulú inscribió como propio en la embajada mexicana en Madrid.

En julio de 1980, el matrimonio —con el niño— trató de ingresar al país en el marco de la Contraofensiva de Montoneros, pero fue interceptado por agentes de la represión, posiblemente en el paso fronterizo de Las Cuevas. El cautiverio de Chelo y Lulú transcurrió en la Planta Transmisora de Radio Nacional Mendoza, en la zona de El Sauce, pero luego se perdió su rastro. El niño fue apropiado por un agente de Gendarmería, pero, gracias a la labor de Abuelas, recuperó su identidad como nieto 92, con el nombre Carlos Goya Martínez Aranda.

Lulú había cumplido 28 años.

Señalizarán como sitio de memoria el Cuerpo de Infantería de San Rafael

09-06-2022 | El jueves 9 de junio a las 11:00 señalizarán el Cuerpo de Infantería de San Rafael, perteneciente a la Policía de Mendoza. Antes y durante la última dictadura allí funcionó un centro clandestino de detención.

Este jueves 9 de junio, a las 11:00, señalizarán el Cuerpo de Infantería de la Policía de Mendoza (Unidad Regional II) como sitio de memoria del terrorismo de Estado. La actividad será realizada por la Secretaría de Derechos Humanos —a través de la Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria— junto al Municipio de San Rafael y organismos de derechos humanos. El edificio está ubicado en la esquina de Juan Agustín Maza y Deoclesio García de San Rafael.

Dicha dependencia de la Policía de la Provincia de Mendoza fue utilizada como centro de detención ilegal a partir de febrero de 1976, un mes antes del inicio de la última dictadura cívico-militar, y también durante ese período (1976-1983). Allí permanecieron secuestradas personas perseguidas por su militancia política, social y sindical, y comprometidas con la defensa de los derechos de la comunidad sanrafaelina y del sur provincial.

El sitio será señalizado según establece la ley 26691 de sitios de memoria. Para el evento, la convocatoria es abierta y extensiva a quienes quieran participar: sobrevivientes, familiares y público en general.

El EPM colocó seis baldosas por la memoria

28-04-2022 | Con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, el EPM ex-D2 agregó seis baldosas por la memoria en su explanada.

El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 colocaó seis baldosas por la memoria en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores. Estas nuevas baldosas recuerdan a militantes de distintos sectores laborales que entregaron su vida en la lucha por la defensa de la clase obrera y la liberación nacional.

Con estos seis nombres se rindió homenaje al conjunto de las trabajadoras y trabajadores desaparecidos. También a todas las personas que, en la actualidad, siguen enfrentando a las patronales a fin de mejorar las condiciones de empleo de los y las asalariadas y se empeñan en el bienestar de la clase trabajadora.

El proyecto Baldosas por la memoria se propone sembrar un mar de memoria en la explanada del EPM. La baldosa inaugural fue colocada en septiembre de 2020, en el quinto aniversario del Espacio y las primeras diez se inauguraron en diciembre de ese año. Luego el proyecto fue creciendo y las últimas se colocaron en la vigilia del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia de 2022.

José Benedito Ortiz

«Benecdito Ortiz», como se lo suele llamar, era un lasherino que nació el 7 de mayo 1928.  Cursó la primaria en la Escuela de El Resguardo, en su departamento natal.

Benedito se casó con Blanca Villegas y tuvieron un hijo y una hija: Raúl y Ana. Cuenta su nieto Alexis, que “nació en la calle, en una carretela cuando su mamá iba al hospital en aquellos entonces. Y murió en la calle” en la represión del 30 de marzo de 1982. “O sea: nació y murió en la calle”.

También relata que Benedito no finalizó la primaria porque debió trabajar tempranamente para ayudar a su madre y hermano. Primero se desempeñó en el almacén-corralón “Salvador Fachielo” de Panquehua, luego en el almacén Montalto en Uspallata y, finalmente, como ayudante químico en la primera fábrica Minetti. Allí se desarrolló como militante peronista y sindical. Fue delegado elegido por sus compañeros, se destacó en su acción y compromiso y llegó a ser secretario gremial de la Comisión Directiva de la Asociación de Obreros Mineros Argentina (AOMA).

En plena dictadura militar, el 30 de marzo de 1982, el movimiento obrero liderado por Saúl Ubaldini, bajo el lema “Pan, paz y trabajo”, convocó a una manifestación en Plaza de Mayo a la que asistieron decenas de miles de manifestantes. El imponente despliegue por “Luche y se van” se replicó en varias ciudades del interior del país y fue brutalmente reprimido. Benedito Ortiz fue uno de los dirigentes que, junto a cientos de trabajadores y trabajadoras, marcharon en Mendoza en la que fue una fecha bisagra: se alzaron las voces de a miles coreando con firmeza “se va acabar, se va a acabar, la dictadura militar”

En Mendoza, la CGT local liderada por Mario Zafora convocó a la marcha hacia la Casa de Gobierno para entregar un petitorio al gobernador. En las inmediaciones del Parque Cívico, la manifestación fue recibida con una brutal represión que produjo varios heridos, entre ellos Benedito Ortiz, alcanzado por las balas en Mitre y Pedro Molina. Fue internado en el Hospital Central y murió tres días después.

