¡Cumplimos 10 años y lo celebramos todo el mes!

Este año, el EPM cumple 10 años de funcionamiento. El 12 de septiembre de 2015, el gobierno provincial hizo la entrega parcial de recintos dentro del edificio ubicado en Av. Belgrano 179 de la Ciudad de Mendoza a los organismos de derechos humanos. El objetivo fue la refuncionalización como Espacio de Memoria de lo que fuera el principal centro clandestino de detención en Mendoza: el D2. El trabajo se realiza bajo la impronta de la ley nacional 26691 de señalización y preservación de sitios de memoria, y con el perfil de los organismos de derechos humanos de Mendoza, quienes conducen en Consejo directivo del EPM. 

Desde aquel día, se han desarrollado numerosas actividades y proyectos vinculados a áreas de comunicación, pedagogía, archivo, biblioteca, puesta en valor, cultura, investigación y registro. Con el aporte de muchas personas voluntarias y comprometidas que participan en las comisiones de trabajo, y algunos aportes de la de la UNCuyo por proyectos, becas o pasantías, se crearon una mediateca, materiales educativos, cursos de formación docente e instancias varias de formación y difusión. Tenemos una página web que aloja novedades y trabajos diversos, a través de redes sociales ampliamos la llegada y contacto con la comunidad. En 10 años de recorridos guiados, más de 21 mil personas, mayormente jóvenes estudiantes, han conocido el ex-D2 y han compartido testimonios de sobrevivientes, familiares y militantes del movimiento de derechos humanos. Se han realizado eventos públicos, muestras artísticas. Se colocaron ya más de 100 baldosas por la memoria en la explanada del EPM. Las actividades de aniversario comenzaron el 5 de septiembre con un recorrido guiado temático: violencia represiva y mujeres. Guiado por una expresa política y acompañado por académicas de las ciencias sociales que investigan el tema. Se proyectó una entrevista a Mimi Sifón, trabajadora sexual que fue presa en el D2 durante la dictadura. También se presentó una muestra de fotos de mujeres y derechos humanos, selección de imágenes tomadas por el fotoreportero Coco Yañez, la psicóloga y fotógrafa de oficio, Sara Gutierrez; y por miembros del equipo de comunicación del EPM. 

También se publicaron materiales audiovisuales y gráficos sobre el D2, el EPM, libros recuperados, documentación histórica de la persecusión política, entre otros temas.El 22 de septiembre comenzó la cuarta cohorte del curso de formación docente sobre pedagogía de la memoria, que cuenta con puntaje otorgado por la DGE.

Y la actividades siguen:


 Miércoles 24 de septiembre | 18:00 h 
Baldosas por la Memoria: sumamos a nuestro mar de memoria a María Luisa Alvarado y Juan Gutiérrez Zahzu
Intervención inmersiva: ​por los 10 años de EPM ​y​ ​la presentación del proyecto Hojas de vida de nuestros compañeros y compañeras desaparecidas.​ Producida por Gino Vachelli, archivos de Mariana Olguín y miembros del EPM.

​ Sábado 27 de septiembre | 15:00 h 
👩🏽‍🎤Música en vivo:
Gisela Mancuello
El Lorenzo Pa
Claroscuro

🎙️Ronda de voces:
– Juventudes organizadas. Diálogos actuales: Nietes, MUS, UEM, Renace y Fecem.

🧬Identidad:
Acciones con el Nodo Identidad Mendoza y la presencia de Daniel Santucho Navajas, nieto de identidad restituida 133, y su hermano Miguel “Tano” Santucho Navajas,
Inauguración de «CUENTA NIET@S» de identidad restituida
Presentación del libro «NIETO 133. Mi camino hacia la verdad» de Daniel Santucho Navajas.

​ Viernes 3 de octubre 

Narrativas de memoria​ V. Presentación del libro “Entre la reacción y la contrarrevolución. Orígenes del anticomunismo en Argentina (1917-1943)”, de Mercedes López Cantera

📍 EPM ex-D2 (Belgrano 179, Ciudad de Mendoza)

El trabajo colectivo transformó un centro clandestino en un sitio de memoria

23-09-2025 | A medio siglo del terrorismo de Estado y una década después de su creación, el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 continúa transformando un lugar de horror en territorio de reflexión, justicia y construcción colectiva de la memoria.

Habitar la memoria es un ejercicio político y sensible que requiere tiempo, compromiso y comunidad. En Mendoza, ese proceso tiene un sitio emblemático: el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2, que este año cumple diez años desde su creación como espacio público.

Durante la última dictadura, el país fue escenario de un plan criminal sistemático y organizado que necesitó de una infraestructura represiva. Para ejecutarlo, la dictadura puso en funcionamiento alrededor de ochocientos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, distribuidos en todo el territorio nacional. Eran lugares destinados al cautiverio ilegal de personas perseguidas y secuestradas por razones políticas. Algunos fueron diseñados específicamente para ese fin; otros fueron adaptados para alojar el horror.

En Mendoza funcionaron cerca de cuarenta centros clandestinos. El más grande fue el D2, una dependencia de inteligencia policial que operó en distintos edificios hasta concentrar su actividad, en 1974, en el recientemente inaugurado Palacio Policial, ubicado en pleno centro cívico de la ciudad. Detrás de las paredes de esa sede funcionaban oficinas, pero también calabozos. Desde 1975, esos espacios se utilizaron para detener ilegalmente a militantes, dirigentes gremiales, estudiantes y trabajadoras y trabajadores perseguidos por su compromiso político y social.

Los agentes del D2 cumplieron una doble tarea: reunir, organizar y analizar información sobre personas y organizaciones, y —al mismo tiempo— conformar grupos de tareas encargados de los allanamientos, secuestros, desapariciones y asesinatos. Era una oficina de inteligencia, pero también una patota de secuestro.

Con la llegada de la democracia, fueron las víctimas sobrevivientes quienes señalaron y reconstruyeron el rol del D2 dentro del circuito represivo de Mendoza. A partir de 2003, las políticas de memoria, verdad y justicia impulsadas a nivel nacional —como la anulación de las leyes de impunidad y la reapertura de los juicios a los responsables del terrorismo de Estado— abrieron nuevos caminos. En 2006, los organismos de derechos humanos de Mendoza comenzaron el pedido formal para que el edificio del D2 se convirtiera en un espacio de memoria.

En 2013, el frente del edificio fue señalizado con los pilares que sostienen la lucha por los derechos humanos: Memoria, Verdad y Justicia. La leyenda “Aquí funcionó el centro clandestino (…) D2” marcó simbólicamente el inicio de una nueva etapa. Un año después, un decreto provincial dispuso la creación del Espacio para la Memoria y, el 12 de septiembre de 2015, el gobierno provincial entregó parcialmente el inmueble a los organismos de derechos humanos. Desde entonces, comenzó un largo proceso de refuncionalización: de ex centro clandestino a sitio de memoria activo.

