24 de Marzo: Memoria, Verdad y Justicia para defender la Democracia

17-03-2023 | Organismos de Derechos Humanos de Mendoza convocan a las actividades en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia: “A 47 años del golpe y 40 años de democracia: Memoria, Verdad y Justicia para defender la Democracia”. La marcha será el viernes 24 de marzo y partirá a las 18:00 del KM 0, en Garibaldi y San Martín de la Ciudad de Mendoza. 

Una radio abierta comunitaria transmitirá desde las 16:00 en esa esquina. En paralelo, una columna concentrará a las 16:00 en Colón y Lavalle de Godoy Cruz y partirá a las 17:00 junto a la mesa de organismos del Espacio de Memoria ex Comisaría Séptima.

El lema de este año y las actividades se definieron en sucesivas reuniones en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 que organismos locales mantuvieron con otras organizaciones de la sociedad comprometidas con la causa. Además de la movilización histórica de cada 24 de marzo, habrá una carpa en la Plaza Independencia el miércoles 22 y la tradicional vigilia en la explanada del EPM ex-D2 el jueves 23. Los números musicales de los tres días están coordinados por el Movimiento Independiente Mendocino de músicos, músicas y hacedores afines (MIMM).

Las actividades de los Organismos

La carpa del 22 de marzo —a partir de las 19 en la Plaza Independencia— tendrá números musicales a cargo de Facundo Sileone, Marcelo Elizondo y Grupo Alturas. En un panel participarán Gabriel Jofré, referente mapuche de la organización Malal Weche de Malargüe; Nora Moyano, militante judicializada por las manifestaciones en contra de la modificación de la ley 7722; y Alejandra Ciriza quien a partir de estos temas se referirá a la situación de derechos humanos y democracia en Mendoza. Con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, el elenco “La rueda de los deseos” presentará la obra de teatro, música y máscaras a cielo abierto “Migajas en el oro de tu pelo”, obra en adhesión del programa INTervenciones Escénicas a Cielo Abierto del INT”.

La vigilia del 23 de marzo —desde las 20:30 en la explanada del Espacio para la Memoria ex-D2— estará enfocada en relatos de personas que vivieron su infancia durante la dictadura y quieran compartir sus recuerdos al calor del encuentro colectivo. Participarán el coro Viento Sur y La Batahola. Habrá un homenaje a la histórica militante Sofía D’Andrea, fallecida recientemente, pilar fundamental de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia en la provincia de Mendoza. También se recordará a Sebastián Moro, periodista comprometido con los derechos humanos que fue asesinado en el marco del golpe de Estado en Bolivia en 2019.

Agenda completa del mes de la memoria 2023

13/03:  Presentación de la muestra “Agustín Tosco. Registro fotográfico de una histórica lucha”. Bernardo de Irigoyen 373, San Rafael.

17/03: 20 h.  “Memoria hoy más que nunca”. Conmemoración a Ana María Moral, Susana Muñoz, y Hebe Bonafini. Casa por la Memoria y la Cultura Popular.

20/03: – 10 h. Reconocimiento legislativo al libro colectivo “Nosotras en Libertad”, a ex presas políticas y a Mujeres sobrevivientes de las Dictaduras por la Memoria. Legislatura de Mendoza.

22/03: 16 h. Diálogos entre libros. La escritura como forma de resistencia al olvido. “Democracia y terrorismo de Estado en Argentina”, de Dante Vega; y “Nosotras en libertad”, realización colectiva de ex presas políticas. Hall de la Biblioteca FCPyS-UNCuyo.

22/03: 19 h. Carpa de Organismos. Plaza Independencia.

23/03: – 19 h. Presentación de “Nosotras en libertad”. Biblioteca San Martín. 
– 20:30 h. Vigilia “Relatos de las infancias en dictadura”. EPM ex-D2.

24/03: – 16 h. Radio abierta en el KM 0.
– 16:30 h. salida de columna desde el Espacio de Memoria ex Comisaría Séptima. Lavalle y Colón de Godoy Cruz. 
– 18 h Marcha. Concentración en el KM 0.

27/03: presentación de la muestra “Agustín Tosco. Registro fotográfico de una histórica lucha”. Centro de Convenciones y Exposiciones Thesaurus. Avenida San Martín, Pasaje la Ortegüina, Malargüe, Mendoza.

30/03: 18.30 h Carnaval por la Memoria y los Derechos Humanos. EPM ex-D2.

Del 20 al 24: Muestra fotográfica virtual día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia – Poder Judicial.

A 47 años del golpe y 40 años de democracia:
Memoria, Verdad y Justicia para defender la democracia.

Hasta la victoria siempre, compañera Sofía D’Andrea

07-03-2023 | Desde el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 despedimos a nuestra compañera Sofía D’Andrea, pilar de este Espacio.

Militante política desde los 60, ex presa política, exiliada, integrante del movimiento de derechos humanos y feminista. Desde su juventud embanderó las luchas populares contra las injusticias y la represión. Periodista y maestra, se dedicó a la enseñanza en centros de gestión social. Impulsó la creación del Colectivo Juicios Mendoza, un grupo que siguió día a día las audiencias de los juicios por delitos de lesa humanidad en la provincia.

Formó parte de la Red PAR y en los últimos años fue fundadora de la organización Mujeres Sobrevivientes de las Dictaduras por la Memoria. Desde la Asociación de Ex Presas y Presos Políticos de Mendoza integró desde sus inicios nuestro EPM ex–D2, como parte del Consejo Directivo y de la Comisión de Comunicación. Actualmente estaba abocada al proyecto Trayectorias de vida, que busca reconstruir las biografías de las personas desaparecidas y/o asesinadas de y en Mendoza.

No tenemos palabras para describir este momento, pero sí para reconocer sus aportes y el lugar fundamental que ocupaba en nuestros colectivos y en nuestra vida.

Compañera Sofia D’Andrea PRESENTE. ¡Ahora y siempre!

Once baldosas por la memoria en clave mundial

14-12-2023 | En contexto de la Copa de Fútbol de Qatar, las baldosas por la memoria en clave mundialista recordaron a las once víctimas que dejó la represión en Mendoza con la excusa de mantener el orden para el Mundial 78.

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos se realizó la octava colocación de Baldosas por la Memoria. Esta colocación forma parte de un proyecto que busca crear un mar de memoria en la explanada del EPM ex-D2 con los nombres de las personas desaparecidas y/o asesinadas de y en Mendoza en por el plan represivo estatal antes y durante la última dictadura. Esta vez, en el marco de la Copa Mundial de Fútbol de Qatar 2022 se decidió recordar a las once víctimas que fueron blanco de la represión en el marco del Mundial 78.

Margarita Dolz 

*Texto escrito por Carmen y Alejandro Dolz

Margarita nació el 2 de febrero de 1948, en Buenos Aires, donde transcurrió su niñez hasta los once años cuando vino a vivir a Mendoza con nosotros. Era la hija de un hermano de nuestro padre. Desde entonces fuimos una familia con cuatro hijos: Juan Carlos, Carmen, Margarita y Alejandro. Ella era un poco tímida y callada pero nos fuimos integrando con esa naturalidad de los chicos criados en un núcleo de corazón abierto y nos olvidamos de cualquier diferencia que pudiera haber. 

Margarita fue profundizando también nuestros vínculos y demostrando su innata habilidad para las artes plásticas. Terminó la primaria en la escuela Tiburcio Benegas y luego el nivel secundario en la Escuela de Artes donde se nutrió de las herramientas para realizar pinturas, tallados, pirograbados, artesanías que producía —ante nuestra admiración— y solía regalar amorosamente, a veces a pedido de mi madre y nuestro. Ya recibida y aunque no era docente se desempeñó como maestra de Manualidades en algunas escuelas primarias.