Tenía 53 años.

Luis Granizo

Luis nació en Mendoza el 30 de septiembre de 1945. Hijo de Juan Isaac Granizo, trabajador de YPF, e Isabel López, dedicada a las tareas de cuidado y del hogar. Provenía de una familia numerosa: era el octavo de once hermanos. Tempranamente comenzó a trabajar.

Cursó la primaria en la escuela Caseros de Godoy Cruz y no hizo la secundaria, ya que desde muy joven empezó a desempeñarse como mozo en distintos restaurantes y bares. Poco antes de su secuestro oficiaba de mozo en el Hotel Mendoza y era concesionario del comedor del Hotel Derby.

Granizo era soltero y vivía solo. Creció en una familia peronista y tuvo una activa participación sindical en su sector. Llegó a ser secretario de Actas del Sindicato Gastronómico en 1974, cargo que ocupaba al momento de su secuestro.

Su hermana Graciela y su hermano Juan Carlos lo recuerdan como una excelente persona con la que todos tenían una muy buena relación, “una persona especial”, recalca Juan Carlos. Además, era “muy buen mozo” comenta Graciela. Respecto de su militancia sindical su hermana señala que “participaba en el gremio porque quería ayudar al obrero… Él no defendía a la patronal, defendía al obrero”.

La mañana del 10 de noviembre de 1975, Luis fue detenido presumiblemente por la Policía Federal cuando caminaba, con dinero, acompañado por un tal “Funes”. Varios días después, el 28 de noviembre de 1975, su cuerpo sin vida fue hallado a unos 300 metros de Campo Las Lajas con disparos en la cabeza e irreconocible.

Tenía 30 años

Ángeles Gutiérrez de Moyano

Angelita, como solían llamarla, nació en Mendoza el 19 de marzo de 1917 y cursó primaria y secundaria en el Colegio San Pedro Nolasco de Ciudad. Se recibió de maestra y tomó variados cargos docentes. Como directora de la escuela Carlos Ponce de Videla hizo una destacada tarea social para la comunidad boliviana. Además, se desempeñó como Directora de Enseñanza Media durante la gobernación del peronista camporista Alberto Martínez Baca.

Estaba casada, tenía una hija y un hijo, y era católica practicante de “confesión semanal”. Según su hija, Stella, solía colaborar con las mercedarias del Buen Pastor como parte de sus tareas sociales. Tuvo el infortunio de elegir como confesor al presbítero Antonio Portero quien, en época de la dictadura cívico militar, fue capellán de la Fuerza Aérea.

Se inició en gestión gremial en el Sindicato del Magisterio y luego fue reelegida permanentemente hasta fines de los 60. Participó de la Comisión Docente de Asuntos Educativos de la CGT de los Argentinos y posteriormente intervino, en 1973, en la creación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, más conocida por su sigla: CTERA.

Era pública su adhesión al peronismo. En la última etapa de su vida formó parte del Partido Auténtico, organización política conducida por Martínez Baca que fue perseguida desde su creación. Era una asidua visitante de las y los presos políticos alojados en la Penitenciaría de Mendoza desde el año 1974.

En la noche del 20 de junio de 1977, fue secuestrada en su andar por avenida España, en el camino de regreso a su casa después de cerrar su florería. Personas que se encontraban en el cabaret Tiffanys presenciaron y denunciaron el secuestro al día siguiente, sin ningún resultado.

Quienes la conocieron coinciden en destacar su solidaridad y compromiso, la describieron como “una mujer muy hermosa, de brillante oratoria, que vestía un poncho pampa en los actos”.

Angelita tenía 60 años.

José Vila Bustos

Apodado “el Pepe”, nació el 1 de septiembre de 1949 en Mendoza y vivía en San José, Guaymallén. Se inició en tareas sociales en la parroquia de su barrio. Cursaba la carrera de Servicio Social y en el ingreso a esos estudios, al contestar sobre su autobiografía, escribió: “Siempre he pretendido que mi vida esté al servicio de los demás, tanto material como espiritual”.

Trabajaba y era delegado de la sección Cajas de Ahorro del Banco Mendoza y se sumó al trascendente proceso de democratización de la actividad sindical emprendida por ese sector laboral. Fue militante del PRT-ERP.

Aunque era soltero, sus compañeros lo recuerdan como “familiero muy alegre y comprometido”. No pasaba desapercibido donde estuviera: “Tenía una voz muy fuerte”, afirman.

Fue secuestrado en su lugar de trabajo mientras su casa era allanada. En la reconstrucción de los hechos se estableció que en el procedimiento en su domicilio intervino un agente de apellido Nievas y también Pedro Sánchez Camargo, jefe del Departamento 2 de informaciones de la Policía de Mendoza (D2).

Tenía 26 años.

Amalia Echegoyen de Pacheco

Amalia Echegoyen, cuyo seudónimo era Cristina, nació en Mendoza el 20 de noviembre de 1952.