Hoy, el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 alberga distintas comisiones de trabajo, el archivo de documentación de la represión, la biblioteca de libros recuperados y una biblioteca digital dedicada al estudio y la difusión del pasado reciente. Sus integrantes realizan recorridos guiados, cursos de formación docente, presentaciones de libros, charlas abiertas y actividades artísticas que buscan mantener viva la memoria colectiva.

A diez años de su creación, el EPM ex-D2 sigue siendo un lugar donde el pasado reciente se piensa en presente y se proyecta hacia el futuro. Un sitio donde la memoria se habita, se discute y se construye día a día como una herramienta indispensable para garantizar el Nunca Más.

Fichar gente: de archivo policial a archivo histórico

18-09-2025 | Durante la última dictadura, el Departamento de Informaciones Policiales de Mendoza espió, persiguió y fichó a miles de personas. Lo que comenzó como un archivo de control y represión hoy es memoria histórica y testimonio contra el olvido. La historia del Archivo Provincial de la Memoria Susana Muñoz.

La represión no fue improvisada ni antes ni durante la dictadura. Las patotas que salían del Departamento de Informaciones Policiales, conocido como D2, sabían con exactitud a dónde dirigirse. Tenían las direcciones de las personas que buscaban, conocían sus rutinas, los trabajos a los que asistían y los grupos de los que participaban. Cada operativo estaba sostenido por un trabajo sistemático de inteligencia y espionaje.

El D2 no era solo un centro clandestino de detención y tortura: era, sobre todo, una maquinaria de información. Sus agentes realizaban tareas de infiltración en sindicatos, universidades, organizaciones sociales y políticas, pero también cumplían funciones visibles como custodios en bancos, oficinas estatales y dependencias públicas. Desde esos lugares estratégicos observaban, tomaban notas, sacaban fotos y elaboraban informes. Estudiaban la prensa, registraban escuchas y armaban un mapa detallado de las vidas que querían controlar.

Ese trabajo culminaba en fichas y legajos que marcaban el destino de miles de personas. Quien quedaba “fichado” pasaba a integrar el engranaje de persecución que podía derivar en un secuestro. La detención clandestina se acompañaba de interrogatorios bajo tortura, diseñados no solo para castigar sino para arrancar nuevos datos que alimentaran el circuito represivo. Así se retroalimentaba un sistema que perseguía a militantes, sindicalistas, estudiantes, artistas y, en definitiva, a cualquiera que fuera señalado como “subversivo”.

Con el paso del tiempo, gran parte de esa documentación fue destruida deliberadamente por las fuerzas. En especial, se borraron los rastros de las personas detenidas-desaparecidas. Sin embargo, miles de fichas, prontuarios políticos e informes policiales pudieron ser rescatados y entregados a los organismos de derechos humanos, la mayoría, de la década del 90. Son cientos de cajas que abarcan más de tres décadas de espionaje político-ideológico, entre 1964 y 1998.

Los agentes del D2 creían estar construyendo un archivo policial para vigilar a la sociedad mendocina. Sin saberlo, también estaban levantando un archivo histórico, un registro de la persecución que hoy constituye una prueba invaluable para comprender el terrorismo de Estado y sus continuidades.

En esos documentos aparecen nombres de militantes de partidos y organizaciones, pero también de artistas, deportistas, personas en situación de calle, jóvenes vinculados al rock e incluso integrantes de sectas religiosas. El espectro de la vigilancia era tan amplio que muestra hasta qué punto la sospecha atravesaba la vida cotidiana y se convertía en un modo de control social.

La documentación pasó por distintos lugares hasta que, con la recuperación del edificio del D2 como Espacio para la Memoria, regresó al Palacio Policial. Esta vez no como herramienta de persecución, sino como fuente de memoria histórica.

El trabajo de organización y conservación de esos archivos comenzó con la tarea incansable de Susana Muñoz, quien durante años sostuvo en soledad la clasificación de miles de documentos. Hoy, un equipo continúa esa labor bajo el nombre de Archivo Provincial de la Memoria “Susana Muñoz” y garantiza que esos papeles no vuelvan a ser escondidos ni silenciados.

A pesar de las pérdidas irreparables en el acervo documental, lo que se conserva permite reconstruir fragmentos de historias personales y colectivas, aportar pruebas a los juicios por delitos de lesa humanidad y sostener un ejercicio activo de memoria.

El Espacio para la Memoria de Mendoza cumple diez años y, con él, el archivo cobra una nueva dimensión: la de un patrimonio social que interpela al presente. Contar esta historia no es solo mirar hacia atrás, sino reafirmar el compromiso de que nunca más la vigilancia y la represión se impongan sobre los derechos y las libertades.

Los libros que sobrevivieron a la dictadura: memoria, censura y resistencia en el ex-D2

14-09-2025 | Durante el terrorismo de Estado, en Mendoza, las fuerzas represivas no solo secuestraron personas: también se llevaron sus libros, considerados “subversivos”. En democracia, esos ejemplares se transformaron en prueba irrefutable del horror y hoy integran la Biblioteca de la Memoria del EPM ex-D2.

En tiempos de dictadura, el miedo podía entrar de madrugada, con un portazo, con botas que arrasaban la intimidad de una casa. Los operativos represivos de las patotas militares y policiales en Mendoza dejaban un saldo brutal: militantes secuestrados, familias destruidas, objetos personales robados. Y también, silenciosamente, libros arrebatados de bibliotecas personales y familiares.

Parece fácil comprender por qué los aparatos de inteligencia veían “el enemigo” en estudiantes, sindicalistas, militantes sociales o integrantes de partidos políticos. Criticaban un orden injusto, cuestionaban un modelo económico, se oponían al régimen. Pero… ¿qué podía haber de peligroso en un libro?

La respuesta está en la propia definición de “subversivo”. Subvertir es alterar un estado de cosas dado, y los libros, con su potencia transformadora, con su capacidad de transmitir ideas y sueños de emancipación, también eran considerados una amenaza. No solo se buscaba silenciar voces, sino también apagar pensamientos.

Con la llegada de la democracia, cuando la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) visitó Mendoza para investigar los crímenes del terrorismo de Estado, un grupo de sobrevivientes recorrió el edificio del D2, antiguo centro clandestino de detención que funcionaba en pleno centro de la ciudad. Querían reconocer los espacios donde habían estado en cautiverio.