La niña tímida se transformaba en una charlatana con un marcado sentido del humor, a veces humor negro muy divertido, segura de sí misma y orgullosa de sus capacidades. Se animaba a hacerlo todo, muy sensible y especialmente solidaria. Muy alegre, excepto cuando recién se despertaba… había que  esperar un rato hasta que floreciera y le pudiéramos hablar.

Conoció a Carlos Castorino, con quien contrajo matrimonio, por vínculos con amistades del Coro Universitario. De esa unión nacieron sus hermosas hijas Natalia y Paulina y la sonrisa de Margarita siguió creciendo mientras embellecía la casa grande en la que vivían. Ese “caserón de Dorrego” era un lugar solidario, acogedor, de encuentros, guitarreadas y también de refugio de compañeros y amigos necesitados. La música también era parte importante de la vida en la casa.

Formó parte del Partido Socialista y luego integró, como adherente, la organización Comunista Poder Obrero (OCPO) compartiendo jornadas sociales y barriales con varios de los compañeros y amigos parte de este operativo de mayo del 78.

El 17 de mayo de 1978, alrededor de las 22 horas, un grupo de hombres de civil irrumpió en su casa. Se la llevaron. Nunca volvió ni tuvimos noticia de su paradero, a pesar de variados e inútiles intentos de búsqueda. Al silencio y miedo de la época se les plegaba la “algarabía” del Mundial en ciernes.

Margarita tenía 30 años; Natalia, 4 y, Paulina, 2 años.

Raúl Gómez Mazzola

Nació el 9 de septiembre de 1952 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Era pequeño cuando su familia se radicó en Mendoza. Su padre, Oscar, era porteño; en cambio su madre, Dalinda Mazzola, era mendocina. Entre estos dos puntos del país transcurrió la corta vida de Raúl.

Cursó en la Escuela Técnica de Maipú, pero, antes de finalizar sus estudios, tuvo un delicado accidente en moto que afectó sus extremidades y resultaba evidente por su especial forma de andar. Después de este trance se mudó a Buenos Aires, donde trabajó como chofer. Periódicamente regresaba a la provincia y en uno de esos viajes conoció a quien sería su esposa: Liliana Millet. 

Entonces regresó a Mendoza y se casaron en 1974. Un año después nació su único hijo, Facundo. Aquí, Raúl se desempeñó como mecánico en Zanettini y finalmente retomó el trabajo de chofer. Desde 1974 —y por dos o tres años— perteneció a la Organización Comunista Poder Obrero (OCPO), pero a la hora de su secuestro estaba alejado de la militancia.

Raúl era reservado pero alegre, muy atento y solidario, según Liliana, su compañera. Sentía pasión por los fierros: el automovilismo y las carreras de moto. Le gustaba la música folclórica y el rock nacional, además disfrutaba bailando. Tenía un porte mediano y delgado: “Era un morocho muy lindo —dice Lili—, parecido a Sandro”.

La noche del 17 de mayo de 1978, Raúl Gómez fue secuestrado en su domicilio de Godoy Cruz, en presencia de su familia. Tenía 25 años.

Aldo Patroni 

Nació en Mendoza el 13 de septiembre de 1951. Fue cadete de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante dos años, pero abandonó la carrera militar. Compartió esta experiencia con su hermano, Carlos Alfredo, militante del PRT-ERP, a quien balearon en un allanamiento y desaparecido en Tucumán en 1975.

Aldo conoció a Hilda Díaz en 1970. Después de tres meses de noviazgo se casaron y dos años después nació su único hijo, Aldo Gabriel. La familia vivía en la casa materna en Las Heras, junto a Felisa Rodríguez, su madre. El domicilio fue allanado y la pareja decidió separarse por razones de seguridad. Sin embargo, Aldo seguía en contacto con su hijo. 

Durante el testimonio de este, en el cuarto juicio por delitos de lesa humanidad, declaró que tenía seis años cuando vio a su padre por última vez, pero guardaba recuerdos muy vívidos. Lo describió como “un hombre alegre, de buen humor, deportista”. En aquella oportunidad le mostró el asiento de una moto que estaba fabricando para el niño.

La víctima incursionó en el teatro, pero se desempeñaba como mecánico en CIMALCO, donde desplegó actividad sindical. Era compañero de trabajo de Daniel Romero, desaparecido en el mismo operativo orquestado con motivo del mundial 78. Aldo inició su militancia política en el peronismo pero posteriormente adhirió al PRT-ERP.

Tiempo antes a su secuestro, agentes del D2 habían detanido a Patroni: estuvo un día preso y recuperó su libertad. En la madrugada del 17 de mayo de 1978 lo arrebataron de la vivienda que compartía con su madre por un grupo de tareas que, según Felisa Rodríguez, lo componían agentes del Ejército y la Fuerza Aérea. Aldo tenía 26 años y continúa desaparecido

Gustavo Camín 

Nació en San Rafael el 17 de septiembre de 1921. Era el mayor de tres hermanos del matrimonio formado por Ramón Camín y Esther Cosarinsky. Se recibió de ingeniero químico en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe. Cuando era joven se asoció con su hermano Armando para poner hornos de cal en la provincia.

Al disolverse la sociedad trasladó su iniciativa a San Juan y quedó a cargo de la cantera de cal llamada “El Refugio”; en ella empleó a personas que estaban perseguidas. Piloteaba una avioneta de su propiedad con la que semanalmente hacia la travesía Mendoza-Jáchal-Mendoza y también era utilizada con fines recreativos.

De su matrimonio con Dora Gordon nació su único hijo, Mario Guillermo, también desaparecido. Al momento de su secuestro, Dora y Gustavo se habían separado. Su militancia desde joven fue en el Partido Comunista y formó parte de una familia con inquietudes políticas compartidas con su hermano, Armando, su cuñada, Pocha, y luego con su hijo, Mario.

Según quienes lo conocieron, Gustavo Camín era un hombre muy solidario, inteligente, querible, amante de la naturaleza. Tenía una apariencia muy particular, según su sobrino Sergio, se asemejaba a “un explorador entusiasta, ávido de conocimiento”, fumaba en pipa, calzaba botas y jean, usaba bigote a lo cosaco y sombrero; “tenía un porte gallardo”, era morocho de ojos claros. Lector empedernido, desapegado a lo material, era muy expansivo y cariñoso.

El 22 de mayo de 1978, después de secuestrar a su hijo, un grupo de tareas se dirigió al departamento céntrico que Gustavo ocupaba cuando venía a Mendoza y tras allanarlo se lo llevaron secuestrado. Ese operativo se realizó en el marco de los secuestros orquestados por el Mundial 78 en las ciudades sedes del evento deportivo.

Gustavo Camín tenía 56 años.

Daniel Romero 

Nació el 16 de febrero de 1942 en Córdoba, en la localidad de Las Arrias, del departamento de Tulumba que queda a 148 kilómetros de la capital cordobesa. Se cuenta con pocos datos sobre su trayectoria de vida, sin embargo se sabe que se casó con Dulce Quintana y tuvo dos hijos. La familia vivía en el barrio Gomensoro de Guaymallén, donde el matrimonio montó un almacén con despacho de bebidas.

Él trabajó como empleado ferroviario en la línea General San Martín y también se desempeñó en la fábrica CIMALCO, donde fue delegado gremial. Daniel adhirió al peronismo, al igual que su hermano Juan Carlos, quien también fue desaparecido y tenía proximidad con Montoneros.