No hay muchos datos sobre su trayectoria de vida. La información disponible es que estaba casada con Hugo Pacheco. Tenían un hijo y vivían en el barrio Márquez de Sobremonte, Córdoba, al momento de su desaparición. También se conoce que trababa en el Frigorífico Mediterráneo, hoy llamado “Estancias del Sur”, y era militante del PRT-ERP. 

Fue secuestrada en su domicilio, junto a su esposo. Fueron víctimas de un operativo que sumó otros seis empleados del mismo frigorífico. La pareja fue vista en el campo en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio La Perla de aquella ciudad.

Tenía 23 años

Hugo Pacheco

Felipe es el seudónimo que utilizó Hugo Pacheco en su militancia. Nació en Godoy Cruz, el 28 de marzo de 1953.

Al igual que en el caso de su esposa, Amalia Stella Echegoyen, no se dispone de muchos datos sobre su trayectoria de vida. La pareja tenía un hijo y, para la época en que sufrieron el secuestro, vivían en Córdoba, en Sobremonte.

Los registros de su secuestro dan cuenta que era Técnico Químico o Petroquímico y militante del PRT-ERP. Fue detenido y desaparecido por el Ejército.

Tuvo como primer destino el centro clandestino de detención, torturas y exterminio “La Perla”. Se sabe que luego fue trasladado de Córdoba a Mendoza. Coinciden en esta versión la declaración testimonial de Teresa Meschiatti en la Megacausa La Perla y los dichos del entonces jefe del D2, Pedro Sánchez Camargo, quien en 1986 declaró ante el juez federal que Hugo Pacheco estuvo detenido en los calabozos del D2.

Carmen Difonzo de Pacheco, mamá de Hugo, fue una de las Madres de la Plaza de Mayo de Mendoza.

Hugo cumplió 23 años el mismo día de su secuestro.

Despedimos al compañero Eloy Camus

14-04-22 | Desde el EPM ex-D2 de Mendoza despedimos al compañero Eloy Camus, militante por los derechos humanos de San Juan, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), quien falleció el pasado 12 de abril. Dio su testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad de San Juan y Mendoza, en varias ocasiones. Realizó libros y trabajos audiovisuales para develar el mecanismo de la represión dictatorial en Cuyo.

Sufrió un violento operativo el mismo día del golpe cívico militar, al que sobrevivió. Era historiador, militante peronista y fue dirigente sindical. Era nieto del exgobernador Camus, derrocado el 24 de marzo de 1976 por el militar Carlos Tragant, uno de los jefes del Liceo Militar General Espejo de Mendoza. También su hermana, Margarita, fue presa política.  

¡Hasta la victoria siempre, compañero Eloy Camus!

Despedimos a Alfredo Porras

14-04-22 | Desde el EPM ex-D2 despedimos al Dr. Alfredo Porras, ex preso político de Mendoza que falleció este miércoles 13 de abril. Prestó testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en el sur mendocino.
Porras, que actualmente se desempeñaba como juez federal, era militante de la Juventud Peronista (JP) en los 70 y era abogado defensor de presos políticos. Fue secuestrado en San Rafael horas antes del golpe del 24 de marzo de 1976. Estuvo detenido en dependencias policiales, con agentes del Ejército allí actuando. Luego lo mantuvieron 5 meses clandestinamente en «La Departamental», centro de torturas que funcionó en la sede del Poder Judicial provincial en San Rafael. De allí lo trasladaron al Regimiento de Infantería de Montaña (RIM 16) del Ejército, en la calle Boulogne Sur Mer, y finalmente a la Unidad penal 9 de La Plata.

Enviamos un sentido abrazo a su familia.

Baldosas por la Memoria a 46 años del golpe cívico militar

23-03-2022 | El 23 de marzo se realizó la “Vigilia de relatos del 24 de marzo” en la explanada del EPM. Además de palabras en ronda, fogón, música y radio en vivo, se colocaron dos baldosas en memoria de compañeros que fueron secuestrados en las horas previas y posteriores al golpe.

Como sucede desde 2016, el EPM es lugar de encuentro en las horas previas a un nuevo aniversario del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976. Este año, el perfil de la jornada estuvo centrada en compartir relatos de aquel día, de cómo atravesó a militantes, familiares, a las personas que ya estaban en detenidas y a aquellas que fueron secuestradas en esas horas. Así, el EPM en conjunto con el Colectivo Juicios Mendoza produjeron relatos que fueron repartidos entre los y las asistentes para ser leídos. Además, se sumaron a contar sus experiencias quienes transitaron la época familiares y sobrevivientes.

Entre relatos, artistas mendocinas acompañaron, una vez más, con música en vivo: Romi López, Cristina Pérez, Victoria Zuin, Nino Bonoldi, las murgas La Sigilosa y La Buena Moza y el coro Viento Sur.

Baldosas por la Memoria

En setiembre de 2020 comenzamos este proyecto que se propone sembrar un mar de memoria en la explanada del EPM. En esta vigilia 2022, colocamos los nombre y edades de dos compañeros que fueron secuestrados 46 años atrás: Francisco Tripiana el 23 de marzo y Eduardo Valverde el 24 de marzo de 1976.