En la zona de calabozos, Silvia Ontivero —sobreviviente— pidió abrir la celda del fondo. Producto de la tortura, allí había muerto Miguel Ángel Gil —un compañero suyo— y el lugar parecía clausurado en el tiempo. Lo que encontraron al abrir la puerta sorprendió a todo el grupo: cientos de libros apilados en la penumbra. Uno cayó al suelo, a los pies de la mujer. Era Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. Roberto Marmolejo —otro sobreviviente— lo alzó, lo abrió e, inmediatamente, se lo dio a su compañera porque le pertenecía a ella. En la primera página había una dedicatoria: se lo había regalado su hermano y lo tenía sobre su mesita de luz cuando fue secuestrada.

Ese hallazgo fue una prueba irrefutable de que el D2 había funcionado como centro clandestino de detención, torturas y exterminio. Los libros secuestrados junto con las personas se convirtieron en testigos materiales de la represión. Relataban, en silencio, una historia de censura política y cultural que buscaba borrar toda huella de disidencia.

A fines de la década de 1990, ese acervo fue entregado a la agrupación H.I.J.O.S., que lo resguardó como parte del patrimonio de la memoria colectiva. Con el paso de los años, y la creación del Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2, estos libros recuperaron un lugar de cuidado, preservación y reconocimiento.

Hoy, integrantes del EPM se ocupan de sistematizarlos e inventariarlos. Su deseo es que muy pronto puedan conformar una sala de lectura abierta al público, un espacio donde la comunidad pueda acercarse a esos textos que sobrevivieron al intento de ser borrados. Porque cada ejemplar lleva consigo una historia: la de quienes lo leyeron, lo atesoraron, lo perdieron en un operativo, lo reencontraron décadas después. El ilustrador Andrés Guerci publicó este relato en la historieta Mesita de luz, en la que recrea el devenir de los hechos y reconoce a cada participante, a cada sujeto de la historia pasada y presente.

La Biblioteca de la Memoria de Mendoza es, en ese sentido, mucho más que una colección: es un archivo vivo que resiste al olvido, que denuncia la censura, que rinde homenaje a quienes soñaron con un país más justo. A diez años de la apertura del EPM, el desafío es que cada vez más personas conozcan esta historia, para que el pasado nunca más se repita y la memoria se mantenga encendida.

Diez años de memoria viva en Mendoza

12-09-2025 | El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 cumple una década de trabajo militante y colectivo. Un recorrido por las comisiones, archivos y proyectos que sostienen día a día la lucha por memoria, verdad y justicia.

Hace diez años, el ex-centro clandestino de detención D2 fue entregado a los Organismos de Derechos Humanos de Mendoza, quienes abrieron sus puertas para convertirlo en el primer Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos de Mendoza. Desde entonces, este lugar emblemático de la represión en Mendoza se transformó en un faro de militancia, compromiso y construcción colectiva.

El EPM ex-D2 se sostiene con el trabajo cotidiano de sus comisiones. Desarrollan propuestas educativas para que nuevas generaciones conozcan lo ocurrido durante el terrorismo de Estado. Trabajan en la preservación y resignificación del edificio, mediante la conservación de la memoria material de lo que aquí sucedió. Convocan a actividades culturales y artísticas y, también, difunden convocatorias y contenidos que fortalecen el vínculo con la sociedad.

El espacio alberga también instituciones fundamentales. El Archivo Provincial de la Memoria Susana Muñoz reúne documentos del viejo archivo policial. La Biblioteca de la Memoria guarda entre sus estantes libros recuperados de los propios calabozos de la dictadura y constituye un símbolo de resistencia cultural. A su vez, la página web del EPM ex-D2 ofrece una mediateca digital, donde se comparten materiales audiovisuales, charlas y registros históricos accesibles a toda la comunidad.

Desde 2024, funciona en el espacio el Nodo Identidad, una sede de Abuelas de Plaza de Mayo que refuerza la búsqueda de nietos y nietas apropiados durante la dictadura cívico-militar. Esta iniciativa local se suma a la lucha nacional por restituir identidades y garantizar justicia.

Además, el EPM ex-D2 impulsa diversas iniciativas y actividades culturales que fortalecen la memoria colectiva y el encuentro comunitario. Entre ellas, se destacan las Baldosas por la Memoria colocadas en la explanada de la entrada para recordar, homenajear y formar un mar de memoria con los nombres de las desaparecidas y los desaparecidos; el ciclo Narrativas de Memoria, que habilita espacio de presentación de libros, historietas y otras publicaciones escritas relacionadas con derechos humanos, democracia y memoria. A lo largo de estos años también se han realizado muestras de artes plásticas y fotográficas, así como presentaciones de bandas, solistas, vocalistas, candombes, etc., que llenan de música y vida este lugar que antes fue de horror y silencio.

Otro de los ejes fundamentales del espacio son las actividades pedagógicas. Regularmente se realizan recorridos guiados por sobrevivientes, en los que la palabra en primera persona transmite la experiencia del terrorismo de Estado y permite comprender la dimensión humana del horror. Hasta ahora, más de veinte mil personas han recorrido el ex-D2. A su vez, desde hace cuatro años se dicta un curso de formación docente en pedagogía de la memoria, en el que comparten y construyen herramientas y saberes para abordar en las aulas el pasado reciente y que las nuevas generaciones crezcan con una perspectiva crítica y comprometida con los derechos humanos.

En estos diez años, el EPM ex-D2 se consolidó como un lugar de encuentro, de memoria activa y de militancia. Cada actividad, cada proyecto y cada espacio son parte de un mismo horizonte: mantener viva la memoria, honrar a las víctimas y seguir luchando por un presente y un futuro con más democracia y derechos humanos.

Baldosas por la memoria: militancias del Sur provincial

10-05-2025 | El EPM colocó en su explanada nuevas baldosas, esta vez en homenaje a militantes revolucionarios de San Rafael y General Alvear. Fue la décimo séptima instalación.

La planificación de la jornada se realizó de manera conjunta entre la Comsión de puesta en valor del EPM, que tiene a cargo el proyecto de Baldosas por la memoria, y militantes de derechos humanos del Sur provincial: José Guillermo Berón, Roberto Simón Ozorio, Héctor Aldo Fagetti, José Nicanor Ortenberg, Sabino Rosales, Carlos Jakowczyk y José Valeriano Quiroga.

Además de las siete personas militantes y/u oriundas del Sur, se colocó la baldosa de la pareja de uno de ellos, que era del Gran Mendoza y etsaba embarazada. Familiares de ella, María Inés Correa Llano, viajaron desde Buenos Aires especialmente para estar presentes. Correa Llano fue guía scout y, en memoria de esa participación, estuvieron en el acto integrantes de Scouts de Argentina.

Para la colocación, llegaron desde Alvear y San Rafael familiares de las personas homenajeadas, sus compañeros y compañeras de militancias setentistas, integrantes de organismos de derechos humanos, estudiantes, docentes, militantes de la Juvntud Peronista (JP) y el titular de la Dirección de comunidad, familia y derechos humanos de la Municipalidad de San Rafael.