En dictadura sufrió más de un hecho de persecución: primero con un allanamiento a su domicilio en el que robaron sus bienes; en otra ocasión, cuando circulaba en moto con su hijo, ambos fueron llevados a la Seccional 9. para someterlo a tormentos.

Finalmente, fue secuestrado de su casa, en la calle Ecuador 1852, de Las Heras, la noche del 24 de mayo de 1978. Su esposa consiguió seguirlo y observó que se dirigían al domicilio de su hermano Juan Carlos. Su desaparición se encuadra en los procedimientos realizados contra once personas, con motivo del mundial 78.

Daniel tenía 36 años y aún continúa desaparecido.

Juan Carlos Romero 

Apodado “Chacho”, nació el 5 de noviembre de 1933, en la ciudad de Salta. No contamos con datos sobre su infancia y adolescencia. Se casó con Sofía Irene Zeballos y tuvo cinco hijos e hijas. La familia se radicó en el departamento de Las Heras.

La política estuvo muy presente en su familia, su hermano Daniel fue un aguerrido militante de la Juventud Peronista, desaparecido pocos días antes de su secuestro. Juan Carlos se inició en la resistencia peronista y cuando esa corriente salió de la proscripción se incorporó al Partido Justicialista. Fue concejal por su departamento en 1965 y también en 1973. Tiempo después renunció a este último cargo para asumir la Dirección de Obras Públicas del departamento de Las Heras. Con el advenimiento de la dictadura fue despedido e indemnizado. Ese dinero lo utilizó para instalar una fábrica de ladrillos.

El día 24 de mayo de 1978, un grupo de hombres armados, después de secuestrar a su hermano Daniel, arribó a su domicilio. Esa noche lo interrogaron sobre Juan José Galamba, él admitió haberlo empleado en su cortada de ladrillos. Cuatro días después, el 28 de mayo, volvieron para  secuestrarlo frente a su familia, en su vivienda de Acceso Norte 2650 Las Heras. El hecho integra el grupo de once personas secuestradas y desaparecidas en operativo especial para blindar el Mundial 78, ya que Mendoza era una de las sedes del campeonato de fútbol.

Juan Carlos tenía 45 años al momento de su secuestro.

Isabel Membrive 

“Coca” era oriunda de San Rafael, nació el 16 de febrero de 1945 en el seno de una familia inmigrante española que tuvio ocho hijos e hijas. Cursó el nivel primario en el sur y estudió dactilografía. Su padre fue contratista de viña, primero en el sur y luego, con su familia, se trasladó a otra propiedad a Chacras de Coria.

En esa vecindad conoció a Juan Carlos Charparín, con quien se casó. Tiempo después, Cristian fue su primogénito y después nació Claudia. Juan Carlos se asoció con el hermano de Isabel, Miguel Membrive (desaparecido en Santa Fe), para la explotación de una finca en Chapanay, también como contratistas de viña. Este sector surgió con una sólida organización en los años 70 y se sumó a movilizaciones y planes de lucha de aquel momento. Ambos adhirieron al peronismo revolucionario.

Isabel se encargaba de los quehaceres del hogar, de las tareas de cuidado y el trabajo de acompañamiento en las viñas. Cuando era más joven, también trabajó en una fábrica de conservas. Era laboriosa, muy dedicada al cuidado personal de su hijo y su hija. Tenía gran habilidad para el bordado, el tejido y otras tareas manuales. Tenía buen porte físico y carácter firme, pero era tierna con sus criaturas: “Se imponía con su presencia”, dijo su cuñada Nadia.

Vivió en la clandestinidad desde julio de 1976 cuando logró salvarse del procedimiento en el que mataron a su esposo, Juan Carlos Charparín. Desde ese momento se ocupó como empleada doméstica cama adentro y atendía el negocio de la familia Herrera, en Godoy Cruz. De allí fue secuestrada el 25 de mayo de 1978, en el marco del operativo especial dispuesto con motivo del Mundial de Fútbol.

Isabel tenía 33 años.

Víctor Hugo Herrera

Apodado “Toño”, nació el 23 de diciembre de 1951, aunque no se cuentan con mayores datos de su infancia y adolescencia. Lo que sí se sabe es que trabajó en la ferretería del dirigente socialista José “Pepe” Suaréz en Godoy Cruz. Se casó con Susana Miriam Astorga el 6 de mayo de 1978. Se fueron a vivir a la casa de la familia Herrera en el barrio Suárez. Compartía la vivienda con su madre, María Isabel Salatino, su hermana, Beatriz, y su hermano, Jorge Antonio.

Víctor era una persona inquieta, con cercanía al peronismo, pero a la fecha de su desaparición no tenía militancia activa. Participaba de las reuniones sociales en casa de Margarita Dolz y Carlos Castorino, de quienes era muy amigo. Su hobby era salir con otros jóvenes para jugar al bowling. Toño era de mediana estatura, bajo, rellenito, castaño de rasgos regulares. Se distinguía por su simpatía y amabilidad, así lo recuerdan quienes lo conocieron.

Días después de haberse casado con Susana, en la madrugada del 25 de mayo de 1978, seis personas encapuchadas lo secuestraron en su vivienda, ante la vista e impotencia de toda su familia. Víctor Herrera es una de las 11 víctimas del Grupo Especial 78 que fue creado con motivo del Mundial 78, en el marco de un operativo concebido contra la “subversión residual” según sus perpetradores.

Víctor Hugo tenía tan solo 27 años.

Mario Guillermo Camín

Nació en la ciudad de Mendoza el 11 de septiembre de 1950. Hijo de Gustavo Camín y Dora Gordon, el matrimonio se separó cuando Mario era pequeño y fue criado por su madre. Inició el nivel medio en el Liceo Agrícola y los dos últimos años los completó en el Colegio Universitario Central. Luego, inició la carrera de Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Al momento de su secuestro estaba puliendo una lente para hacer un telescopio y proyectaba, junto a su padre, abrir un taller de aparatos de precisión. Trabajaba y estudiaba. Se desempeñó como técnico en la Compañía Argentina de Teléfonos y a la vez cursaba en la facultad. Había tenido una aproximación a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y luego, según su tío Armando, fue colaborador del PRT-ERP. También era activista en el Centro de Estudiantes de la UTN.

Diseñaba autos y era un entusiasta de las carreras de automovilismo, incluso en una de ellas sufrió un accidente como espectador. Además, disfrutaba del canotaje. Mario era de baja estatura y tenía como rasgos distintivos el pelo muy enrulado y la permanente sonrisa. Era muy solidario y a la vez muy inteligente,  Gustavo y Mario Camín eran “brillantes y humildes”.

El joven estaba de novio con Ana María del Olio, quien testimonió sobre su detención y posterior desaparición. Mario fue secuestrado en la playa de estacionamiento de la UTN y luego trasladado al D2 de la Policía de Mendoza. Allí fue a buscarlo su novia y vio que ingresaba a la dependencia en un Rastrojero de doble cabina. Cuando pidió por él, los policías negaron su presencia en el lugar. Mario Camín es una de las 11 víctimas del Grupo Especial 78 concebido para blindar el Mundial 78. El Laboratorio de Acústica y Sonido de la UTN, lleva su nombre.

Mario tenía 27 años.

Juan José Galamba 

Nació el 7 de enero de 1952 en la finca en la que trabajaban su padre y madre —una pareja eslava inmigrante—, en la “La Marzolina”, a las afueras de General Alvear. Transcurrió su infancia, terminó la primaria y luego hizo la secundaria en la Escuela de Agricultura en su departamento natal. En 1971 se trasladó a la ciudad de Mendoza para estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). 