Francisco Tripiana

Apodado “Paquito” o “El Negro”, Francisco nació en San Rafael el 29 de mayo de 1943. Provenía de una familia humilde, comenzó la escuela secundaria pero debió abandonarla para aportar al sustento familiar. Fue un reconocido pintor de obra, pero -cuando no había trabajo- se ganaba la vida en las cosechas.

Siempre dispuesto a dar una mano, tenía muchos amigos; era una persona solidaria, divertida y muy buen bailarín, “bastaba con que él llegara para que se alegrara la fiesta” dicen. También cuentan quienes lo conocieron que le gustaba participar en los picados de fútbol que se armaban entre los vecinos y que su club favorito era River Plate.

A Francisco le indignaba la desigualdad y la injusticia. Ese aspecto de su personalidad lo hizo acercarse a la política, en tiempos de la dictadura de Onganía/Lanusse, y comenzó a militar en la Juventud Peronista; luego formó parte del Partido Auténtico liderado por el ex gobernador Alberto Martínez Baca.

A pesar de que fue advertido del peligro que corría su vida, se negó a eludir la represión. El 23 de marzo de 1976, a medianoche, fue secuestrado en su hogar de San Rafael frente a su familia. Permanece desaparecido. Tenía 32 años.

Eduardo Valverde

Le decían “Tero”, nació en Mendoza el 26 de octubre de 1939. No se cuenta con información sobre su infancia y juventud. En cambio, sí se sabe que estudió Derecho y se radicó en Córdoba donde fue socio fundador de la Asociación de Abogados de Córdoba (ADA). Pertenecía al Partido Comunista y tuvo una actitud comprometida como defensor de presas y presos políticos.

Durante el breve gobierno peronista de Ricardo Obregón Cano en Córdoba -del 25  de mayo de 1973 al 28 de febrero de 1974-, Eduardo fue incorporado como Secretario Técnico de la Gobernación, cargo que desempeñó en calidad de extrapartidario.

El 24 de marzo, Valverde se presentó espontáneamente en el Hospital Aeronáutico de Córdoba porque había sido citado por la autoridad militar. En el puesto de guardia fue secuestrado. Según testimonios judiciales, fue visto en La Perla y en Campo de la Ribera. Sus restos fueron hallados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), enterrado como NN, en el Cementerio de Lanús. Tenía 36 años.

A 50 años, llegan las jornadas del Mendozazo

31-03-2022 | Los días 4 y 5 de abril tendrán lugar las Jornadas sobre historias, memorias y experiencias de la Mendoza subalterna, “A 50 años del Mendozazo”. Serán en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo. Encuentros, muestras artísticas , talleres y paneles buscarán reflexionar sobre historias y experiencias pasadas y presentes transcurridas en Mendoza. La propuesta fue declarada de interés legislativo y la participación tendrá puntaje docente ante la DGE.

En abril se cumplen 50 años de aquellos días de lucha en las calles, conocidos como “el Mendozazo”, una bisagra en la historia local. Concluyó con la renuncia del gobernador de facto (el demócrata Francisco Gabrielli) y la marcha atrás del anuncio de aumento de la tarifa eléctrica. Pero además transformó las subjetividades: en pocos días se vio condensada la experiencia popular acumulada. Abrió camino a un salto cualitativo en materia organizativa, métodos y objetivos de lucha.

Tanto es así que, luego del Mendozazo, los sectores subalternos de la provincia alumbraron nuevos espacios estudiantiles, sindicales y políticos que radicalizaron su confrontación con el régimen. Los aniversarios de fechas tan significativas se convierten en una invitación para la reflexión. Es en el marco de este aniversario, que se desarrollan las Jornadas “A 50 años del Mendozazo».

Primera jornada

El acto de apertura será el lunes 4 de abril a las 18:00 en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Luego tendrá lugar el panel «Historias, memorias y archivos de y para una Mendoza desde abajo», en el que expondrán Matías Latorre (UNCuyo), Laura Rodríguez Agüero (CONICET-UNCuyo), Paula Baigorria (EPM exD2), Javier Bauzá (UNCuyo) y el equipo de la Biblioteca, Centro de Documentación y Archivo «Mauricio López». Señal U Académico transmitirá el encuentro en vivo.

Las mesas temáticas se desarrollarán los días lunes y martes en dos turnos, de 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:00. Los trabajos y testimonios presentados se agruparon en tres grandes ejes temporales: siglo XIX y primera mitad del siglo XX; segunda mitad del siglo XX y pasado reciente (dividido en cuatro bloques por contenidos particulares), y experiencias actuales.

En paralelo a las mesas temáticas se realizarán dos talleres. El primero, denominado “Memoria colectiva y organizaciones sociales. Reconstrucción histórica de experiencias políticas”, será facilitado por Natalia Naciff y Verónica Galigniana (Ñañakay- FOL). Tendrá lugar el lunes 4 de abril, de 15:00 a 17:30 en el aula 17 sur. El taller “Historia(s) /memoria(s) de la subalternidad. Algunas herramientas para abordarlas en el aula”, facilitado por Marcela Emili, Milagros Molina y Marcia Videla, se dictará el martes 5 de 15:00 a 17:00 en el  aula 17 sur.