Los perfiles

Aldo Fagetti

Aldo nació el 14 de mayo de 1950 en Bowen, General Alvear. De ascendencia italiana, fue el menor de cuatro hijos. La familia se dedicaba a tareas rurales Aldo creció rodeado de la inmigración europea, ideas críticas y anarquistas. Le gustaba leer y jugar al fútbol. En 1966 se fue a Córdoba a estudiar Ingeniería. Vivii en una pensión del barrio Jardín, en la capital, junto a diez estudiantes de otras provincias.

Durante la dictadura de Onganía, participó en asambleas obrero-estudiantiles y reuniones políticas, se sumó al peronismo como herramienta para la justicia social y cambios profundos de la mano de la clase obrera.

En 1968 el padre de Aldo enfermó. Él regresó a Mendoza y, luego de que falleció, continuó sus estudios en Córdoba. Conoció al abogado laboralista Héctor Rosendo Chaves, también de General Alvear, y fundaron la Juventud Peronista (JP) local. En su casa de Rosendo conoció a Marta Sosa. Se casaron: él, con ropa prestada que le quedaba chica; ella, con un poncho. En 1971 se fueron a San Rafael, estudiaba, militaba y con Marta hacían tareas de alfabetización. Aldo era reflexivo, cariñoso y moderador. Ahondaba más allá de las palabras, buscando el trasfondo político. Para él todo tenía que repartirse por partes iguales, poco o mucho, todo el mundo tenía que comer. En 1973 conocieron a la abogada laboralista Susana Sanz, con quien formaron la JP de San Rafael y llegó a la gobernación Alberto Martínez Baca, ala camporista del peronismo. Aldo trabajaba en la Dirección de Rentas y abrieron, con Marta, un pequeño negocio de venta de empanadas. El 17 de octubre de 1974 nació Javier, único hijo de la pareja.

En 1975, el Batallón de Inteligencia 601 puso un agente civil de apellido Montesinos en el mismo escritorio que Aldo. El 25 de febrero de 1976, salió a la siesta del trabajo con destino a su negocio, cuando un operativo con unos ochenta militares y desproporcionada violencia lo detuvo e incomunicó en dependencias del Ejército Argentino. El 9 de marzo, Marta fue a ver a Aldo y llevó a Javier. Los carceleros llevaron solo al niño a la celda donde estaba su padre. Aldo le improvisó un juguete con un palo, un clavo y una chapita. El 10 de marzo de 1976, Aldo fue ejecutado. Su cuerpo jamás apareció.

Aldo tenía 25 años.

Roberto Ozorio

Roberto nació el 9 de mayo de 1950 en San Rafael. Allí creció y conoció a su pareja, Josefina Margarita González, con quien luego se casó.

Fue detenido junto a su esposa, el 25 de marzo de 1976, a la 1 de la madrugada. Una patota de militares y policías al mando de Luis Faustino Suárez entró a la casa del suegro de Roberto, ubicada en Bolívar y Beltrán, y se lo llevaron junto con Josefina. Roberto era militante del peronismo de izquierda y trabajaba como responsable de la farmacia del líder Alberto Martínez Baca, dirigente del Partido Auténtico que fue gobernador camporista en 1973.

Josefina fue presa política. Roberto fue visto con vida por última vez en el centro clandestino de detención que funcionó en el cuerpo de Infantería de la policía. De allí lo trasladaron a la sede del Poder Judicial provincial, centro clandestino conocido como La Departamental. Le fraguaron una disposición de liberación, pero fue desaparecido.

Roberto tenía 25 años.

José Valeriano Quiroga

José nació el 19 de marzo de 1953 en Bowen, localidad del departamento de General Alvear, Mendoza. Le decían “Negro”. Trabajó en Bodegas Furlotti. Su pareja de vida y militancia en el Peronismo de Base (PB) era Graciela Perla Jatib Villar Martínez, socióloga. Desde 1974 sufrían la persecución de los aparatos de inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y de la fuerza naval. Cuando secuestraron y desaparecieron a la pareja, ella estaba embarazada de dos o tres meses. Ocurrió el 28 de junio de 1976, en Av. Belgrano al 800, frente a Hospital Fiorito, de Avellaneda. Se supo que estuvieron en el centro clandestino de detención El Vesubio. Dieron cuenta de esto María Elida Serra Villar y Ariel Adhemar Rodríguez Celin, sobrevivientes del CCD. También pasaron por la comisaría de Monte Grande. José tenía 23 años.

José Nicanor Ortenberg

José nació el 12 de octubre de 1949 en la Ciudad de Mendoza. Le decían «Gordo». Era maestro mayor de obra y militante de la Juventud Peronista.

Su madre, Estefanía Acuña, contó que el 5 de abril de 1976, su hijo fue a colaborar en la construcción de un colegio en El Sosneado, San Rafael. Viajó desde Mendoza en una camioneta Ford.

En la madrugada del 6 de abril de 1976, policías armados lo secuestraron de la sede de la Dirección de Construcciones del gobierno provincial, donde se estaba quedando, ubicada en la calle Olascoaga. Estefanía fue a San Rafael al día siguiente y vio la camioneta de su hijo conducida por un hombre que aseguró que la usaba para llevarle comida a José que estaba en La Departamental. Allí un sargento le dijo que saldría pronto.

Efectivamente, José estuvo detenido en el centro clandestino de detención llamado La Departamental, que funcionó en el edificio del Poder Judicial de Mendoza en San Rafael. Allí compartió cautiverio con Isidro Calívar, Alfredo Porras, Francisco Tripiana, Hugo Adelmo Riera y Esther Dauverné, entre otras personas.

El último registro que hay de él, es que la policía fraguó su liberación: se registró que esa noche a las 00:20 había recuperado la libertad desde La Departamental y fue exhibido por militares a su hermano. Además, un policía dijo que se había ido con una mujer después de ser liberado. Esta fue una simulación para ocultar su asesinato y sustraer su cuerpo, porque continúa desaparecido.

José tenía 26 años.

José Berón

José nació el 8 de junio de 1956 en la Ciudad de San Juan. De familia muy numerosa, creció y vivió en San Rafael. Estaba casado y tenía un hijo, también llamado José. Trabajaba en fincas —particularmente manejando el tractor— y también en una fábrica de pastas.

El terrorismo de Estado fue implacable con la familia Berón: en febrero de 1976, detuvieron ilegalmente a sus tres hermanos: Luis Abelardo, Juan Carlos y Jorge Valentín, este último de 17 años. “Los cuatro militábamos en la Juventud Peronista. El más chico iba de vez en cuando. La militancia consistía en concientizar a la juventud, se hacía teatro en los barrios representando lo mal que hace el capitalismo”, recuerda Juan Carlos.