En el ámbito estudiantil conoció a su compañera de vida, Alicia Morales, con quien se casó en 1974. Un año después nació su hija Natalia y luego su hijo Mauricio. Tuvo una activa participación en el Centro de Estudiantes de la UTN y adhirió a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) . Más tarde se integró a Montoneros. Radicado con su familia en Mendoza, trabajó en una fábrica. Después, con la ayuda de su suegro, junto a Alicia montaron un negocio de artículos del hogar que fue saqueado cuando ella fue detenida, en junio de 1976, y él entró en la clandestinidad.

Galamba era deportista, practicaba carrera pedestre. Participó en competencias, disfrutaba de esto como hábito y hobby. Sus gustos musicales eran los propios de la época: era “fanático de Les Luthiers”. Además, se desempeñaba como un multioficio, habilidoso para resolver cualquier situación que se presentara. “Él le encontraba respuesta a todas las cosas”, aseguró su compañera Alicia.

José era rubio, alto y delgado pero atlético. Muy querible, por donde anduvo cosechó muchos amigos y buenos recuerdos. Prefería la persuasión a la imposición, era sencillo y muy llano. Se distinguía por ser muy transparente.

Después de permanecer casi dos años en la clandestinidad, andando ida y vuelta de Mendoza a San Juan, el 28 de mayo de 1978 fue secuestrado en el marco del operativo Mundial 78.

José tenía 26 años.

Ramón Alberto Sosa 

Nació el 15 de enero de 1935 en Santa Lucía, localidad ubicada al centro-sur de San Juan. Sobre su trayectoria de vida se sabe que utilizaba el seudónimo de “Felipe”, estaba casado con Elvira Cayetana Narváez y tenía una hija. Tenía vínculo con militantes del peronismo revolucionario, que por esos tiempos estaban en la clandestinidad. Fue secuestrado en una parada de trole en cerca de la intersección de Dorrego y San Juan de Dios, en Guaymallén, el 28 de mayo de 1978.

Su desaparición, al igual que las otras personas que cayeron en ese mayo de 1978, tenía como objetivo mostrarse hacia afuera como un país ordenado ante la proximidad de la Copa Mundial de Fútbol, e internamente demostrar que el aparato represivo seguía activo cayendo sobre la “subversión residual “, un grupo de personas vinculadas entre sí por pasados lazos políticos y de solidaridad.

Ramón Sosa tenía 43 años.

Semana por los derechos humanos en dos espacios de memoria de Mendoza

06-12-2022 | El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 y el Espacio de Memoria ex Comisaría Séptima realizarán actividades en el marco de la semana por los Derechos Humanos.

Los espacios de memoria de Mendoza realizarán actividades artísticas y culturales en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos. El 12 será en el EPM ex-D2 y el 13, en la ex Comisaría Séptima, ubicada frente a la Plaza de Godoy Cruz.

El 12 de diciembre, la convocatoria es en la explanada del EPM ex-D2. Se colocarán nuevas Baldosas por la memoria, de once militantes víctimas de desaparición forzada en el marco de la Copa Mundial de Fútbol 78. Además, Laura Rodríguez Agüero y Paula Ferreira presentarán el libro “Democracia y terrorismo de Estado en Argentina”, de Dante Vega, quien también compartirá unas palabras.

En el marco del festejo, el EPM ex-D2 hará entrega de los certificados a la primera cohorte del curso docente de pedagogía de la memoria “Enseñar el pasado reciente”. Se proyectarán dos audiovisuales: uno en homenaje a Susana Muñoz, histórica militante por los derechos humanos; y otro llamado “Huellas de la memoria”, de GiramundoTv, con el testimonio de Claudia Domínguez Castro, nieta 117. Además, Opositivx representará una acción situada y “Chicho” Vargas y Dardo Boggia, la obra teatral “Fideo moñito” basada en un relato del libro “No nos pudieron”.

Semana por los derechos humanos en la ex Comisaría 7

La otra actividad de la semana por los derechos humanos será el martes 13 de diciembre la convocatoria es en la ex Comisaría Séptima. Habrá una intervención artística y se expondrá la muestra fotográfica “Agustín Tosco. Registro fotográfico de una historia de lucha”. La Comisaría 7 fue, durante la última dictadura, un centro clandestino de detención, torturas y exterminio. Hoy es un espacio de memoria, refuncionalizado, del cual participan organismos de derechos humanos de Mendoza.

El EPM inicia un curso de formación docente con puntaje sobre pedagogía de la memoria

12-08-2022 | Durante 8 viernes y a partir del 26 de agosto, el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos de Mendoza (ex-D2) dictará un curso de formación docente, con puntaje y gratuito sobre pedagogía de la memoria. Tendrá algunos encuentros virtuales y otros presenciales en la sede de ese ex centro clandestino y en la ex Comisaría Séptima.

El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 dictará el curso “Enseñar el pasado reciente: enfoques conceptuales y metodológicos desde la pedagogía de la memoria”, que será bimodal y gratuito. Está destinado a docentes de todos los niveles y modalidades y cuenta con puntaje otorgado por la Dirección General de Escuelas. Para participar es necesario inscribirse porque los cupos son limitados. La propuesta invita a reflexionar sobre la última dictadura cívico militar (1976-1983), la democracia, los genocidios del siglo XX y la pedagogía de la memoria.

Durante 8 encuentros, todos los viernes desde el 26 de agosto y a partir de las 15:00, se desarrollarán distintos temas. Entre ellos, se abordarán los objetivos de la pedagogía de la memoria, nociones conceptuales para comprender lo sucedido en aquellos años, los procesos de la historia reciente en la región, en el país y en Mendoza, el funcionamiento específico del terrorismo de Estado en la provincia. Durante el curso, se realizarán visitas guiadas por espacios que funcionaron como centros clandestinos de detención en Mendoza y hoy son espacios de memoria: el ex-D2 y la ex Comisaría Séptima. Se espera que quienes participen compartan experiencias y puedan adquirir herramientas para trabajar en el aula y en proyectos pedagógicos y/o institucionales.

El recorrido de saberes que ofrece esta capacitación permitirá a las y los docentes apropiarse de herramientas conceptuales, pedagógicas y didácticas para enfrentar la compleja tarea de enseñar el pasado reciente. La propuesta formativa fue elaborada por profesionales de distintas disciplinas: psicopedagogía, sociología, ciencia política, derecho e historia.

Equipo docente:

Mercedes Molina Galarza. Socióloga, docente e investigadora del CONICET. Integrante de H.I.J.O.S. Mendoza y de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2.

Patricia Farina. Psicopedagoga y docente. Integrante de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2.

Noelia Gutiérrez. Socióloga y docente. Trabaja en la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Mendoza. Integrante de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2.

Dolores Presas. Abogada y docente. Trabaja en la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Mendoza. Integrante de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2 y del Espacio para la Memoria ex Comisaría Séptima.

Romina Cucchi. Politóloga y docente. Trabaja en la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Mendoza. Integrante de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2.

Eugenio Paris. Exdetenido por razones políticas e integrante del EPM ex-D2 y del Espacio para la Memoria ex Comisaría Séptima.

Nahuel Funes. Docente. Integrante del colectivo Historias Desobedientes de Mendoza y de la Comisión de Pedagogía de la Memoria del EPM ex-D2.

Nazareno Bravo. Sociólogo, docente e investigador de Conicet. Integrante de H.I.J.O.S. Mendoza y del EPM (ex D2).

Alicia Boggia. Politóloga y profesora del IES 9023.