Segunda jornada

Por otro lado, el martes 5, también quedará inaugurada en el hall de la facultad la muestra «Instantáneas del Mendozazo, 50 años”, que recorre las imágenes de ese histórico suceso. Estará disponible hasta el 18 de abril.

El acto de cierre de las jornadas será el martes 5 de abril a las 18:00 en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos exD2. Allí tendrá lugar el último panel, denominado «Mendozazos en primera persona». Compartirán las experiencias sectoriales sobre la histórica fecha algunxs de sus protagonistas: Irene Rondena (las maestras), Valeria y Horacio Rivas (infancias en el Mendozazo), Avelino Domínguez (los barrios y las Uniones Vecinales), Angélica Escayola (la defensa de presxs políticxs) y Luis Ocaña (la clase trabajadora). Habrá un brindis de cierre con la actuación musical de Camila Millán.

Las jornadas “A 50 años del Mendozazo” son organizadas por el Área de Derechos Humanos de la FCPyS, el Grupo de Trabajo Mendoza Subalterna y el Instituto de Estudios de Género y Mujeres (IDEGEM) de la UNCUYO. Hay que destacar que son gratuitas, no se necesita inscripción previa y cuentan con puntaje de la Dirección General de Escuelas (RESOL-2022-50-E-GDEMZA-CGES#DGE). Por último, es preciso mencionar que la Cámara de Diputados de la provincia de Mendoza aprobó la Declaración de interés de las Jornadas.

Consultá el programa completo.

Se realizará la segunda feria de Narrativas de la Memoria

12-03-2022 | Narrativas de Memoria II será el viernes 18 de marzo a las 18:30 en la explanada del EPM ex-D2. Se presentarán un libro, fanzines y un podcast sobre militantes del PRT-ERP, habrá lectura de poesía y exposición de libros y otros materiales.

En el marco de un nuevo aniversario del golpe de Estado, se realizará Narrativas de la Memoria II. La propuesta del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 busca compartir escritos en distintos formatos relacionados con las experiencias de la militancia y la represión.

En esta ocasión, se presentarán el libro, los fanzines y podcast “Vida de perros: historias de hombres y mujeres del PRT-ERP”, un registro de anécdotas y relatos de militantes compilados por un grupo de compañeros y compañeras durante la pandemia. Además, Sabrina Barrego leerá su poesía. Se busca compartir diversas obras literarias y artísticas que dan vida a la memoria colectiva.

Además, habrá mesones con libros y fanzines relacionados al EPM y a otras temáticas referentes a la memoria y los derechos humanos. También se expondrán materiales y trabajos del Archivo de la Memoria, la Biblioteca de libros recuperados y la Mediateca del EPM.

La propuesta de Narrativas de Memoria

Narrativas de Memoria I fue una de las últimas actividades que el EPM realizó durante el 2021, con presencia de público en el espacio abierto de la explanada. Con Narrativas II, se concreta la idea original de retomar la propuesta durante 2022.

Otro elemento a rescatar es que la explanada es el lugar en el cual se está realizando el proyecto Baldosas por la Memoria, que se propone crear “un mar de memoria”. Desde septiembre de 2020 se están colocando baldosas con los nombres y edades de las personas desaparecidas y asesinadas en el marco del terrorismo de Estado. La próxima etapa, que será en la vigilia del 23 de marzo, contará con la inauguración de nuevos nombres.

 

Viernes 18 de marzo | 18:30

Explanada del EPM – Belgrano 179 (entre Peltier y Virgen del Carmen), Ciudad de Mendoza

Un taller brindará herramientas para enseñar el Mendozazo

11-03-2022 | Es en el marco de las Jornadas por los 50 años del Mendozazo. Tendrá lugar los días 21 y 28 de marzo, de 18:00 a 21:00, en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos exD2. Está destinado a docentes y estudiantes de nivel medio y superior.

A 50 años de la masiva revuelta popular mendocina, el Colectivo de Investigación Ramón Quiroga dictará el taller «Herramientas para la enseñanza del Mendozazo». Se dará durante dos lunes consecutivos, el 21 y el 28 de marzo, de 18 a 21, en el EPM exD2. Para participar es necesario inscribirse.

La propuesta del taller es generar un espacio para el análisis y la reflexión sobre los lineamientos curriculares que hacen a la historia reciente local. A la vez, busca construir  herramientas pedagógicas para su enseñanza en el nivel medio y superior.

El curso se enmarca en el 50.° aniversario de este hecho histórico y de las historias, memorias y experiencias de la Mendoza subalterna: “A 50 años del Mendozazo”. El objetivo es visibilizar en los espacios de trabajo y de estudio este hito de nuestra provincia.

En los encuentros se revisará el contexto histórico, se consultarán fuentes, se analizará diversas categorías y se propondrán metodologías para el trabajo de la historia reciente en distintos niveles educativos. Herramientas para la enseñanza del Mendozazo está destinado a docentes y estudiantes de nivel medio y superior. Es un taller de 12 horas reloj, con encuentros  sincrónicos y modalidad asincrónica. Se entregará certificación, es gratuito y con cupos limitados.