José Guillermo, también conocido como “Pepe”, fue detenido junto a Daniel Navarro, el 28 de agosto de 1976, en una fiesta de cumpleaños, en una casa que estaba en las calles Comodoro Py y Paula Albarracín. Lo llevaron a la Comisaría 8 de la policía. El 30 de agosto lo trasladaron al centro clandestino de detención que funcionaba en la sede de Infantería de la policía. Luego, al centro clandestino La Departamental, en la sede del Poder Judicial. Su padre le llevó comida hasta que el 8 de octubre le informaron que José Guillermo había sido trasladado en un camión al comando. Junto a su hija, Matilde, el hombre se dirigió al comando militar ubicado en las calles Castelli y Urquiza, donde les dijeron que en dos horas sería puesto en libertad, pero no tuvieron más noticias de él.

José tenía 20 años.

Carlos Jakowczcyk

Carlos nació el 15 de febrero de 1944 en la ciudad de La Plata. Descendiente de inmigrantes de Bielorrusia, la familia se radicó en 1949 en Bowen, departamento de General Alvear, donde pasó su infancia. Tuvo una crianza bajo principios cristianos y cursó la primaria en la escuela Pedro Pascual Segura. Muy joven regresó a Buenos Aires y se casó con Marta Basualdo, con quien tuvo dos hijos.

En 1974 o 1975 decidió radicarse en Mendoza donde desempeñaba su oficio de plomero y electricista. Trabajó para la empresa Dalvian y otras constructoras. Por esa época debió internarse en el Hospital Central para ser sometido a una operación de la válvula mitral, circunstancia en la que conoció a María Inés Correa Llano, instrumentista en ese policlínico. De allí se gestó una relación amorosa entre ambos. “Se los veía muy acaramelados, siempre”, recordó una de sus sobrinas. Formaron pareja y se albergaron en la vivienda de los caseros de una de propiedad de la abuela de María Inés, en La Puntilla, Luján de Cuyo.

La pareja participaba de tareas sociales  con el cura jesuita tercermundista José María “Macuca” Llorens, en el barrio San Martín, de la Ciudad de Mendoza. Ella hacía manualidades en tejido y bordado; él se dedicaba a actividades deportivas. Además, eran militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

Carlos era un hombre campechano, jovial y ocurrente; muy bien parecido y seductor. Era un gran imitador de Johnny Tedesco. También disfrutaba del deporte y las competencias: según su hermana Ana, era “campeón de carrera de embolsados”.

El 16 de septiembre de 1976, cuando María Inés cursaba el séptimo mes de embarazo, la pareja fue secuestrada de su vivienda en La Puntilla, en el marco del Operativo Antijesuita. Según vecinos, los llevaron envueltos en sábanas y, desde ese momento, no se supo nada más de Carlos, de María Inés ni del niño o niña.

Carlos tenía 32 años.

María Inés Correa Llano

María Inés nació el 23 de septiembre de 1947 en la Ciudad de Mendoza. Perteneciente a una familia tradicional de conocidos abogados, asistió al colegio Sagrado Corazón. Participaba también de un grupo de girls scouts.

Su amiga Elisa Villalba relata en el libro Hacerse cargo que se conocieron de pequeñas: “Ella venía con su familia a veranear a La Puntilla y nos juntábamos siempre a jugar,  aprendí a andar en su bicicleta; que era la única que había en la zona. Era una persona sumamente inquieta, movediza, como buena petisa”.

María Inés era bajita, de boca pequeña, ojos redondos, chiquitos y vivaces. Al promediar la secundaria empezó a preocuparse por la realidad social y eso resintió la relación con su familia, era como una “oveja descarriada”.

María Inés estudió para instrumentista quirúrgica en la Universidad Nacional de Cuyo, trabajaba en el Hospital Central y era docente en la Facultad de Ciencias Médicas. Oscar Rojas recuerda: “Inesita era de familia patricia. Un encanto de mujer y profesionalmente impecable. Me ayudó en cirugías del Hospital Central, en el Servicio de Cardiocirugía del cuarto piso y en Cirugía Experimental de la Facultad”.

María Inés participaba del grupo de activistas vinculados al cura tercermundista y jesuita José María “Macuca” Llorens, en el barrio San Martín, de la Ciudad de Mendoza. Además, militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Compartió ambos espacios con su compañero, Carlos Jakowczyk, quien enseñaba deporte. Se conocieron cuando él estuvo internado en el Hospital Central y ella trabajaba allí. Se casaron y vivieron en la vieja casona familiar de La Puntilla, en Luján de Cuyo, en un construcción asignada a caseros.

El 16 de setiembre de 1976, en horas de la madrugada, secuestraron de su casa a María Inés, embarazada de siete u ocho meses, y a su esposo. Testigos afirman que los sacaron envueltos en sábanas. No se supo más de María Inés, de Carlos ni del bebé en camino.

María Inés tenía 28 años.

Sabino Rosales

Sabino nació el 5 de diciembre de 1949, en Junín, en el Este de Mendoza. Era uno de los cinco hermanos de una humilde familia de obrera rural que se instaló allá por los años 50 en la localidad de Bowen, General Alvear. Habían trabajado en Rivadavia como contratistas de viña y soñaban con que este traslado al sur les diera la posibilidad de adquirir su propia tierra. Pero la muerte prematura de María —su madre—, las complicaciones económicas derivadas de ser pequeños productores, la mala paga que recibían por las cosechas y las inclemencias del tiempo empujaron a los hermanos a trabajar como empleados fuera del campo.

Sabino estudió en la Escuela Nacional de Comercio de Bowen. Luego vivió en el Gran Mendoza, donde trabajó en el banco provincial. Trabajó desde temprana edad y siempre fue muy buen estudiante. Su hermano Fermín comenta que “Sabino era el que tenía más aptitudes para estudiar, por eso nosotros trabajábamos; él llegó a hacer dos años en uno y, además, tuvo una beca”.

Fue estudiante de ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional —cursó hasta quinto año—, militante estudiantil y de Montoneros.

Le decían “Lito” y también “Pantera Rosa”. Sus familiares señalan que organizaba e instruía grupos y tenía una gran actividad militante. Asimismo, aún recuerdan cuando lo acompañaban a las asambleas de la facultad, los cánticos y el compromiso que asumían por ese entonces las y los estudiantes.

Durante la dictadura militar, en dos oportunidades logró evitar que lo secuestraran. Vivió con su compañero Ricardo Alberto González, en un departamento ubicado en la calle Francisco Álvarez, en el barrio Bancario de Dorrego, Guaymallén. Fue asesinado el 17 de enero de 1977, cuando intentaba escapar de un operativo. Corrió y lo acribillaron por la espalda, en la puerta de su casa. Fue enterrado clandestinamente en el cuadro 33 del Cementerio de Mendoza. En mayo 2011 sus restos, identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, fueron devueltos a su familia.

Sabino tenía 27 años.