Inscripciones al curso de formación docente: https://forms.gle/kqhtxwPVX9PZHmcF6

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El EPM colocará nuevas Baldosas por la Memoria

26-07-2022 | El jueves 28 de julio a las 17:00, se colocarán diez baldosas más en la explanada del Espacio para la Memoria con nombres de víctimas del terrorismo de Estado caídas en julio.

El proyecto Baldosas por la Memoria busca crear un mar de memoria en la explanada del ex-D2. En esta ocasión, se colocarán diez baldosas con nombres de diez víctimas de la represión caídas en julio. Será el jueves 28 de julio a las 17:00 en Belgrano 179, Ciudad de Mendoza, sede del ex Centro Clandestino de Detención, Torturas y Exterminio.

La colocación de estas baldosas es parte de un proyecto mayor que tiene como objetivo que los nombres de las personas desaparecidas y asesinadas por la dictadura habiten la vereda del actual Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2. Ya se colocaron decenas de cerámicos y la última vez fue en mayo del 2022. En esta ocasión, se rinde homenaje a Sara Palacio, Marcelo Verd, Marcelo Leónidas Espeche, Jorge Lubin Amodey, Roberto Felipe Rodríguez, Laura Terrera, Alfredo Manrique, Manuela Rosa Zárate, Francisco Luis Goya, Lourdes Martínez Aranda.

Sara Palacio

Sara nació en Godoy Cruz, Mendoza, el 15 de diciembre de 1939. Tenía ascendencia chilena. Cursó su educación primaria en el colegio Compañía de María y la secundaria, en el Colegio Universitario Central de la UNCuyo (CUC). Completó la carrera de Obstetricia en la Universidad Nacional de Córdoba, ciudad a la que se fue a estudiar junto con su hermana Silvia. Allí conoció a su compañero de vida y militancia, Marcelo Verd. En 1961 se casaron en San Juan. Tuvieron dos hijas: Mariana, nacida en Córdoba, y Patricia, en Tucumán. 

Formó parte de las organizaciones de izquierda de los años 60 inspiradas por el Che Guevara y su última inserción fue en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Junto con su esposo estuvo un tiempo en Cuba formándose; a su regreso se instalaron en La Plata con sus hijas hasta fines de los 60, cuando decidieron mudarse a San Juan.

Mariana Verd Palacio cuenta: “Mi vieja tocaba el piano y le encantaba bailar. Hablaba poco, dicen sus amigos. Le encantaba leer. Era hermosa”. Y agrega una anécdota que signó su mirada del mundo: “Una vez golpearon la puerta dos nenas pidiendo comida y me pidió a mí que trajera arroz y una lata de duraznos. Cuando se fueron, me miró y me dijo: ‘Nunca, nunca, cuando alguien te pida comida, se la niegues’”.

Durante la dictadura comandada por Alejandro Agustín Lanusse, Sara fue secuestrada junto a su compañero tras un violento operativo en su casa de la calle Arenales, en Villa del Carril, San Juan, el 2 de julio de 1971. Su desaparición, la de su esposo y el secuestro del matrimonio Juan Pablo Mestre-Mirta Misetich fueron los primeros ensayos de la desaparición forzada de personas practicada en forma sistémica por la última dictadura, cinco años después.

Sara tenía 31 años.

Marcelo Verd

Nació el 29 de abril de 1936 en la ciudad de San Juan. Cursó la primaria en la Escuela Sarmiento y completó la secundaria en el colegio comercial de su ciudad. Se trasladó a Córdoba para iniciar la carrera de Arquitectura, pero finalmente pasó a Odontología y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba en 1964. En esa ciudad, entre las filas de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) conoció a su esposa y compañera de vida, Sara Palacio; se casaron en 1961 y tuvieron dos hijas: Mariana y Patricia.

Según los relatos recogidos por su hija mayor, Marcelo había sido un niño muy travieso y jugando perdió un ojo, situación sobre la que solía hacer humoradas. “Era muy alegre”, aseguró Mariana, y se reconoció muy apegada a él. Era muy alto y delgado; practicaba varios deportes —rugby, boxeo, natación— e integró el seleccionado provincial de waterpolo. En reuniones sociales solía cantar folclore acompañándose con la guitarra. 

Al igual que su compañera, Sara, se inició en la política en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria Argentina (MIRA), después optó por acompañar los proyectos guevaristas en la región. Perteneció al Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) y luego integró el Ejército de Liberación Nacional (ELN), disuelto con posterioridad, con la muerte del Che. Finalmente perteneció a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Recibió formación en Cuba y a su regreso al país se radicó en La Plata hasta que en 1970 decidió instalarse en San Juan con su familia. Desde ese momento ejerció su profesión en Jáchal. El 2 de julio de 1971 sufrió un operativo en su domicilio que tuvo como víctimas a él y a su compañera.

Marcelo fue secuestrado en su ciudad natal por un grupo de tareas proveniente de Mendoza, con autos de chapa de esta provincia. Todos los indicios convergen en que fue trasladado a esta ciudad para quedar a disposición de la inteligencia militar, comandada por el Cnel. Carlos Bulacio, cuyo centro de operaciones estaba en la esquina de Emilio Civit y Martínez de Rozas de Ciudad. Aquí desapareció.

Marcelo Verd tenía 35 años.

Marcelo Leónidas Espeche

Había nacido en Godoy Cruz el 20 de septiembre de 1953. Era hijo de Mario Espeche y Sara Carubin Marienhoff, escritora mendocina. Fue alumno del colegio “Juan Agustín Maza” de la Ciudad de Mendoza y egresó en 1972 con el título de bachiller. Al año siguiente se inscribió en Medicina y cursó un año. También optó por la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba e inició tercer año con un desempeño académico destacado. En 1976 fue destinado al Hospital Militar de Mendoza para cumplir con el servicio militar obligatorio.

Marcelo era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). Su madre, Sara, puso en palabras lo sucedido con su hijo y refiriéndose a sus inquietudes sociales afirmó: “Los fines de semana cometía el crimen de compartir, en las villas, la vida y el trabajo de sus habitantes. Ayudaba a levantar paredes y en las tardes enseñaba a leer y escribir”. En sentidas palabras contó el impacto que sufrió su familia, integrada por siete personas entre adultos y adolescentes.

El 6 de julio de 1976 fue secuestrado en la Avda. Boulogne Sur Mer, en el trayecto que unía su domicilio con el Hospital Militar. Fue trasladado al Centro Clandestino de Detención La Perla y retirado de allí para ser asesinado en un enfrentamiento fraguado el 13 de julio de 1976 camino a La Calera, Córdoba.

Tenía 22 años.

Jorge Lubin Amodey

Nació en Libertador Gral. San Martín, San Luis, el 2 de abril de 1948. Tenía ascendencia italiana y doble nacionalidad. No se cuentan con mayores datos, solo se sabe que era soltero y tenía por seudónimo “Rafael”.

Era militante peronista y formó parte de Montoneros. Durante el gobierno de Elías Adre, a pesar de no pertenecer a las fuerzas de seguridad, se incorporó a la Jefatura de la Policía de su departamento natal. Allí le fue asignado el grado de comisario en virtud de la Ley Orgánica Provincial dictada en 1973, que facultaba la designación de civiles para aquella función. Su dependencia era directa del Ejecutivo

En 1974, cuando se produjo el proceso de derechización del peronismo en el gobierno a nivel nacional, Jorge Lubin y su compañero Aníbal Torres fueron destituidos de sus cargos y detenidos, pero consiguieron recuperar la libertad y pasaron a la clandestinidad. Ambos se trasladaron a Mendoza para radicarse en Rivadavia y seguir su militancia.