El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos exD2, desde donde se dictará el taller, es un ex centro clandestino de detención refuncionalizado. Está ubicado en Belgrano 179 (entre Peltier y Virgen del Carmen) de la Ciudad de Mendoza.

Más información e inscripciones

Día de los Derechos Humanos en el EPM: sumamos Baldosas por la Memoria

10-12-2021 | El 10 de diciembre día de los derechos humanos y a 38 años de la restitución democrática en Argentina, se colocaron doce Baldosas por la Memoria. Los nombres de las personas desaparecidas homenajeadas corresponden a las víctimas del denominado «Operativo Escoba» , ocurrido en diciembre de 1977, y con víctimas hasta febrero de 1978.

En el Día de los Derechos Humanos, desde el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 realizamos una nueva colocación de Baldosas por la Memoria. Fue la cuarta oportunidad de ampliar este mar de memoria que se propuso el proyecto desde un principio. Los nombres elegidos en esta ocasión corresponden a personas desaparecidas en el marco del llamado «Operativo Escoba», contra militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), llevado a cabo principalmente en diciembre de 1977.

La primera colocación de Baldosas por la memoria tuvo lugar en el quinto aniversario del Espacio, en septiembre del 2020. Esa baldosa lleva la frase “30 000 presentes”.  Luego, entre diciembre de ese año y junio del 2021, se ubicaron veinte más, todas con nombres de compañeras y compañeros desaparecidos y/o asesinados en o de Mendoza. La última colocación fue en septiembre del mismo año, mes de la juventud, y se sumaron principalmente nombres de personas jóvenes víctimas de la represión.

Víctimas del Operativo Escoba

Néstor Carzolio

Néstor Rubén Carzolio Janer nació el 25 de noviembre de 1949 en Berisso, provincia de Buenos Aires. Le decían “Cuqui”. En la adolescencia se quedó huérfano junto a sus dos hermanos. Trabajó en el frigorífico Swift y fue delegado gremial del sindicato de la carne. Militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Estaba casado con Nélida Tissone y del matrimonio nacieron María Laura y Martín. 

La familia decidió mudarse a Mendoza, tratando de eludir la represión. Alquilaron un departamento interno en la calle Boulogne Sur Mer de Godoy Cruz, que compartían con Jorge Fonseca, militante de la misma corriente. Néstor tomó la iniciativa de abrir un negocio de fabricación y venta de muebles de mimbre ubicado en Guaymallén. 

En la noche del 5 de diciembre de 1977,  en el marco del llamado “Operativo Escoba”, un grupo de alrededor de cinco hombres llegó a su domicilio, detuvo a su esposa y aguardó la llegada de “Cuqui”. Durante dos horas requisaron y saquearon la casa. Luego se llevaron al matrimonio. En la vivienda los secuestradores abandonaron a María Laura, de seis años, y a Martín, de 3. Les ataron las manos y les colocaron cinta adhesiva en sus bocas. Al día siguiente, el 6 de diciembre,  Hugo Daniel Carzolio —hermano de Néstor— también fue desaparecido en Buenos Aires.

Néstor tenía 28 años.

Nélida Tissone

“Nelita” le decían. Nació el 12 de noviembre de 1950 en Buenos Aires. Conoció a Néstor Carzolio en Berisso y al poco tiempo se casaron. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de La Plata. Cuando se mudaron a Mendoza, tratando de huir de la represión, se instalaron en un departamento de la calle Boulogne Sur Mer de Godoy Cruz. Ella trabajó como maestra catequista en el Colegio Edmundo D’Amicis y su esposo puso una mimbrería. Tuvieron una hija llamada María Laura y un hijo llamado Martín.

Militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y fue delegada municipal de Berisso. Su hermana, Liliana Tissone, cuenta: “Ella trabaja con sus ideales”. 

Nelita estaba en su casa cuando, la noche del 5 de diciembre de 1977, un comando atacó su hogar en el marco del denominado “Operativo Escoba” contra el PCML. La tuvieron retenida junto a su hijo y su hija, esperaron que llegara Néstor y fue secuestrada junto con su marido y un compañero que temporalmente se quedaba allí, Jorge Fonseca. María Laura y Martín quedaron con las manos atadas y sus bocas tapadas en el baño. 

Nélida tenía 27 años.

Jorge Fonseca

Apodado “Pele”, nació en Centenario, Provincia de Neuquén, el 3 de octubre de 1953. Terminó la escuela secundaria y se trasladó a La Plata para estudiar abogacía. Cuando estaba cursando cuarto año decidió pasar a la clandestinidad tras enterarse del secuestro de un compañero al que había alojado en su casa. En esas condiciones se mudaron a Mendoza con Nélida Tissone, la hija y el hijo de ella. Se instalaron en la misma vivienda con Néstor Carzolio, esposo de Tissone.  Una vez establecido, Jorge se desempeñó como corredor de vinos de la bodega “El Globo”, tarea que le permitía trasladarse de un lugar a otro. Estuvo en Centenario visitando a su familia poco tiempo antes de su secuestro. Según testimonios de vecinos de la casa de Godoy Cruz donde paraba temporalmente, en el operativo realizado el 5 de diciembre de 1977 contra el matrimonio Tissone-Carzolio también resultó secuestrado Pele. 