¡Hasta la Victoria Siempre, compañero Daniel Tagarelli!

Desde el EPM ex-D2 despedimos al compañero expreso político, Daniel Tagarelli. Abrazamos a sus hijes, familia y sus compañeros y compañeras. Falleció el viernes 18 de abril de 2025, vivía en su departamento natal, San Carlos.

Daniel comenzó su militancia en la escuela secundaria. En la década de1970, estudiaba derecho en la universidad pública de Mendoza. Participaba del movimiento estudiantil, en la agrupación Tupac (Tendencia Universitaria Popular Antiimperialista Combativa), rama estudiantil del partido político Vanguardia Comunista.

Cuando tenía 19 años, en la madrugada del 22 de noviembre de 1975, fue secuestrado por las fuerzas represivas junto a su hermano, Víctor. Los llevaron primero a la vieja Unidad I de la policía, en calle Mitre de Ciudad. Luego, al centro clandestino de detención, torturas y exterminio (CCD) que funcionaba en el Departamento de Informaciones (D2), dependiente de la misma fuerza provincial. De allí, lo trasladaron a la Compañía de Comunicaciones de Montaña 8, activo CCD del Ejército Argentino. Su periplo en calidad de preso político siguió por el penal Unidad 9 de La Plata. En 1978 pudo recuperar la libertad.

Daniel fue parte del movimiento de derechos humanos de Mendoza, como parte de la agrupación “Ex presos políticos para la Victoria”. Prestó declaración y testimonio numerosas veces y aportó, así, a la reconstrucción de la memoria del terrorismo de Estado y las resistencias. Fue activo promotor de la ley 8395, reparatoria provincial para ex presas y ex presos políticos.

Tuvo experiencias de gestión como Director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Luján de Cuyo. Fue el último Subsecretario de derechos humanos del Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos de Mendoza: ocupó ese cargo entre marzo y diciembre de 2015, luego el área fue desjerarquizada a Dirección. Él estaba a cargo de la Subsecretaría cuando, tras largos años de lucha de los organismos de derechos humanos y gestiones institucionales, comenzó la actividad de nuestro EPM ex-D2, a partir de la entrega parcial de recintos en el edificio conocido como Palacio Policial, que pertenecieron al CCD D2, y que actualmente gestionamos colectivamente.

¡Hasta la victoria siempre, Daniel!

Agenda de la Semana de la Memoria 2025

18-03-2025 | En el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, los organismos de derechos humanos de Mendoza recopilaron todas las actividades abiertas y gratuitas y publicaron un cronograma. Consultá la agenda completa.

Este 24 de Marzo es el 49.° aniversario de la última dictadura y, como todos los años, distintos sectores sociales organizan actividades para conmemorar el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Con la intención de facilitar su búsqueda, los organismos de derechos humanos de Mendoza concentraron toda esa información en una agenda unificada. Abajo compartimos el archivo para descargar y compartimos el cronograma.

MIÉRCOLES 19
18.30 h – Recorrido y charla sobre negacionismo y discursos de odio. Ex Comisaría Séptima (Lavalle y Colón, Godoy Cruz). Organizan: Juventud Peronista Provincial y de Godoy Cruz, Espacio de Memoria ex Comisaría Séptima.
16.30 h – Pintada de pañuelos para la Marcha del 24 de marzo. Patio de la fotocopiadora de la FCPyS. Organiza: Centro de Estudiantes de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo

JUEVES 20
18 h – Presentación de libros: Nosotras en libertad y Escondida, junto a Silvia Ontivero y Mónica Robert. Biblioteca Central “Dr. Arturo Roig”, UNCuyo (Parque San Martín). Organizan: Bibliotecas UNCuyo, EDIUNC, Secretaría Académica y Área de Derechos Humanos
20 h – Presentación del libro Quantum, de Manuel Corominola. La Bancaria (España 1234, Ciudad) Organiza: Asociación Bancaria Mza.

VIERNES 21
10 h – Cuentos y árboles por la Memoria. Bosque de eucaliptus (Maza y variante, Maipú). Organiza: Oficina de Derechos Humanos de Maipú.
12 h – Acto institucional de la UNCuyo en conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Paseo Memoria, verdad y justicia, UNCuyo (Parque San Martín). Organiza: Rectorado de la UNCuyo
12.20 h – Presentación del mapeo “Senderos de la memoria de la UNCuyo”. Cilindro Central, CICUNC. Organiza: Secretaría Académica del Rectorado

DOMINGO 23
18 h – Carpa y vigilia por los derechos humanos. Plaza Independencia, Ciudad. Organizan: Organismos de Derechos Humanos de Mendoza
20.30 h – Cine por la memoria: La historia oficial. Club Pedro Molina, (Guaymallén).

LUNES 24
18 h – MARCHA. Concentración en San Martín y Garibaldi. Convocan: Organismos de Derechos Humanos de Mendoza,

MARTES 25
10 h – Presentación e inicio de la “Semana de la Memoria: una mirada desde la ciencia y la técnica”. CCT Mendoza – CONICET (Av. Ruiz Leal s/n, Parque San Martín). Organiza: Comisión de la Memoria CONICET, Comisión de Seminarios del IADIZA e INCIHUSA
11 h – Muestra “Tweets Relatos por la Identidad IV”. IESDyT 9-030 Del Bicentenario (P. Mogotes 791, Godoy Cruz). Organiza: Nodo Identidad Mendoza
12.30 h – Acto institucional en Plaza de la Memoria. Facultad de Artes y Diseño, UNCuyo (Parque San Martín).
12.30 h -Memoria viva: testimonios de los protagonistas de Ciencias Agrarias en los años 70. Facultad de Ciencias Agrarias, aula de posgrado.
15.30 h – Proyección “La represión del periodismo” del ciclo documental A la sombra del Aconcagua, de Rodrigo Sepúlveda. Aula 12 Sur de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo
16 h – “Resonancias de la memoria”. Encuentro participativo con técnicas teatrales de la mano de Elivera Maripangui, facilitardora teatral y activista chilena. Aula 3 BACT II de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo
18.30 h – Ciencia de datos para la memoria: repensando la dictadura desde RSUM UTN Fac. Regional Mendoza (Rodríguez 273, Ciudad). Organiza: RLadies Mendoza
19 h – Acto y conversación abierta con víctimas del terrorismo de Estado. Auditorio Municipal de Santa Rosa
19.30 h – Cine por la memoria Círculo de Periodistas (9 de julio 3062, Ciudad). Organiza: Partido Justicialista de Ciudad