No se ha podido determinar en qué fecha y lugar fue secuestrado y desaparecido. Dada su cercanía con Aníbal Torres, se presume que cayó en junio o julio de 1976. Su padre, Oscar, manifestó ante la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de San Luis, que una expresa política aseguró haberlo visto en el D2 de Mendoza.

Tenía 28 años.

Roberto Felipe Rodríguez

Nació en la localidad de San Andrés de Giles, Provincia de Buenos Aires, el 25 de agosto de 1955. Su madre, Guillerma Sosa, era oriunda de Misiones. Tuvo un primer matrimonio del que nacieron tres hijas y en el segundo matrimonio llegaron Roberto y dos niños más. Cuando era adolescente se fue a vivir a San Antonio de Areco y se empleó en la panadería “San Martin”, mientras completaba la escuela secundaria. Con el título de bachiller se trasladó a la capital de la provincia para estudiar veterinaria en la Universidad Nacional de Las Plata.

Según el relato de su hermana Amelia, Roberto era esencialmente un emprendedor, laborioso e inquieto. De chico, en el verano salía a vender helados por el vecindario. Al repasar su corta vida, recordó que en La Plata conoció a su novia “Chiquita” con quien compartía gran parte de su tiempo. Agregó que lo vio por última vez cuando la familia lo acompañó hasta Mercedes para tomar el tren que lo llevaría a Mendoza, con la finalidad de presentarse a cumplir con el servicio militar en el Regimiento de Puente del Inca. Nunca más supieron de él.

Según trascendió, Roberto solo había participado en el centro de estudiantes y compartía vivienda con un joven policía que también fue víctima de desaparición forzada. Su último destino como soldado se registró en el Liceo Militar General Espejo y para julio del 76 su rastro desapareció.

Roberto tenía 20 años.

Laura Noemí Terrera

Laura, apodada “Lali”, nació en Las Heras, el 1.o de junio de 1956. Se recibió de maestra en la Escuela Normal de Mendoza y ejerció la docencia en la Escuela Anchoris de Luján de Cuyo. En su vecindario conoció a Alfredo Manrique, sanjuanino estudiante de Ciencias Económicas con quien se casó en junio de 1975. Tuvieron una niña nacida el 8 de noviembre del siguiente año, a quien llamaron Rebeca Celina.

Laura militaba en la Juventud Peronista, vinculada a Montoneros. Junto a su compañero, “Fredy”, realizaban tareas sociales en barrios pobres del Gran Mendoza. Cuando arreciaba la represión, debieron dejar la vivienda que habían acondicionado cuidadosamente entre los dos. Su hermano Raúl le ofreció dinero para que se fueran del país, pero ella lo rechazó.

El 24 de julio de 1977, junto con su esposo e hija tomaron un ómnibus de línea a San Juan con el propósito de visitar a la familia de Alfredo. Debían volver el 26 para presentarse a trabajar. Según sus familiares, se embarcaron de regreso el día 25 pero el matrimonio y la bebé de ocho meses desaparecieron. La niña fue apropiada. No hubo testigos de los secuestros, pero todos los indicios hacen presumir que se trató de un operativo desplegado en la terminal de ómnibus de Mendoza.

Gracias a la investigación realizada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Abuelas de Plaza de Mayo, la hija del matrimonio Terrera-Manrique recuperó su identidad en 2007: es la nieta 87.

Laura desapareció cuando tenía 21 años.

Alfredo Mario Manrique

“Fredy” había nacido en Rawson, San Juan, el 2 de enero de 1953. Al terminar el secundario se trasladó a Mendoza para estudiar Ciencias Económicas. En esta ciudad se instaló en casa de una tía, enfrente de la vivienda de la familia Terrera. Alfredo trabó amistad con Laura, se enamoraron, decidieron casarse en el invierno de 1975 y en noviembre del año siguiente nació su hija, Rebeca Celina. Vivían en Benegas, en una casita cedida por su suegro, que Fredy había acondicionado personalmente. Él era muy ingenioso y tenaz, diestro para los oficios. Hizo muebles, pintó y decoró su hogar con sus propias manos, según recuerda su familia. Lali y Fredy eran muy compañeros.

Fredy estaba en el último tramo de la carrera para ser contador; además trabajaba en el departamento contable de la Universidad Nacional de Cuyo. Era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), vinculada a Montoneros, y destinaba tiempo a tareas sociales en barrios carenciados.

Fredy, Lali y la bebé tomaron un ómnibus de línea a San Juan el 24 de julio, en las vísperas del feriado por el Patrón Santiago, con el propósito de visitar a la familia de Alfredo. Se sabe que se embarcaron de regreso el 25 pero desaparecieron y la niña fue apropiada. No hubo testigos, pero todos los indicios hacen presumir que fueron víctimas de sendos secuestros al llegar a la terminal de ómnibus de Mendoza.

Gracias a la investigación realizada por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Abuelas de Plaza de Mayo, la hija del matrimonio Terrera-Manrique recuperó su identidad en 2007: es la nieta 87.

Alfredo tenía 23 años.

Manuela Rosa Zárate

Nació en Mendoza el 13 de marzo de 1938. Pertenecía a una familia que había migrado de la localidad de Juárez Celman con una niña pequeña. Ya radicada en San Martín, nacieron Manuela y dos hijas más. En su ciudad natal cursó la Escuela Normal “Gral. José de San Martín” y se recibió de maestra, pero se desempeñaba en la Compañía de Teléfonos, donde alcanzó la jerarquía de supervisora. Desplegó una notable labor sindical: llegó a ser secretaria general del FOETRA (sindicato de trabajadoras y trabajadores de telecomunicaciones) y formó parte del secretariado de la CGT.

Pertenecía a una familia peronista castigada por la represión. Ella y sus tres hermanas fueron secuestradas en distintos procedimientos. El 12 de abril de 1977, en Córdoba, había desaparecido su hermana María Angélica, y sus otras dos hermanas, Vicenta y Nilda, fueron ilegalmente detenidas y sometidas a torturas y cárcel.

Manuela adhirió a Montoneros y militó esencialmente en el sindicalismo. Todo indica que fue secuestrada en el mes de julio de 1977 en Mendoza, pero no se pudo precisar el lugar y fecha de su desaparición.

Tenía 39 años.

Francisco Luis Goya

Era oriundo de Resistencia, Chaco, y nació el 6 de mayo de 1949 en el seno de una familia numerosa. Hijo de Avelino Goya y María Pilar Cachaza, provenientes de España, cursó la secundaria en su ciudad natal y luego trabajó junto a su padre como comerciante y viajante. Se casó en primeras nupcias con “Nené” y tuvieron dos hijos: Juan Manuel y Emilio. En el exilio formó una nueva pareja con la mexicana María Lourdes Martínez Aranda y tuvo su tercer hijo.

De procedencia católica con orientación tercermundista, fue militante, inicialmente, del Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT) y luego pasó a Montoneros. En julio de 1975 lo detuvieron a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y meses después le concedieron la opción para salir del país con destino Perú; de allí pasó a México. Desde ese destino, junto a su compañera Lourdes se trasladaron hacia España.

Según el relato de sus compañeros, “Chelo” o “el Loco se mostró como un gran cocinero yafecto a compartir juegos con niños y niñas. Disfrutaba del folclore: le gustaba cantar y tocar la guitarra. Su deporte predilecto era la natación.