En la localidad de Centenario funciona la “Biblioteca Popular Jorge Fonseca”, creada en su memoria.

Jorge tenía 24 años.

José Antonio Alcaraz

Apodado “Pepito”, nació en Guaymallén, Mendoza, el 17 de julio de 1955. Tempranamente trabajó en una farmacia y luego lo emplearon en una imprenta donde fue elegido como delegado sindical. Con su compañera de vida, Adriana Campos, se conocían desde la infancia, porque sus familias eran vecinas cercanas de San José, en Guaymallén. Se casaron en 1975 cuando eran muy jóvenes: él tenía 20 años y ella, 18. Tuvieron un hijo en febrero de 1977 al que llamaron Martín.

Su primo Juan lo recordó como un muchacho cariñoso, tranquilo y generoso: “Era un ser que tenía mucha paciencia con sus primos, que éramos en esos días unos niños de 7 a 9 años”. “Nos gustaba escucharlo hablar”, agregó Juan, “porque era nuestro primo mayor y por sus cabellos largos”.

Pepe y Adriana se sumaron al Partido Comunista Marxista Leninista. El 6 de diciembre de 1977 secuestraron a la pareja y al bebé de su domicilio. Martín logró volver con su familia. El matrimonio aún continúa desaparecido.

José tenía 22 años.

Antonia Adriana Campos

Nació en Mendoza el 4 de enero de 1956. Desde chica se conoció con José Alcaraz: sus familias vivían en el mismo vecindario. Se casaron cuando ella tenía 18 años y él, 20. Ella era estudiante avanzada de medicina, pero debió dejar la carrera ya que personas allegadas, y su propia familia, fueron castigadas por la represión. En mayo de 1976 había sido secuestrada su hermana Silvia. Entonces la pareja alquiló un departamento en Godoy Cruz, en el que vivían con su hijo Martín Antonio. 

El 6 de diciembre de 1977, una patota ingresó al domicilio de la pareja, la secuestró, así como al bebé de diez meses. Les robaron todas sus pertenencias, incluso los muebles y enseres que encontraron a su paso. Un día después, el niño fue abandonado en la puerta de la casa de su abuela materna, procedimiento que, según indicios firmes, realizó el D2 de la Policía de Mendoza. El matrimonio sigue desaparecido.

Antonia tenía 21 años.

Walter Domínguez

Nació el 30 de marzo de 1955 y se crio en San José, de Guaymallén. Hizo la primaria en la escuela Cano y la secundaria en el colegio Martín Zapata. Según su madre, María Assof de Domínguez, concurría al turno noche porque de día trabajaba en un estudio contable.

Después de egresar optó por la carrera de Arquitectura en la Universidad de Mendoza, donde se inició en la militancia, desde el Centro de Estudiantes. Walter era un joven sereno, reflexivo, generoso y responsable. Le gustaba salir a bailar y disfrutaba escuchar música.

Dejó la carrera en segundo año. Se casó en noviembre de 1976 con Gladis Castro y se empleó como chofer de la línea 3 de colectivos. Transitaron el último tramo de su vida en una vivienda en Godoy Cruz, donde fueron víctimas de un secuestro el 9 de diciembre de 1977. En ese momento Gladis cursaba el sexto mes de embarazo. Sus desapariciones están enmarcadas en el Operativo Escoba destinado al aniquilamiento del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), del que formaban parte.

Walter tenía 22 años.

Gladis Castro

Nació en Mendoza el 23 de noviembre de 1953. Cursó la escuela secundaria en el Colegio Universitario Central y fue alumna de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo. Desde la adolescencia se mostró muy responsable y dedicada a sus deberes académicos y familiares. En distintos momentos trabajó en una farmacia y en un negocio de ropa. Para la fecha de su secuestro estaba empleada en una panadería de la Sexta Sección de la Ciudad de Mendoza.

Desde el año 1973 frecuentaba amistades comunes con Walter Domínguez y al tiempo iniciaron el noviazgo que culminó en matrimonio. La pareja se instaló en una vivienda de Villa Marini, en Godoy Cruz. Compartían militancia en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y su secuestro fue el 9 de diciembre del 77. Ella estaba embarazada de 6 meses cuando el Operativo Escoba atacó en su hogar. Gladis dio a luz en cautiverio. En 2015, gracias a la labor de Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de derechos humanos de Mendoza, su hija, Claudia Domínguez Castro, recuperó su identidad. Su apropiación fue juzgada en el octavo juicio por delitos de lesa humanidad realizado en nuestra provincia y las personas responsables fueron condenadas en 2018.

Gladis tenía 24 años.

Rodolfo Vera

Rodolfo nació el 29 de octubre de 1950 en Rodeo de la Cruz, Guaymallén. Realizó sus estudios primarios realizó en Chacabuco y los secundarios en la escuela Arístides Villanueva y en el colegio de Bellas Artes. Luego entró a la carrera de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, participó del centro de estudiantes y militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) junto a Walter Domínguez.