MIÉRCOLES 26
10 h – Seminarios “Contribuciones de la Antropología forense en la búsqueda de víctimas de la dictadura cívico-militar en Mendoza: el caso del Cuadro 33” y “Memoria, ciencia y justicia. Investigación y juzgamiento de delitos de lesa humanidad en Mendoza (2010-2024)”. CCT CONICET-Mendoza (Av. Ruiz Leal s/n, Parque General San Martín). Organizan: Comisión de la Memoria CONICET, Comisión de Seminarios del IADIZA, INCIHUSA
10 h – Proyección del documental El mal absoluto, de Ciro Néstor Novelli, sobre el Juicio por delitos de lesa humanidad contra jueces federales. Edificio M. Malharro de Torres (Peatonal Sarmiento 247, Ciudad) Organiza: Senado de Mendoza
17.30 h – Proyección de Ifigenia o el paraíso violento, cortometraje de Elena Schnell sobre violencia patriarcal estatal. Biblioteca de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo
19 h – Charla abierta: “La incidencia social y cultural del movimiento de derechos humanos a 49 años del golpe cívico militar”. IESDyT 9-001 Gral. San Martín (Chubut y Balcarce, San Martín)

JUEVES 27
9 h – Conversatorio: “Reflexiones para el presente”. Microcine de Ciudad (9 de julio 500, Ciudad). Organiza: Oficina de DD. HH. de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza
10 h – Acto homenaje a cinco investigadores/as del CONICET Mendoza cesanteados por la Junta Militar. Inauguración del “Jardín de la Memoria”. CCT CONICET-Mendoza (Av. Ruiz Leal s/n, Parque San Martín). Organizan: Comisión de la Memoria CONICET, Comisión de Seminarios del IADIZA, INCIHUSA
12 h– Un mural para no olvidar: homenaje a los derechos humanos. Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), jardín de la memoria. Organiza: Áreas de derechos humanos de la FCA y de la UNCuyo.
12 h – Reconocimiento al fiscal Dante Vega por su labor en la defensa y promoción de los Derechos Humanos. Facultad de Educación Sede Campus (Parque San Martín)
16.30 h – Presentación del libro Educación en Mendoza (1973–1983): Lucha, represión, dictadura y micro resistencias, de P. Chavez, A. Paredes y L. Rodríguez Agüero. Aula 2 Norte de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.
17 h – Proyección del documental El mal absoluto, de Ciro Néstor Novelli, sobre el Juicio por delitos de lesa humanidad contra jueces federales. Aula 4 Norte de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo
20 h – Presentación del libro No somos Santos Pieruggi, de Osvaldo Tramontina. La Bancaria (España 1234, Ciudad). Organiza: Asociación Bancaria Mza.

VIERNES 28
15 h – Presentación de la Cátedra Abierta de derechos humanos. Aula 19 Norte de la FCPyS. Organiza: Área de Derechos Humanos de la Fac. de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo
18.30 h – Conversatorio: “La historia como campo de batalla. Experiencias de investigación sobre el pasado local”. EPM ex-D2 (Belgrano 179, Ciudad). Organizan: EPM ex-D2 y Núcleo de Estudios sobre Historia y Memoria de Mendoza (NEHyMM)
18.30 h – Ronda en Plaza Godoy Cruz e intervención con títeres. Espacio de Memoria ex Comisaría Séptima (Lavalle y Colón, G. Cruz). Organiza: Mesa de organismos de derechos humanos.
19.30 h – Anatomía de la Democracia. Proyección Del Film El piano mudo, de Zuhair Jury. La Bancaria (España 1234, Ciudad). Organiza: Cultura Somos Todxs

SÁBADO 29
21 h – Mata el pájaro. Guarda el canto. Homenaje a Miguel Ángel Bustos. Bar Los Dos Amigos (Maipú y San Martín, Ciudad). Organiza: Revista La intemperie Mendoza

LUNES 31
18 h – Arqueología y Antropología por la verdad: proyecciones del EMAAF en la búsqueda de personas desaparecidas durante la última dictadura militar. EPM ex-D2 (Belgrano 179, Ciudad). Organiza: Equipo Mendocino de Arqueología y Antropología Forense (EMAAF), EPM ex-D2, COPRODEP, Nodo identidad Mendoza

MARTES 1/04
18.30 h – Charla “La memoria: un ejercicio de diálogo entre generaciones”. IES 9-004 de Tunuyán (9 de Julio y Echeverría, Tunuyán)

Fernández, exoficial del D2 condenado, agredió a víctimas del terrorismo de Estado

29-12-2024 | Reivindicó, además, haber criado a la nieta 127, pero en realidad la apropió y fue condenado en un juicio por delitos de lesa humanidad. Esa sentencia se sumó a otras cuatro por las que había recibido prisión perpetua y 20 años de prisión. Nos manifestamos.

Repudiamos la actitud prepotente de Armando Osvaldo Fernández —expolicía condenado en cinco juicios por delitos de lesa humanidad— contra víctimas del terrorismo de Estado, familiares y militantes de derechos humanos.

Está en curso el 13.° juicio de Mendoza por delitos de lesa humanidad. Investiga crímenes cometidos por el aparato del D2 de la Policía de Mendoza. Durante la última audiencia del año, el viernes 27 de diciembre, se conoció que Abuelas de Plaza de Mayo restituyó la identidad del nieto 138. 

Al finalizar la declaración testimonial del día, familiares de personas detenidas desaparecidas por razones políticas, corearon la noticia en la sala de audiencias. En respuesta, el imputado Armando Osvaldo Fernández —quien ya tiene cinco condenas en juicios anteriores, tres de ellas a prisión perpetua—, gritó «viva la 127, la 127», en referencia a la nieta restituida que él mismo apropió, y cuya identidad se conoció en 2017.

Luego, ya afuera de Tribunales Federales, Fernández estaba en una esquina apoyado en un gabinete de electricidad. El represor tiene asignada prisión domiciliaria por razones de salud, pero se moviliza por sus propios medios cuando asiste presencialmente a las audiencias. 

En esa situación, víctimas y familiares se encontraron con él y reiteró la provocación. El grupo de militantes de derechos humanos comunicó a viva voz a la ciudadanía quién es el represor y los delitos por los que tiene condenas y está imputado. Él respondió con la violencia verbal que puede observarse en los videos que circulan. Un dato a destacar es la reivindicación que hizo de la apropiación de la nieta 127, al decir «viva la 127, yo la crie, yo la crie». También amenazó con «cagar a trompadas» a familiares: «Agradezcan que estoy en cana», intimidó.

De inmediato pusimos en conocimiento a la fiscalía, que se acercó al lugar con el secretario del tribunal, y se cercioraron de que Fernández se fuese a su casa a la brevedad.

La oficina fiscal pidió, a través de un escrito, que el tribunal disponga las medidas necesarias para evitar esta situación, en función de la normativa vigente de protección de víctimas testigo (ley 27372). Reiteró el pedido de mayor control de llegada y partida de represores con domiciliaria, disponiendo la guardia para ello. Y, en el caso del apropiador Fernández, pidió que sus traslados lo realice la fuerza pública, en función de que ya habían ocurrido hechos similares meses atrás, cuando se disponía a «tomar un cafecito» en la cercanía de Tribunales Federales, tras una audiencia.