En el marco de la Contraofensiva organizada por Montoneros, intentó ingresar al país por la frontera argentino-chilena junto con su compañera y su pequeño hijo de un año, pero fueron víctimas de detención en Las Cuevas, el 7 de julio de 1980. Lo trasladaron junto con su esposa a la Planta Transmisora de Radio Nacional Mendoza, en la zona de El Sauce, y de ahí desaparecieron. El niño fue apropiado y en 2008 recuperó su identidad: se trata de Carlos Goya Martínez Aranda.

Chelo tenía 31 años.

María Lourdes Martínez Aranda

“Lupita” o “Lulú” nació en México DF el 3 de enero de 1952. Provenía de una familia numerosa integrada por ocho hermanas y hermanos. Estudió ingeniería química en la Universidad Nacional de México (UNAM), pero tenía variados conocimientos atesorados por su pasión por la lectura. Era ambidiestra y hablaba cuatro lenguas. Sentía gran simpatía por el club de fútbol de la Universidad Nacional de México conocido popularmente como “Los pumas”.

Al igual que su compañero, perteneció a la fracción de la iglesia católica comprometida con la labor social en los sectores más desfavorecidos y luego canalizó su actividad política en el Partido Comunista de México. Conoció a su compañero, Francisco Luis Goya, en los espacios de solidaridad con el exilio generados por las organizaciones mexicanas; con él formó pareja y se incorporó a Montoneros. Ambos se trasladaron a España y en 1979 tuvieron un hijo que Lulú inscribió como propio en la embajada mexicana en Madrid.

En julio de 1980, el matrimonio —con el niño— trató de ingresar al país en el marco de la Contraofensiva de Montoneros, pero fue interceptado por agentes de la represión, posiblemente en el paso fronterizo de Las Cuevas. El cautiverio de Chelo y Lulú transcurrió en la Planta Transmisora de Radio Nacional Mendoza, en la zona de El Sauce, pero luego se perdió su rastro. El niño fue apropiado por un agente de Gendarmería, pero, gracias a la labor de Abuelas, recuperó su identidad como nieto 92, con el nombre Carlos Goya Martínez Aranda.

Lulú había cumplido 28 años.

Señalizarán como sitio de memoria el Cuerpo de Infantería de San Rafael

09-06-2022 | El jueves 9 de junio a las 11:00 señalizarán el Cuerpo de Infantería de San Rafael, perteneciente a la Policía de Mendoza. Antes y durante la última dictadura allí funcionó un centro clandestino de detención.

Este jueves 9 de junio, a las 11:00, señalizarán el Cuerpo de Infantería de la Policía de Mendoza (Unidad Regional II) como sitio de memoria del terrorismo de Estado. La actividad será realizada por la Secretaría de Derechos Humanos —a través de la Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria— junto al Municipio de San Rafael y organismos de derechos humanos. El edificio está ubicado en la esquina de Juan Agustín Maza y Deoclesio García de San Rafael.

Dicha dependencia de la Policía de la Provincia de Mendoza fue utilizada como centro de detención ilegal a partir de febrero de 1976, un mes antes del inicio de la última dictadura cívico-militar, y también durante ese período (1976-1983). Allí permanecieron secuestradas personas perseguidas por su militancia política, social y sindical, y comprometidas con la defensa de los derechos de la comunidad sanrafaelina y del sur provincial.

El sitio será señalizado según establece la ley 26691 de sitios de memoria. Para el evento, la convocatoria es abierta y extensiva a quienes quieran participar: sobrevivientes, familiares y público en general.

El EPM colocará seis baldosas por la memoria

29-04-2022 | Con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, el EPM ex-D2 agregará seis baldosas por la memoria en su explanada. Será el lunes 2 de mayo a las 18:00 en la explanada del ex centro clandestino.

El Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos ex-D2 colocará seis baldosas por la memoria en el marco del Primero de Mayo. En el Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, estas nuevas baldosas recuerdan distintos sectores laborales que entregaron su vida en la lucha por la defensa de la clase obrera y la liberación nacional.

Con estos seis nombres se busca rendir homenaje al conjunto de las trabajadoras y trabajadores desaparecidos. También a todas las personas que, en la actualidad, siguen enfrentando a las patronales a fin de mejorar las condiciones de empleo de los y las asalariadas y se empeñan en el bienestar de la clase trabajadora.

El proyecto Baldosas por la memoria se propone sembrar un mar de memoria en la explanada del EPM. La baldosa inaugural fue colocada en septiembre de 2020, en el quinto aniversario del Espacio y las primeras diez se inauguraron en diciembre de ese año. Luego el proyecto fue creciendo y las últimas se colocaron en la vigilia del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia de 2022.

A quiénes se rinde homenaje en estas Baldosas por la memoria

José Benedito Ortiz

“Benecdito Ortiz”, como se lo suele llamar, era un lasherino que nació el 7 de mayo 1928.  Cursó la primaria en la Escuela de El Resguardo, en su departamento natal.

Benedito Ortiz se casó con Blanca Villegas y tuvieron un hijo y una hija: Raúl y Ana. Cuenta su nieto Alexis, que “nació en la calle, en una carretela cuando su mamá iba al hospital en aquellos entonces. Y murió en la calle” en la represión del 30 de marzo de 1982. “O sea: nació y murió en la calle”.

También relata que Benedito no finalizó la primaria porque debió trabajar tempranamente para ayudar a su madre y hermano. Primero se desempeñó en el almacén-corralón “Salvador Fachielo” de Panquehua, luego en el almacén Montalto en Uspallata y, finalmente, como ayudante químico en la primera fábrica Minetti. Allí se desarrolló como militante peronista y sindical. Fue delegado elegido por sus compañeros, se destacó en su acción y compromiso y llegó a ser secretario gremial de la Comisión Directiva de la Asociación de Obreros Mineros Argentina (AOMA).

En plena dictadura militar, el 30 de marzo de 1982, el movimiento obrero liderado por Saúl Ubaldini, bajo el lema “Pan, paz y trabajo”, convocó a una manifestación en Plaza de Mayo a la que asistieron decenas de miles de manifestantes. El imponente despliegue por “Luche y se van” se replicó en varias ciudades del interior del país y fue brutalmente reprimido. Benedito Ortiz fue uno de los dirigentes que, junto a cientos de trabajadores y trabajadoras, marcharon en Mendoza en la que fue una fecha bisagra: se alzaron las voces de a miles coreando con firmeza “se va acabar, se va a acabar, la dictadura militar”

En Mendoza, la CGT local liderada por Mario Zafora convocó a la marcha hacia la Casa de Gobierno para entregar un petitorio al gobernador. En las inmediaciones del Parque Cívico, la manifestación fue recibida con una brutal represión que produjo varios heridos, entre ellos Benedito Ortiz, alcanzado por las balas en Mitre y Pedro Molina. Fue internado en el Hospital Central y murió tres días después.

Tenía 53 años.

Luis Granizo

Luis Alberto Granizo nació en Mendoza el 30 de septiembre de 1945. Hijo de Juan Isaac Granizo, trabajador de YPF, e Isabel López, dedicada a las tareas de cuidado y del hogar. Provenía de una familia numerosa: era el octavo de once hermanos. Tempranamente comenzó a trabajar.

Cursó la primaria en la escuela Caseros de Godoy Cruz y no hizo la secundaria, ya que desde muy joven empezó a desempeñarse como mozo en distintos restaurantes y bares. Poco antes de su secuestro oficiaba de mozo en el Hotel Mendoza y era concesionario del comedor del Hotel Derby.

Granizo era soltero y vivía solo. Creció en una familia peronista y tuvo una activa participación sindical en su sector. Llegó a ser secretario de Actas del Sindicato Gastronómico en 1974, cargo que ocupaba al momento de su secuestro.