Se casó con Mirtha Irma Hernández y tuvieron una hija, Cecilia. En 1976 presenció cómo secuestraron en su propia camioneta a Jorge Becerra: el vehículo fue luego visto en el D2.  Rodolfo y Mirtha decidieron trasladarse a Rivadavia, al campo de un familiar, porque habían allanado su hogar de calle Lencinas de Godoy Cruz. Igualmente él iba y venía, se dedicó a la militancia, al trabajo en una mimbrería y a algunas tareas de campo. 

En 1977, Rivadavia dejó de ser un lugar seguro para la familia. El “negro Vera” se alojó en la mimbrería y su esposa en la calle Luzuriaga de Godoy Cruz. La madrugada del 6 de diciembre de 1977 fue secuestrado de su lugar de trabajo.

Rodolfo tenía 27 años.

Alberto Jamilis

Le decían “Gordo manifestación”. Nació en Berisso, Buenos Aires, el 22 de febrero de 1948. Estudió en la escuela primaria N° 2 de La Plata y en la ENET N° 1. Más tarde eligió Sociología, se inscribió y finalizó su carrera en la Universidad Católica de La Plata. Militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y trabajó como vendedor en el Ministerio de Hacienda en Buenos Aires, hasta 1976 que fue cesanteado. Junto a su pareja, María Inés Barbetti, y su hijo, Nicolás, decidieron mudarse a Mendoza, presumiblemente debido al acoso constante de los servicios de inteligencia.

En nuestra provincia trabajó en la mimbrería de Carzolio y vivió en Godoy Cruz, en la calle Bernardo Ortiz 586. La madrugada del 6 de diciembre de 1977 un grupo de tareas rompió el portón de entrada de su vivienda y se llevó a Jamilis ante la mirada de su compañera, quien en ese momento estaba junto a su hijo de dos meses.

Alberto tenía 29 años.

María Elena Farrando

María Elena Farrando nació el 17 de octubre de 1955 en  Mendoza. Era godoicruceña y tenía un hijo y una hija. Estudiaba medicina junto a Cristina D’Amico en la Universidad Nacional de Cuyo. Ellas ya habían compartido la secundaria en la Escuela de Comercio Martín Zapata y en los setenta militaron juntas en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Su amiga Nora comentó que María Elena “tenía una forma de expresarse muy directa, graciosa y divertida. Cantaba muy bien, tocaba la guitarra precioso”.

María Elena fue secuestrada, junto a su compañera Cristina, el 26 de febrero en Mar del Plata, en el marco del plan de aniquilamiento que recayó sobre el PCML desde diciembre de 1977 y se extendió a casos de enero y febrero de 1978.

María Elena tenía 22 años.

María Cristina D’Amico

María Cristina nació en Mendoza el 8 de febrero de 1956 en Godoy Cruz, departamento donde cursó la primaria, en las escuelas Claret y Rawson. Hizo la secundaria en la Escuela de Comercio Martín Zapata, junto a María Elena Farrando. Juntas estudiaron también la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Cuyo, desde 1974. Compartían también la militancia en el Partido Comunista Marxista Leninista, organización arrasada por el denominado Operativo Escoba de diciembre de 1977 y que extendió sus últimos golpes en enero y febrero siguientes.

Según su amiga Norma, Cristina “estaba comprometida con su militancia, con sus ideas, además del estudio. Me ayudó a entender lo que eran los procesos sociales, la participación política como estudiantes. Fueron años inolvidables”.

El 26 de febrero de 1978, junto a su compañera Farrando, María Cristina fue secuestrada en Mar Del Plata. Fue vista en el centro clandestino de detención “La Cacha”.

María Cristina tenía 22 años.

Elsa del Carmen Becerra Issa

Elsa nació en San Juan, el 2 de diciembre de 1953. Allí cursó tanto la escuela primaria como la secundaria. Decidió hacer los estudios superiores en Mendoza, cursaba Ingeniería Agronómica en la Universidad Nacional de Cuyo.

Además, por su idiosincrasia cuyana, ya ejercía la docencia en temas relacionados a la vitivinicultura. Cuenta su hermana: «Le gustaba la música, organizar encuentros, bailes y guitarreadas con estudiantes, trabajadores o campesinos, con quienes hacía trueque de saberes y otras necesidades humanas. Muchas veces integraba las cuadrillas de cosechadores con quienes compartía su militancia. Además, fue una pionera ecologista: amaba la naturaleza». 

Se unió a la militancia aquí, en Mendoza. Participaba del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y, como varios de sus compañeros y compañeras, fue víctima del “Operativo Escoba”, cuyo objetivo a nivel nacional fue aniquilar a esa organización. El 26 de enero de 1978 fue secuestrada en Capital Federal, mientras estaba en un domicilio temporal, huyendo de la represión. Su hermano, Jorge, ya estaba preso por razones políticas. “Elsi” continúa desaparecida, Jorge sobrevivió. Su madre, Beba, fue referenta y fundadora de Madres de Plaza de Mayo en Mendoza.

Elsi tenía 24 años.