Agradecemos las expresiones de solidaridad por el agravio vivido y también las de rechazo a las envalentonadas amenazas proferidas por el represor. Hay un contexto de apoyo a los represores y sus acciones —tanto pasadas como presentes— por parte de discursos oficiales, que da lugar a esta situación. 

Cuando nos proponemos dar pelea contra el negacionismo y los discursos de odio es porque los entendemos sistémicos y funcionales a toda una cosmovisión que no solo reniega de consensos democráticos y posdictatoriales alcanzados, sino que propone una forma de relaciones sociales basadas en la violencia y la negación de derechos que afecta a la cotidianeidad de la sociedad. El ataque no es aislado: en el mismo momento está siendo destruida la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Nunca más es ahora. 

Memoria, verdad y justicia por lxs 30000 detenidxs desaparecidxs y por las y los 300 niñxs apropiadxs que aún nos resta encontrar.

Más información sobre la historia del D2.

Decimosexta colocación de Baldosas por la Memoria

17-12-24 | El EPM realizó el último acto de colocación de baldosas del 2024, junto a las familias Pérez-Güinchul-Fonseca. Este proyecto, que comenzamos en 2020 con la pieza fundacional «30 mil ¡presentes!», cerró este año con 103 nombres de compañeros y compañeras detenidas desparecidas, presentes en la explanada del edificio.


Emiliano Pérez y su sobrino, Jorge Albino Pérez, fueron secuestrados de su casa. Días más tarde, la pareja de Jorge, Gloria Fonseca, fue secuestrada en la terminal de ómnibus de Mendoza.
Fueron víctimas del Operativo Abril de 1977, persecución, desaparición y asesinato de militantes peronistas.
Mafalda Pereyra, madre de Jorge, fue una activa luchadora de Madres de Plaza de Mayo. Albino padre, la hermana de Jorge, Rosa; y la esposa de Emiliano, Isabel Güinchul, fueron referentes fundamentales en la militancia por la memoria, la verdad y la justicia, en el organismo Familiares de personas detenidas desaparecidas por razones políticas en Mendoza.
¡Emiliano, Jorge y Gloria, presentes, ahora y siempre!

Los perfiles

Emiliano nació el 24 de julio de 1942 en General Alvear, sureste de Mendoza. Tenía un hermano y dos hermanas: Albino, Ofelia e Irma.
Estaba casado y vivía con su compañera, Isabel Güinchul, y sus dos hijas: Susana, de 12 años, y Alejandra, de 9. Emiliano trabajaba para una empresa constructora y no tenía militancia partidaria, aunque sí le interesaba la política y ejercía la solidaridad
Sus hijas recuerdan a Emiliano como una persona trabajadora, apacible y solidaria, que “siempre estaba de buen humor”. Dicen que leía de todo, desde novelas hasta libros de física, bricolage e historietas. Le gustaba dibujar y hacer, con “su letra preciosa”, las carátulas de los cuadernos escolares de las chicas. Su casa estaba siempre llena de gente. Isabel y Emiliano dieron refugio a su sobrino, Jorge Albino Pérez y su esposa, Gloria Fonseca, quienes venían huyendo de la represión desde Córdoba.
El 6 de abril de 1977, una patota de personas armadas, vestidas de civil y con pelucas, movilizadas en varios vehículos, atacaron la casa de Emiliano, la destrozaron, levantaron hasta los pisos, robaron sus pertenencias, destruyeron los libros, rompieron los colchones y se llevaron las fotografías. Secuestraron a Emiliano y a Jorge Albino.
Emiliano tenía 43 años.

Jorge Albino Pérez

Jorge nació el 21 de septiembre de 1950 en San José, localidad del departamento de Guaymallén, en Mendoza. Creció en General Alvear, departamento del sureste de la provincia, junto a su madre, Mafalda Pereyra, su padre, Albino (quien estuvo dos veces detenido por razones políticas, en 1976 y en 1979); sus hermanas, Graciela, Verónica y Rosa; y su hermano, Gustavo. Una familia de intensa participación en el movimiento de derechos humanos.
Le decían de apodo “Diente”. Hizo la secundaria en la Escuela de Comercio de General Alvear, institución a la que asistieron 6 personas que resultaron víctimas de desaparición forzada.
Jorge comenzó en 1969 la licenciatura en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba. En ese marco, conoció a su pareja, Gloria Fonseca, con quien vivió y militó -en esa ciudad- entre 1970 y 1975. Participaban en la organización Montoneros y en la Juventud Peronista (JP).
Huyendo de la represión, se trasladaron a Mendoza y deambularon por varias casas. La última fue la de Emiliano Pérez e Isabel Güinchul, tío y tía de Jorge. Continuaron su militancia en su localidad de residencia, Las Heras.
El 6 de abril de 1977, como parte de un operativo de las fuerzas conjuntas contra militantes de Montoneros, patotas de represores allanaron la casa de Isabel y Emiliano, se llevaron secuestrados a Jorge Albino y a Emiliano.
El 9 de abril, cuando Gloria volvía de Córdoba por razones de trabajo, fue secuestrada en la terminal.
Jorge tenía 26 años.

Fuentes:
https://lesahumanidadmendoza.com/2021/03/jorge-albino-perez-pereira/
https://apm.gov.ar/presentes/detalle/4739

Gloria Fonseca

Gloria nació el 27 de enero de 1933 en la ciudad de Córdoba.
Trabajaba en la Administración Pública, en la caja de jubilaciones del Instituto Provincial de Atención Médica (IPAM). Era delegada gremial en el Sindicato de Empleados Públicos de la Provincia de Córdoba (SEP).
Le decían “Nelly”, era Asistente Social, recibida en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Militó en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), luego en los barrios con la Juventud Peronista (JP) y se incorporó a Montoneros. Participó del “Cordobazo”.
Estaba en pareja con el mendocino Jorge Albino Pérez; vivieron y militaron juntos en Córdoba entre 1970 y 1975. Como consecuencia de la persecución política, se vinieron a vivir a Mendoza, estuvieron en varias casas, también huyendo de la represión. En un momento, Jorge y Gloria pidieron amparo a Isabel Güinchul y Emiliano Pérez, tía y tío de Jorge que vivían en Las Heras. En esa localidad siguieron su militancia política. El 06 de abril de 1977 Jorge fue secuestrado junto a su tío Emiliano.
Gloria fue secuestrada el 9 de abril de 1977 en la Terminal de Ómnibus de Mendoza, cuando regresaba desde Córdoba, a donde había viajado por razones laborales.
Gloria tenía 34 años