Su hermana Graciela y su hermano Juan Carlos lo recuerdan como una excelente persona con la que todos tenían una muy buena relación, “una persona especial”, recalca Juan Carlos. Además, era “muy buen mozo” comenta Graciela. Respecto de su militancia sindical su hermana señala que “participaba en el gremio porque quería ayudar al obrero… Él no defendía a la patronal, defendía al obrero”.

La mañana del 10 de noviembre de 1975, Luis fue detenido presumiblemente por la Policía Federal cuando caminaba, con dinero, acompañado por un tal “Funes”. Varios días después, el 28 de noviembre de 1975, su cuerpo sin vida fue hallado a unos 300 metros de Campo Las Lajas con disparos en la cabeza e irreconocible.

Tenía 30 años

Ángeles Gutiérrez de Moyano

Angelita, como solían llamarla, nació en Mendoza el 19 de marzo de 1917 y cursó primaria y secundaria en el Colegio San Pedro Nolasco de Ciudad. Se recibió de maestra y tomó variados cargos docentes. Como directora de la escuela Carlos Ponce de Videla hizo una destacada tarea social para la comunidad boliviana. Además, se desempeñó como Directora de Enseñanza Media durante la gobernación del peronista camporista Alberto Martínez Baca.

Era casada, tenía una hija y un hijo, y era católica practicante de “confesión semanal”. Según su hija, Stella, solía colaborar con las mercedarias del Buen Pastor como parte de sus tareas sociales. Tuvo el infortunio de elegir como confesor al presbítero Antonio Portero quien, en época de la dictadura cívico militar, fue capellán de la Fuerza Aérea.

Se inició en gestión gremial en el Sindicato del Magisterio y luego fue reelegida permanentemente hasta fines de los 60. Participó de la Comisión Docente de Asuntos Educativos de la CGT de los Argentinos y posteriormente intervino, en 1973, en la creación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, más conocida por su sigla: CTERA.

Era pública su adhesión al peronismo. En la última etapa de su vida formó parte del Partido Auténtico, organización política conducida por Martínez Baca que fue perseguida desde su creación. Era una asidua visitante de las y los presos políticos alojados en la Penitenciaría de Mendoza desde el año 1974.

En la noche del 20 de junio de 1977, fue secuestrada en su andar por avenida España, en el camino de regreso a su casa después de cerrar su florería. Personas que se encontraban en el cabaret Tiffanys presenciaron y denunciaron el secuestro al día siguiente, sin ningún resultado.

Quienes la conocieron coinciden en destacar su solidaridad y compromiso, la describieron como “una mujer muy hermosa, de brillante oratoria, que vestía un poncho pampa en los actos”.

Angelita tenía 60 años.

José Vila Bustos

Apodado “el Pepe”, nació el 1 de septiembre de 1949 en Mendoza y vivía en San José, Guaymallén. Se inició en tareas sociales en la parroquia de su barrio. Cursaba la carrera de Servicio Social y en el ingreso a esos estudios, al contestar sobre su autobiografía, escribió: “Siempre he pretendido que mi vida esté al servicio de los demás, tanto material como espiritual”.

Trabajaba y era delegado de la sección Cajas de Ahorro del Banco Mendoza y se sumó al trascendente proceso de democratización de la actividad sindical emprendida por ese sector laboral. Fue militante del PRT-ERP.

Aunque era soltero, sus compañeros lo recuerdan como “familiero muy alegre y comprometido”. No pasaba desapercibido donde estuviera: “Tenía una voz muy fuerte”, afirman.

Fue secuestrado en su lugar de trabajo mientras su casa era allanada. En la reconstrucción de los hechos se estableció que en el procedimiento en su domicilio intervino un agente de apellido Nievas y también Pedro Sánchez Camargo, jefe del Departamento 2 de informaciones de la Policía de Mendoza (D2).

Tenía 26 años.

Amalia Echegoyen de Pacheco

Amalia Echegoyen, cuyo seudónimo era Cristina, nació en Mendoza el 20 de noviembre de 1952.

No hay muchos datos sobre su trayectoria de vida. La información disponible es que estaba casada con Hugo Pacheco. Tenían un hijo y vivían en el barrio Márquez de Sobremonte, Córdoba, al momento de su desaparición. También se conoce que trababa en el Frigorífico Mediterráneo, hoy llamado “Estancias del Sur”, y era militante del PRT-ERP. 

Fue secuestrada en su domicilio, junto a su esposo. Fueron víctimas de un operativo que sumó otros seis empleados del mismo frigorífico. La pareja fue vista en el campo en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio La Perla de aquella ciudad.

Tenía 23 años

Hugo Pacheco

Felipe es el seudónimo que utilizó Hugo Pacheco en su militancia. Nació en Godoy Cruz, el 28 de marzo de 1953.

Al igual que en el caso de su esposa, Amalia Stella Echegoyen, no se dispone de muchos datos sobre su trayectoria de vida. La pareja tenía un hijo y, para la época en que sufrieron el secuestro, vivían en Córdoba, en Sobremonte.

Los registros de su secuestro dan cuenta que era Técnico Químico o Petroquímico y militante del PRT-ERP. Fue detenido y desaparecido por el Ejército.

Tuvo como primer destino el centro clandestino de detención, torturas y exterminio “La Perla”. Se sabe que luego fue trasladado de Córdoba a Mendoza. Coinciden en esta versión la declaración testimonial de Teresa Meschiatti en la Megacausa La Perla y los dichos del entonces jefe del D2, Pedro Sánchez Camargo, quien en 1986 declaró ante el juez federal que Hugo Pacheco estuvo detenido en los calabozos del D2.

Carmen Difonzo de Pacheco, mamá de Hugo, fue una de las Madres de la Plaza de Mayo de Mendoza.

Hugo cumplió 23 años el mismo día de su secuestro.

Despedimos al compañero Eloy Camus

14-04-22 | Desde el EPM ex-D2 de Mendoza despedimos al compañero Eloy Camus, militante por los derechos humanos de San Juan, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), quien falleció el pasado 12 de abril. Dio su testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad de San Juan y Mendoza, en varias ocasiones. Realizó libros y trabajos audiovisuales para develar el mecanismo de la represión dictatorial en Cuyo.

Sufrió un violento operativo el mismo día del golpe cívico militar, al que sobrevivió. Era historiador, militante peronista y fue dirigente sindical. Era nieto del exgobernador Camus, derrocado el 24 de marzo de 1976 por el militar Carlos Tragant, uno de los jefes del Liceo Militar General Espejo de Mendoza. También su hermana, Margarita, fue presa política.  

¡Hasta la victoria siempre, compañero Eloy Camus!

Despedimos a Alfredo Porras

14-04-22 | Desde el EPM ex-D2 despedimos al Dr. Alfredo Porras, ex preso político de Mendoza que falleció este miércoles 13 de abril. Prestó testimonio en juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en el sur mendocino.
Porras, que actualmente se desempeñaba como juez federal, era militante de la Juventud Peronista (JP) en los 70 y era abogado defensor de presos políticos. Fue secuestrado en San Rafael horas antes del golpe del 24 de marzo de 1976. Estuvo detenido en dependencias policiales, con agentes del Ejército allí actuando. Luego lo mantuvieron 5 meses clandestinamente en “La Departamental”, centro de torturas que funcionó en la sede del Poder Judicial provincial en San Rafael. De allí lo trasladaron al Regimiento de Infantería de Montaña (RIM 16) del Ejército, en la calle Boulogne Sur Mer, y finalmente a la Unidad penal 9 de La Plata.

Enviamos un sentido abrazo a su familia.